Las recientes e intensas lluvias caídas durante el mes de diciembre en Tenerife, nos han permitido observar fenómenos que no son muy comunes en el Sur de la isla. Han caído 265 litros en Arafo, 450 litros en las medianías de Güímar, 550 litros en Agache o 375 litros en Icor, por poner algunos ejemplos.
Estos manderos de agua permanecen en el espacio semanas después de las lluvias, lo que permite entender mejor la diversidad de recursos de agua que existía en estos lugares del árido sur.
Manadero de agua espontáneo. Fondo del Barranco de Los Gaspar, cerca de Icor. Arico. |
Agua brotando de la tierra, en forma de manantial o manadero. Posiblemente, las lluvias han ascendido el nivel freático a la superficie. Los Bubangos. Arico. |
Corriente de agua cayendo por un tramo del Barranco de La Angostura, que es el tramo medio-bajo del Barranco de la Madre del Agua. Arico. |
La misma corriente de agua, de la foto anterior, a su paso por un lugar conocido como El Riachuelo. De nuevo, la toponimia nos informa de las características del paisaje. |
Charco de agua cerca del Faro de la Punta de Abona. Cerca de aquí existe un lugar conocido como el Charcón del Roquete. Arico. |
Regatos de agua entrando en los charcos endorreicos. Estos charcos solían permanecer hasta la primavera. |
Barranco de Guasiegre (Arico), cerca de la Carretera General. El cauce está lleno de charcos que este rebaño de cabras aprovecha para abrevar. |
Barranco de Polegre, con un fino regato de agua en su cauce arenoso, poco antes del Charco del Bautisterio. |
1 comentario:
Le felicito, tiene usted un blog interesante y con unas fotos muy buenas.
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