viernes, 29 de octubre de 2010

La geografia y el arte de la guerra.




El uso del conocimiento geográfico para hacer la guerra es tan viejo como los propios conflictos.


En la Batalla de Qadesh, que enfrentó a egipcios e hititas en el primer encontronazo bélico perfectamente descrito y detallado, aunque la planicie donde se desarrolló el conflicto había sido pactada por ambos bandos, fue fundamental el que muchos de los soldados egipcios conocieran los caminos y el terreno, debido a que eran veteranos de otras campañas anteriores en los mismos lugares. La presencia del río Orontes también marcó el paso de buena parte del conflicto.
Desde entonces, cientos de batallas, incluso de guerras han dependido de factores geográficos: Cannas, Termópilas, Actium, Hastings, Las Navas de Tolosa, Lepanto, Waterloo...



El Maestro Sun Tzu, contemporáneo de Pericles, Temístocles y Herodoto ( 475 A.C.), escribió el clásico El Arte de la Guerra, donde describe lo fundamental que es para un conflicto el conocimiento sobre la topografía, el territorio, el espacio, el estado y el poder: 

Según las reglas de las operaciones militares hay nueve clases de terrenos. Donde los intereses locales pelean unos contra otros, es lo que se llama terreno de disolución. Cuando penetras en territorio ajeno sin profundidad, se llama terreno liviano. El espacio que puede ser ventajoso para cualquiera de los contrincantes se llama terreno de contención. La tierra en la cual ambos bandos pueden ir y venir, se llama terreno transitado. La tierra que tiene tres lados rodeados por el enemigo y uno de unión con el terreno propio, se llama terreno de intersección. 
Cuando se penetra profundamente en el territorio enemigo, cruzando muchas ciudades y pueblos se llama terreno pesado. 
Cuando se cruzan montañas selváticas, desfiladeros empinados, ciénagas, o cualquier campo difícil de transitar, se llama terreno malo. 
Cuando el camino es estrecho y la salida tortuosa, de manera que una pequeña fuerza enemiga pueda atacar, aún cuando se tenga un número mayor, se llama terreno rodeado. Cuando se puede sobrevivir si se batalla con rapidez o al contrario, perecer, se llama terreno de muerte. 
Así, pues, no debes batallar en un terreno de disolución, no debes detenerte en un terreno liviano, ni atacar en terreno de contención, ni dejarte aislar en un terreno transitado. En terreno de intersección debes crear comunicaciones; en terreno pesado saquea, en terreno malo sigue; en terreno rodeado haz planes, y en terreno de muerte,¡pelea!


La necesidad de información geográfica para la planificación y desarrollo de operaciones militares, lleva a que se desarrollen trabajos de topografía, geodesia y geografía de carácter militar, que analizan los factores y elementos del Geosistema sobre las operaciones militares, permitiendo extraer conclusiones, bien sean de carácter estratégico o táctico.

La información geográfica ha cobrado gran utilidad durante los grandes conflictos armados de los siglos XX y XXI, especialmente, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Muchos historiadores achacan el fracaso de operaciones como el desembarco de Gallipoli,(1915) o la Operación Barbarroja (1941-43), al escaso conocimiento que poseían los invasores, del territorio y sus peculiaridades. Del mismo modo, el triunfo de algunos movimientos guerrilleros o de defensa obedece al perfecto conocimiento del terreno (partisanos soviéticos, italianos, yugoslavos; la defensa de Iwo Jima, Tarawa, Okinawa, Peleliu por parte de los japoneses; el triunfo final del Ejército Popular de Liberación en la Guerra Civil china).

El Reich Alemán y sus destacados geógrafos (Karl Haushofer) realizaron investigaciones sobre los espacios en conflicto, y elaboraron archivos documentando cartográficamente toda la información precisa para la planificación de las operaciones, lo que les permitió alcanzar resultados satisfactorios durante parte del conflicto (la penetración a través de Las Ardenas, el cruce del Mosa, la invasión de Noruega, la toma de Creta, los primeros meses de la Operación Barbarroja).


El conocimiento geográfico dentro de las estructuras militares no deja de estar nunca de actualidad, debido a las constantes tensiones que se producen por los recursos necesarios para la subsistencia de la Humanidad: la lucha por los recursos alimentarios y por el control de minerales estratégicos (hidrocarburos, uranio, coltrán, tierras raras), la necesidad de nuevos espacios para alojar una creciente población humana, la búsqueda de agua potable, la falta de entendimiento entre grupos étnicos, producen conflictos que hacen indispensable un preciso conocimiento del Territorio.

En la actualidad asistimos a un panorama que, dificilmente, se había dado antes en la historia de la humanidad: los mapas y las imágenes de satélite fluyen libremente por Internet, permitiendo conocer espacios hasta ahora vedados a élites escogidas. Es muy fácil encontrar datos de población, carreteras, instalaciones de importancia estratégica, refugios, zonas expuestas, puertos, aeropuertos...

La cuestión es que no tenemos muchos expertos en recoger, discriminar, tratar, analizar, sintetizar, en definitiva, preparar esa información, no tanto con fines ofensivos, sino pensando en la Defensa Nacional.

Tras la postguerra, ha existido un divorcio entre los geógrafos y la geopolítica, quizá por los tintes militaristas, incluso filonazis, de muchos de los profesionales que se dedicaron históricamente a estos menesteres (por ejemplo el general chileno Augusto Pinochet, o los generales españoles La Llave y Kindelán).
Solamente existe una honrosa excepción: los estudios del geógrafo francés radical Yves Lacoste, plasmados en su libro La Geografia, un arma para la guerra.


lunes, 18 de octubre de 2010

Explicando conceptos en Geografía.(I)






La geomorfología es la ciencia cuyo objeto es el reconocimiento, clasificación e interpretación de las diferentes formas que presenta la superficie externa de la litosfera.

Esta capa superficial del planeta, desde su propia configuración a partir del trabajo realizado por las fuerzas internas (volcanismo, plegamientos, hundimientos, terremotos, etc.), está sometida a un conjunto de fenómenos, en ocasiones lentos, pero inexorables, que van destruyendo y modelando las formas de su relieve, a la vez que van originando una serie de materiales, resultado de la desunión de los originales, que posteriormente serán la base para la creación de otros nuevos (rocas sedimentarias).
Todas estas acciones, que determinan la consecución de los llamados procesos morfogenéticos o de modelado, reciben la energía de dos fuentes principales:

- Radiación solar: Que genera los contrastes térmicos precursores del sistema climático global del planeta: precipitaciones, viento, corrientes, oleaje, etc.

- Acción de la gravedad: Que intenta rebajar los resaltes y buscar la nivelación del relieve, posibilitando el transporte de los elementos sueltos o descohesionados. Actúa vectorialmente y siguiendo la dirección perpendicular a la superficie terrestre, y está condicionada por el desnivel, la pendiente del terreno y la eficacia morfogenética a través de planos inclinados.
Los agentes encargados de la realización de tales procesos morfogenéticos son los propios elementos que forman parte de las diferentes capas que envuelven a la litosfera:
A. Atmósfera: Aire (contenido en oxígeno,…), viento, temperaturas, precipitaciones, humedad, etc.
B. Hidrosfera: Oleaje, corrientes de agua, arroyada, cursos de agua, glaciares, etc.
C. Biosfera: Microorganismos (hongos y bacterias), plantas y animales (incluido el hombre).

El resultado del desarrollo de una determinada acción de modelado depende de varios factores:

a) Tipo de agente y energía disponible: Cada agente realiza un trabajo específico con características propias y dependiendo de la energía o fuerza que éste adquiera.
b) Factor climático: En la medida en que el tipo de clima va a condicionar el tipo de agente que actúa mayoritariamente en una determinada región.
c) Litología de los materiales: Las rocas duras presentarán un alto grado de cohesión entre sus minerales (disminuye la eficacia del agente); las rocas blandas, por el contrario, serán muy deleznables y modificadas con facilidad.
d) Estructura de las rocas: Determinada por la disposición espacial que presenta el roquedo (inclinación, buzamiento de los estratos, etc.)

La eficacia e intensidad de los procesos erosivos va a estar condicionada por el tipo de roca: composición, textura, color, permeabilidad, red de fracturas, vulnerabilidad, etc. En base a esto, un mismo agente de modelado, actuando con el mismo grado de intensidad, puede generar relieves muy diferenciados según el tipo de roca sobre la que actúe (meteorización diferencial).

BIBLIOGRAFÍA
  • BLOOM, A.L. (1974). La superficie de la Tierra. Ed. Omega.
  • CLOWES, A. y COMFORT, P. (1982). Process and Landform. Oliver and Boyd.
  • CRISTOPHERSON, R.W. (1992). Geosystems. Macmillan College Publishing Company.
  • DERRUAU, M. (1991). Geomorfología. Ed. Ariel.
  • PEDRAZA, J. (1996). Geomorfología. Principios, Métodos y Aplicaciones. Ed. Rueda.
  • RICE, R.J. (1977). Fundamentals of Geomorphology. Ed. Longman (trducc. castellano Ed. Paraninfo).
  • SPARKS, B.W. (1972). Geomorphology. Ed. Longman.
  • VIERS, G. (1974). Geomorfología. Ed. Oikos-Tau.
  • CAILLEUX, A. y TRICART, J. (1962-69). Traité de Géomorphologie. Soc. Ed. Enseignement supérieur.
  • FAIRBRIDGE, R.W. (ed.) (1968). The Encyclopedia of Geomorphology. Dowden, Hutchinson and Ross.
  • HAILS, J.R. (1977). Applied Geomorphology. Elsevier.
  • SCHEIDEGGER, A.E. (1979). Theoretical Geomorpholgy. Springer-Verlag.
  • STRAHLER, A. (1951). Geografía Física. Ed. Omega.
  • TARBUCK, E.J. y LUTGENS, F.K. (1999). Ciencias de la Tierra. Prentice Hall.
  • THOMAS, D.S.G. (ed.) (1986). Arid Zone Geomorphology. Belhaven Press and Halsted Press.
  • WOODWARD, F.I. (1993). Global Change. Academic Press.


lunes, 4 de octubre de 2010

Sputnik


Hace 53 años, tal día como hoy, el mundo miraba al cielo con una nueva expresión en el rostro, y una mezcla de esperanza y de temor: La Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial, el Sputnik 1, que conmovió a los radioescuchas con un BIP, BIP entrecortado por el ruido y las interferencias que supondría el primer sonido que nos llegó desde el espacio.
La cohética y la astronautica soviética habían ganado la partida a Occidente. La tradición cosmonautica rusa había nacido en 1885, con el libro "Sueños de la Tierra y el Cielo", de Konstantin Tsiolkovsky, que fue el primero en escribir cómo se podía lanzar un satélite y ponerlo en una órbita de poca altitud.
El Sputnik 1 tenía una masa aproximada de 83 kg, contaba con dos transmisores de radio, y orbitó la Tierra a una distancia de entre 938 km en su apogeo y 214 km, en su perigeo. El análisis de las señales de radio se usó para obtener información sobre la densidad de los electrones en la ionosfera. La temperatura y la presión internas se codificaron en la duración de los pitidos de radio que emitía, indicando que el satélite no había sido perforado por un meteorito.
Se lanzó con el vehículo R-7 y se incineró durante su reentrada el 3 de enero de 1958. Fue el primero de varios satélites lanzados por la Unión Soviética durante su Programa Sputnik, la mayoría de ellos con éxito. Le siguió el Sputnik 2 (3 de noviembre de 1957), como el segundo satélite en órbita, y también el primero en llevar a un ser vivo a bordo, una perra llamada Laika, considerada como una heroína de la Unión Soviética.
Tras algunos intentos fallidos de poner en órbita un satélite artificial alrededor de la Tierra, el Sputnik 1 fue el primero en llegar a su posición orbital. Se lanzó desde el cosmódromo de Baikonur (370 Km al suroeste de la pequeña ciudad de Baikonur) en Kazajistán.
La voz "Sputnik" en ruso es un sinónimo coloquial de compañero o camarada ("satélite" en astronáutica). El nombre oficial completo se traduce, sin embargo como, "Satélite Artificial Terrestre" (ISZ en ruso). El Sputnik 1 fue el primero de una serie de cuatro satélites que formaron parte del programa Sputnik de la Unión Soviética y se planeó como una contribución al Año Internacional Geofísico (1957-1958), establecido por las Naciones Unidas.



La forma redonda del Sputnik 1 es el resultado de una serie de ensayos de los soviéticos en los que participaron Chertok, Koroliov y Keldysh, que pensaban en un satélite de tonelada y media de forma cónica, con la capacidad de hacer muchas mediciones físicas en el espacio, pero cuando se enteran que los americanos del programa Vanguard tenía diseñados dos satélites, uno de ellos pequeño para ver si podían poner pronto algo en órbita, decidieron hacer lo mismo, creando "El satélite más simple", que tenía un centímetro más de diámetro y era bastante más pesado que el Vanguard.

El satélite artificial Sputnik 1 era una esfera de aluminio de 58 cm de diámetro que llevaba cuatro largas y finas antenas de 2,4 a 2,9 m de longitud. Las antenas parecían bigotes que señalaban hacia un lado. La nave obtuvo información perteneciente a la densidad de las capas altas de la atmósfera y la propagación de ondas de radio en la ionosfera. Los instrumentos y fuentes de energía eléctrica estaban alojadas en una cápsula que también incluia transmisores de radio operando a 20,007 y 40,002 Mhz. (alrededor de 15 y 7,5 m en longitud de onda), las emisiones se realizaron en grupos alternativos de 0,3 seg. de duración. El envío a tierra de telemetría incluía datos de temperatura dentro y sobre la superficie de la esfera. 



Debido a que la esfera estaba llena de nitrógeno a presión, el Sputnik 1 proporcionó la primera oportunidad de detectar meteoritos, aunque no se detectó ninguno. Una pérdida de presión en su interior, debido a la penetración de la superficie exterior, se habría reflejado en los datos de temperatura. Los transmisores funcionaron durante tres semanas, hasta que fallaron las baterías químicas de a bordo. El satélite fue monitorizado con gran interés a lo largo de todo el mundo. La órbita del satélite inactivo fue observada hasta caer 92 días después de su lanzamiento (3 de enero de 1958), después de haber completado alrededor de 1.400 órbitas a la Tierra, acumulando una distancia de viaje de aproximadamente unos 70 millones de kilómetros. 

El apogeo de la órbita decayó de 947 km tras el lanzamiento hasta 600 km el 9 de diciembre. El cohete auxiliar de lanzamiento del Sputnik 1 también alcanzó la órbita terrestre y fue visible de noche, desde la Tierra, como un objeto de primera magnitud, mientras que la pequeña pero pulida esfera apenas era visible en sexta magnitud, por lo que era más difícil seguirla desde tierra.
Se pueden ver varias réplicas del satélite Sputnik 1 en museos de Rusia y otra está expuesta en el Smithsonian National Air and Space Museum en Washington DC.

La Carrera espacial entre las dos superpotencias, como otro campo de batalla de la Guerra Fría, había comenzado. Con victorias y derrotas y algunas muertes( Laika, Bondarenko, Grissom, Chaffe, White, Komarov...) los rusos llevaron siempre la iniciativa hasta que, la victoria final la consiguieron los americanos con el alunizaje del Apollo 11, el 21 de julio de 1969.