miércoles, 11 de diciembre de 2019

Vino y viñedos de Arafo: un acercamiento preliminar.




INTRODUCCIÓN.

La Isla de Tenerife se divide en varias denominaciones de origen, que se corresponden con otras tantas comarcas vitivinícolas, fruto de la adaptación de los viñedos a las diferentes características orográficas, edáficas y climáticas de la isla.


Viñedos en espaldera. Bodegas El Borujo (Foto web).

El cultivo del viñedo es el resultado de un proceso histórico y social que se inicia con los primeros pobladores europeos. Todavía hoy somos capaces de hallar variedades de uva que se remontan a esos primigenios tiempos, así como formas de cultivo muy antiguas. 
El trabajo secular de los viticultores ha generado un atractivo paisaje de viñedos únicos y singulares. 


Bodegas Hermanos Mesa en Lo Carta (Foto web)

Dice José de Viera y Clavijo, escritor, poeta, naturalista e historiador tinerfeño (Siglo XVIII), acerca de las condiciones para el cultivo de la viña: 
“Las parras, traídas a estas islas por sus conquistadores y pobladores, hallaron un clima y un suelo de lo más oportuno para su prosperidad, porque los terrenos secos, ligeros, pedregosos, areniscos, mezclados de lavas desmenuzadas, y que se levantan en cerros, colinas, lomas y laderas, son los que ordinariamente producen los mejores vinos, favorecidos por la reverberación oblicua de los rayos del sol, que suministran el calor necesario para combinar los principios de la vegetación y exhalar la savia de las vides"
(Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias). 



Viñedos en espaldera, sobre zahorra y con riego incorporado. Bodegas Ferrera.
El contraste entre las vertientes insulares, según su posición frente a los vientos Alisios, divididas entre el barlovento fresco y húmedo, y el sotavento cálido y seco, sumado al desnivel, que va desde la orilla del mar hasta los más de tres mil metros de altitud del Teide, originan una combinación de climas locales, vientos, precipitación, suelos y orientación, que dan como resultado una gran variedad de cultivos y de vinos.
Las variedades de uva blanca se concentran en las comarcas de Abona, Valle de Güímar e Ycoden-Daute- Isora, mientras que la uva negra es predominante en Tacoronte-Acentejo y Valle de La Orotava.
La Denominación de Origen del Valle de Güímar está en el sureste de la isla y comprende los municipios de Arafo, Candelaria y Güímar. El viñedo se extiende desde la costa hasta altitudes próximas a los 1.500 metros. Los suelos volcánicos y el predominio de los alisios marcan la esencia distintiva del vino.  



El sistema de espalderas está sustituyendo paulatinamente a los parrales tradicionales, pero la viña sigue ocupando los bordes de las parcelas, mientras que el centro se aprovecha para papas y hortalizas.

ARAFO Y SUS VIÑEDOS.
 
En el Municipio de Arafo, las condiciones físicas, en particular el clima, van a condicionar los tipos de cepa, lo que unido a los diferentes  suelos, generan un paisaje de viñedo que es único, y que se fundamenta en el carácter trabajador de los campesinos que han tenido que saber adaptarse a las condiciones de su territorio, creando bancales en fuertes pendientes para cultivar. Actualmente, este paisaje es un atractivo turístico. 

La tradición vitivinícola de Arafo está claramente documentada. Hasta principios del siglo XX, cuando se produce la irrupción de la papa y del tomate como cultivos de exportación importantes, el vino era la única riqueza de
Arafo, ya que los cereales fueron siempre cultivos vinculados a la subsistencia. Las bodegas y los caldos de Arafo tenían justa fama a escala insular, destacando bodegas como las de las familias Herrera-Orozco, Batista, Carta, o Monje.  



Muchos de los socios del SAT Bodega Comarcal Valle de Güímar, son pequeños agricultores que combinan el cultivo de la viña con otros cultivos.

La viña y la producción de los vinos han sido un capitulo histórico que merece la pena tenerse en cuenta ya que alcanzaron gran fama, sobre todo las bodegas de Chivisaya, blancos y rosados, que se exportaron al Reino Unido. 
 
Todo arranca tras la crisis de la caña de azúcar (Siglo XVI), cuando se aprovecharon las zonas deforestadas para los cañaverales y se fue introduciendo el cultivo de la viña.
El vino tenía menos costes de producción, ya que no necesitaba combustibles en su transformación y se adaptaba muy bien a las condiciones edáficas de la Isla. 
El vino se exportaba a Inglaterra y América manteniendo, como ocurría con la caña de azúcar, un comercio muy importante con estos territorios.  

El trueque fue esencial en los intercambios, ya que el vino se intercambió por productos manufacturados de Inglaterra, o por metales preciosos de las otras colonias en América.
Las viñas ocupan el primer lugar entre los cultivos de secano medianías en Arafo. Son plantadas en muchos casos como cultivos de relleno, en especial en aquellas parcelas muy pequeñas (veras de barranco, fajanas), llegando a altitudes considerables, que rondan los mil metros.  


Viñas en espaldera cerca del Barranco de la Canal Alta. En la actualidad no se encuentran en explotación.

El vino de Arafo goza de gran apetencia y ha mejorado su producción y prestigio desde la década de los 90 del Siglo XX, donde ha influido una decidida política de las Administraciones, potenciando el embotellamiento, frente a la venta a granel, y modernizando la tecnología y comercialización. 
La denominación de origen conseguida es un aliciente más para mejorar este sector. 

Alrededor del cultivo de la vid, y de su producto final, el vino, se ha organizado toda una cultura el Sur de Tenerife. La vendimia, entre agosto y septiembre, se convierte en muchas ocasiones en todo un acontecimiento social del mundo rural. Además, a finales de noviembre, (en torno a San Andrés, 30 de noviembre)  la apertura de las bodegas para degustar el vino nuevo se traduce en muchos pueblos en fiestas de gran arraigo popular. 

Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el vino, unido a la música, son los dos símbolos más significativos de nuestro pueblo, sin olvidar la gran fama que obtuvo el pan de Arafo, fruto del cultivo de cereales y la existencia de agua de manantial de primera calidad.



La importancia en el paisaje del cultivo de viña se refleja en el mapa de cultivos de Canarias. Se siguen cultivando 75,6 hectáreas, solo de viñedo o en asociación con otros cultivos.


Se dice de Arafo:
ARAFO, agradable población abundante en viñedos y árboles frutales, a 3 kilómetros de la carretera del Sur, con 1,563 habitantes y dos escuelas primarias. 
(Descripción Geográfica de las Islas Canarias. Juan de la Puerta Canseco). 

Arafo conservó, hasta bien mediado el siglo pasado su propia unidad de medida para los vinos, el cántaro, que afora una capacidad comprendida entre los 16 y 17 litros.

Este patrón se elabora en madera, de forma troncocónica (aunque se construye también en forma de barrilete), y se usa en el trasiego del vino. La conversión entre el cántaro y los barriles se establece en dos cántaros por barril grande, y de este modo las medidas eran las siguientes:  


Sistema de Medidas para el vino en Arafo.


Pipa: 480 Litros
Carga: Entre 96 y 100 Litros
Barril Grande: 32 Litros
Cántaro: 16 Litros

Viñedos en espaldera y sobre zahorra. Camino Las Calles


EL VINO Y EL PAISAJE. 

La agricultura de Arafo tiene un valor importante relacionado con el mantenimiento de un paisaje rural tradicional muy característico y que constituye uno de sus principales atractivos. 
En las explotaciones agrícolas tradicionales se ha venido produciendo un proceso de sustitución de cultivos que se apoya en el desarrollo de las labores a tiempo parcial y como complemento a las economías familiares. 
El sistema de cultivo tradicional de la viña es en pequeños parrales, situados preferentemente en los bordes de la parcela o parrales de media altura apoyados en los muros de bancales más altos. 
Este método de cultivo se ha visto sustituido en los últimos años por el sistema en espaldera, más adecuado para cultivos exclusivos de viña, ya que mejora la producción de uva, optimiza su maduración y disminuye las patologías. La viña, además de ser un cultivo rentable, contribuye sensiblemente a la conservación del paisaje agrario y rural.  

El paisaje del viñedo aporta un tono de color  en las zonas bajas del municipio. La Hidalga.
Es frecuente ver el cultivo asociado a la papa, hortalizas y a otros frutales, ligados al autoconsumo sobre todo en las zonas altas.
Las plantaciones de viña y la producción de vino han experimentado un desarrollo importante, aunque sin llegar a alcanzar el volumen de producción que tienen otras áreas. La viña es, en extensión, el segundo cultivo más importante de Arafo, tras el huerto familiar. 
 
Esta recuperación del subsector vitivinícola, cristalizó en la constitución de una Sociedad Agraria de Transformación de cosecheros del valle, que ha promovido la edificación en Arafo de una bodega industrial comarcal (Bodega Comarcal Valle de Güímar)
 
Los vinos de Arafo están incluidos a efecto de Denominación de Origen en la comarca de Valle de Güímar. Obtuvo la calificación en el año 1996 (Orden Ministerial de 27 de septiembre)  publicada en el BOE de 12 de octubre).  
Posteriormente se ha modificado la legislación por Órdenes Ministeriales de 19 de octubre de 2000 y de 7 de mayo de 2002.


Modernas instalaciones de la Bodega Comarcal, ubicada en Los Loros. 

A raíz de esto, numerosos cosecheros particulares fundaron o mejoraron sus bodegas con vistas a una producción y comercialización profesional del vino. 
Podemos citar a Bodegas Ferrera, Viña Herzas, Bodegas Hermanos Mesa (Lo Carta), Bodega Juan Francisco Fariña (El Borujo), además de muchos cosecheros que han mejorado sus instalaciones y siguen ofertando vinos a granel de buena calidad. 

Tradicional lagar en la zona de Lo Cartas. Perviven en la actualidad no menos de seis lagares de estas características, en diferente estado de conservación.

Aun así, el sector del vino, aunque importante, tiene un valor testimonial a efectos económicos y tampoco el resto de actividades agrícolas representa un volumen de negocio representativo.
Como en el resto de la isla, la agricultura se encuentra en retroceso, y este fenómeno es aún más significativo en los cultivos en canteros abancalados. 
La dificultad de su mecanización, la no necesidad del cultivo de subsistencia, la poca productividad y la desvinculación de la población a la agricultura, son las principales causas de este abandono, con lo que se ha producido una considerable reducción de trabajadores.  


Los viñedos forman parte del paisaje rururbano del municipio de Arafo.