jueves, 23 de diciembre de 2010

Feliz Navidad.


En estos tiempos en que mucha gente se encuentra triste o, simplemente, critica la Navidad y la tachan de fiesta hipócrita y sin sentido: busquemos en nuestros corazones, y encontraremos que lo importante de la navidad es que celebramos el nacimiento de un niño en Belén que se encarnó para transformar radicalmente al mundo y a las personas que lo habitamos.
Lo demás, no es Navidad. Así de simple.



El nacimiento de Jesús
En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo.
Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria.
Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.
José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.

La visita de los pastores
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche.
De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo:
Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor.
Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre".
Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
"¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!"
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: "Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado".
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre.
Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón.
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
(Evangelio según San Lucas)


miércoles, 15 de diciembre de 2010

La Isla de Tenerife II


El clima de la isla de Tenerife está determinado por la latitud, el relieve y las corrientes oceánicas y por la alternancia de anticiclones cálidos subtropicales que dan lugar a un tiempo estable (vientos Alisios del NE) y de borrascas de componente N o SW, no muy frecuentes, que provocan un tiempo lluvioso e inestable.
Junto a ellas, la proximidad al continente africano favorece que en determinadas ocasiones a lo largo del año lleguen vientos del sureste, con polvo en suspensión (calima), fenómeno conocido como tiempo sur.
Temperaturas.
La suavidad de temperaturas es la nota dominante del régimen térmico insular. La altitud es la responsable del descenso de temperaturas conforme se asciende, si bien se debe destacar la inversión térmica cuando soplan los alisios, que es lo normal, provocando que las temperaturas en zonas altas sean superiores a las que le correspondería. La zona costera es la que presenta temperaturas más altas, como ejemplo los 21,2º C de media en Santa Cruz de Tenerife. En áreas de medianías altas la temperatura es menor, como los 14,8º C de Vilaflor. En zonas de cumbre las temperaturas descienden aún más, con Izaña como ejemplo, con 9,4º C de media.
La amplitud térmica no supera los 6-7ºC en costa, llegando a los 13ºC en montaña. Agosto es el mes más cálido, pudiendo superarse los 40º C con la influencia de vientos del Sahara.
Pluviometría.
La precipitación media anual de Tenerife está en torno a los 425 mm/año. La vertiente norte de la isla, es mucho más lluviosa, aunque existen grandes contrastes entre vertientes, tanto en el número de días de lluvia, (100 días en ciertos núcleos del norte y no más de 20 en el sur), como en la cantidad de lluvia recogida.
La mayores lluvias se producen en medianías, donde además, por el efecto de los alisios y la inversión térmica se produce el efecto de la precipitación de niebla, en la vertiente de barlovento, debido a la acumulación de estratocúmulos (mar de nubes) por los vientos alisios.
En zonas de cumbre las precipitaciones son menores, y en su mayoría lo hacen en forma de nieve y concentradas en los meses otoñales e invernales. La distribución anual es variable, pero los meses con mayor volumen de lluvias van desde noviembre hasta febrero. Durante el verano, la presencia del anticiclón de las Azores reduce al mínimo las lluvias.
Vientos
El régimen de los alisios determina el régimen eólico de la isla de Tenerife, siendo los vientos de componente NE máximos mínimos en enero y máximos en junio. Esta variación entre invierno y verano también influye sobre la velocidad del viento, que oscila entre 10-20 km/h en invierno y 20-30 km/h en verano.
El relieve de la isla determina que haya notables variaciones en lugares cercanos. En Santa Cruz de Tenerife, su situación de resguardo frente a los vientos del NE hace que soporte vientos principalmente de componente NNO. Por su parte, en Güimar, que está relativamente cerca de Santa Cruz, y también resguardada de los alisios, el régimen de brisas sopla del SE durante el día y del SO durante la noche. En zonas de alta montaña, como Izaña, se superan con cierta asiduidad los 100 km/h (componente NW)