viernes, 31 de octubre de 2008

Las primeras nieves de la temporada.



Como fruto del paso de la cola de un frente frío que está afectando a la Península Ibérica, que forma parte de una de las numerosas borrascas que han atravesado este sector del Atlántico en lo que llevamos de otoño, han caído en las cumbres del Valle de Las Higueras, las primeras nieves, tras un año pasado bastante seco, ventoso y con temperaturas altas.


Esta actividad de los últimos días en la costa noroccidental de África, se ha correspondido con una reactivación de la nubosidad en la zona de convergencia intertropical que ha traído consigo abundantes y catastróficas lluvias en los Campamentos de Tindouf, en el centro del Sahara y en el Yemen. Los campamentos de la República Árabe Saharaui Democrática, por ejemplo, ya en precaria situación, han quedado anegados y numerosas viviendas e infraestructuras se han arruinado.

Al mismo tiempo que se producían estos procesos en la máquina meteorológica global, no ha sido inusual observar desde hace meses, masas nubosas desgajadas de las continuas depresiones tropicales que entran en el Mar Caribe, unas como tormentas tropicales, otras en forma de huracanes, que luego han "rebotado"(impulsadas por los Westerlies y la Gulf Stream) hasta el centro del Atlántico, o algunas hasta el interior de Norteamérica donde unas y otras se han diluido, bien en zonas continentales sin masas de agua o bien en zonas de aguas frías.

Según los datos climatológicos publicados por la AEMET, el mes de septiembre ha sido el más frío y húmedo desde 1971, sobre todo en la isla de Gran Canaria y el sur de Tenerife. 
A la espera de la publicación de los datos de octubre, podemos decir que estos últimos días han sido de los más fríos en el Observatorio de Izaña, donde solamente se han alcanzado el pasado 29 de octubre 1'5º C de temperatura máxima ( La Opinión). Para que lo entiendan los no iniciados, eso quiere decir que en el momento del día más caliente (sobre la una o dos de la tarde), el termómetro no registró más que esa temperatura, por lo que es de suponer que la mínima no llegaba ni de lejos al cero. 

Por otro lado, lo que nos parece un fenómeno raro y festivo que solemos aprovechar lúdicamente, en el pasado, en las cumbres de Arafo, no era tan raro, ya que existían desde el siglo XVIII, varios pozos de nieve en los que la misma permanecía durante largos períodos de tiempo, hasta bien entrada la primavera, y donde era explotada económicamente con destino al Puerto de Santa Cruz y a La Laguna, como explica bien el historiador y economista Salvador Miranda Calderín en su libro "Los pozos de nieve de Tenerife" en el que expone, como una de sus principales conclusiones, que Arafo tiene una de las mayores concentraciones de pozos de nieve por kilómetro cuadrado de Europa. 

Este libro es un resumen de su tesis doctoral "La Explotación de la Nieve en Canarias". En la revista Sureste Nº 4, de 2002, se publicó también el artículo Los primeros pozos de nieve en Arafo, del mismo autor. Dichos pozos estaban localizados en su mayoría en la Caldera de Pedro Gil (El Valle), en las cercanías de la Montaña de Las Arenas. 

Bien, como estoy seguro de que, este fin de semana, la carretera de la Cumbre se llenará de vehículos con destino a la poca escarcha que quede allá arriba, solamente dos consejos: tengan en cuenta de que van a un espacio natural que debe ser cuidado y no alterado, y respeten también las propiedades de los vecinos que están junto a la carretera.

No me roben las castañas.



miércoles, 29 de octubre de 2008

Alimentos y mercados




¡VIVA EL MERCADO LIBRE!

Nos están contando que los precios de los alimentos suben sin parar, primero por culpa de los precios del petróleo, después por la crisis financiera, más tarde por cualquier mentira que se le ocurra al "analista" de turno.

Los precios de los alimentos, como la bolsa, o el precio del petróleo suben por culpa de la especulación y de los intermediarios. Aquí, en Canarias ¿se acuerdan de aquella canción de Los Sabandeños que criticaba a los gangocheros?. Pues, años después, las cosas siguen igual o peor.

Analicemos los pueblos que integran el Valle de Güímar: Arafo, Candelaria y Güímar. Eran pueblos eminentemente agrícolas, y en ellos se desarrollaron economías dignas, gracias al peso del sector primario. Se exportaron papas a Inglaterra, los vinos blancos y rosados eran famosos en las islas, se destilaban aguardientes, cuando se cogían las castañas de Arafo, se rompían los precios en Santa Cruz, se embarcaban cebollinos a Lanzarote y Fuerteventura, se abastecía el mercado capitalino con hortalizas y frutas durante buena parte del año.

El sistema no era perfecto, ojo, no piensen que reclamo un pasado lleno de trabajos y a veces de miseria, donde la presencia del caciquismo, la injusticia y la desigualdad eran opresivos, pero se producían alimentos, que es a lo que vamos.
Cultivo de lechugas en El Portugués.


Por supuesto que la sociedad de nuestros padres y abuelos no vivía en la abundancia, al contrario, pero eran prácticamente vegetarianos y los alimentos que se consumían eran de una excelente calidad, con cualidades organolépticas inestimables y tan frescos como lo permitía la temporada. Había papas inverneras, o de marzo; de sequero y regadío; brevas, higos negros, mulatos, blancos, de a libra; millo, cebada, trigo, chícharos, arvejas y centeno; los animales que se tenían producían carne, leche, huevos e importantes cantidades de estiércol que abonaban los campos...
Desde una visión geográfica (que es la que me toca), el funcionamiento del sistema agroecológico era un círculo: los nutrientes, el agua, hasta la combinación del espacio cultivado, y sus relaciones con los espacios balutos, pero que servían de fuentes de recuros no agrarios, como pinocha, hierba y ramas para el ganado, piñas y leña para combustible...las escuelas más ecologistas me dirán que el sistema también tenía dificultades que generaban graves crisis, incluso hambres periódicas, lo cual es cierto hasta cierto punto, pero su análisis no corresponde a esta entrada del blog.

En el panorama actual, hay que tener en cuenta, entre otros muchos, estos factores:
  • La población de Tenerife no ha dejado de crecer en los últimos años, alcanzando densidades locales, no ya como la de Japón (que hace tiempo que se superó para el total de Canarias), sino como las de Hong Kong o Singapur, que son los ámbitos urbanos con mayores densidades a escala global.
  • Poseemos gran variedad de climas locales, tipos de suelo, diferentes vertientes con exposiciones distintas al viento y al sol.
  • Aunamos la tradición agrícola (y gastronómica) de tres continentes: Europa, América y África
  • La sociedad canaria jamás ha estado "aislada" del resto del mercado mundial (a lo mejor del resto del estado español sí, pero del mundo, no), lo que nos permitía exportar alimentos al exterior, y ahora nos obliga a ser dependientes de la importación de los mismos.
  • La llegada de turistas que estaba estabilizada hace algunos años, pero siempre con una tendencia al alza, se ha disparado, consiguiendo cifras récord de visitantes año tras año.

Todo esto nos lleva a pensar que hay mercado para los productos locales. El mercadillo de Arafo ha sido el último que se ha sumado a los experimentos que tan bien han funcionado en Tacoronte, Granadilla (sobre el que se ponen medallas hasta los que lo criticaron y se opusieron a su apertura hace ya unos cuantos años), y más cercanos, como el de Güímar, que no sólo ha reanimado la agricultura, sino el comercio y la hostelería en la zona circundante en un día con tan poca actividad como el domingo, y el de Candelaria.

La desaparición del temido "margen de ganancias" que enriquece a los intermediarios y que empobrece a los productores y encarece el precio final de los productos revierte en el beneficio de la mayoría.
Mercadillo del agricultor de Arafo. (Foto: web del Ayuntamiento de Arafo)

Hasta el momento parece que la vía arafera al "libre mercado" funciona de modo correcto, sobre todo porque cada vez son más los vecinos que se acercan por allí, a comprar o a dar ambiente, que también es beneficioso. 
Habría que plantearse por parte de más agricultores, e incluso ganaderos o artesanos aumentar la participación en el mercado, porque, creo que sitio hay.

Afortunadamente, parece que la fiebre especuladora y constructora se ha parado un poco, pero nos ha dejado multitud de cadáveres, entre ellos la agricultura, que es un muerto al que nadie se atreve a redactarle un certificado de defunción y a enterrarlo.

Pero también ha herido de muerte nuestro paisaje intraurbano y periurbano, que se ha llenado de esqueletos de edificios parados y sin rematar. La lógica paisajística que combinaba residencias con huertos, ha desaparecido.

Otros danmificados por el huracán del cemento han sido muchos propietarios de canteros que permutaron sus tierras y ahora se encuentran sin huertas, sin piso y sin posibilidad de enajenarlo hasta "que la crisis se resuelva", sin que nadie sepa exactamente cuando ni cómo. De estos afectados por la crisis nadie habla, como si no significara nada que el patrimonio que nuestros padres nos han dejado y que adquirieron y mantuvieron con trabajos y penalidades se desvanezca.

Algunos critican que muchos agricultores son personas jubiladas con mucho tiempo libre y una paga que le guarda las espaldas, o empleados con contratos fijos en empresas que les permiten tener tiempo libre, otros son albañiles que buscan complementar rentas frente al descenso del trabajo... 
Me da igual, lo importante es que se están produciendo alimentos y se están trabajando tierras que desde hace décadas no sentían la reja de un arado pasar por su superficie, llena antaño de cenizos y amores secos.

No somos conscientes del bien que supone para una sociedad el que las tierras y el suelo agrícola se exploten y produzcan alimentos, pero eso es algo que debe quedar en secreto, porque como se enteren los cuatro politicastros de siempre y sus secuaces, mal nos iría.

Apliquemos el sentido común y no seamos gandules: cuando el dinero no vale nada, como es el momento actual, lo único que tiene valor es el trabajo y el esfuerzo.

A vueltas con la papa, base de la alimentación de los canarios

martes, 21 de octubre de 2008

El Peligro Amarillo






Nayland-Smith, el sagaz inspector, capaz de enfrentarse al malvado Doctor Fu- Manchu lo describió así: 

"...Imagínese una persona alta, delgada y felina, de hombros anchos, cejas a lo Shakespeare y cara de demonio, el cráneo afeitado y unos ojos alargados, magnéticos, verdes como los de un gato. Dótele usted de toda la astucia cruel de la raza oriental pero concentrada en una única inteligencia gigantesca, con todos los recursos de la ciencia antigua y actual, con todos los recursos, también, de un gobierno poderoso y que, no obstante, ha negado siempre tener siquiera conocimiento de su existencia. Imagínese ese ser monstruoso y tendrá usted el retrato mental del doctor Fu-Manchú, el peligro amarillo encarnado en una sola persona".


De esta descripción nace el concepto "pulp", o coloquial, del peligro amarillo, el miedo que los occidentales tienen a que Oriente los sojuzgue, los trate con crueldad, los convierta en sus esclavos.

Fu Manchú nace en las novelas de Sax Rohmer en 1913, pero en la actualidad, gracias a las múltiples adaptaciones al cómic y al cine, pertenece al mundo de la cultura pop, como Drácula, Sherlock Holmes o James Bond.

El concepto atávico de la fobia oriental (más tarde vendría lo del color amarillo), está inserto en el mundo occidental europeo desde la Grecia Clásica. Herodoto describe a los escitas, un pueblo nómada de las estepas centro asiáticas, entre el Caucaso y el Pamir, como el prototipo de bárbaros que lo arrasan todo a su paso. 


Los romanos tuvieron que sufrir de verdad ese peligro amarillo, que en su caso fue cierto y tangible: los hunos primero y los godos después, pueblos de las estepas acabaron por conquistar Europa y establecerse en ella.

Para los japonses, la victoria en guerra con los rusos en 1905, supuso el espaldarazo definitivo a su proceso de modernización, empezado durante la Era Meiji, en 1868-1913.
Los árabes islámicos son otro tipo de terror oriental, no tanto identificado con los bárbaros, como con una civilización tan pujante como la europea, y por eso compiten y luchan en lugares comunes: el Mediterráneo, la Península de Anatolia, los Balcanes y Palestina. 

Sin embargo, en la Baja Edad Media, llegan otros bárbaros: los mongoles, tártaros y demás pueblos agrupados bajo la Horda de Oro de Genghis Kan, Kubilai y Tamerlán.

La Guerra de los Boxers fue un conflicto que supuso el asentamiento definitivo de las potencias coloniales europeas en china. En la actualidad, la Rebelión Yihetúan es alabada por las autoridades de la República Popular.
Curiosamente, fueron otros pueblos, también orientales, los que más sufrieron el dominio mongol, puesto que estos señores de afiladas espadas, fuertes y pequeños caballos y flechas veloces sometieron buena parte de la India y de China durante siglos.

Llegamos así al siglo XIX, el siglo de la pujanza europea y la expansión imperialista por el mundo. Los pueblos occidentales chocan con un decadente Imperio Chino con el que llevaban siglos de relaciones comerciales ventajosas.

En el Loto Azul, Tintin vive en China los años duros de la invasión japonesa tras el incidente del ferrocarril de Mukden. Hergé plasma en unas cuantas viñetas todo el proceso de intervención nipona.

Los británicos, que no tienen los escrúpulos de usura de españoles y portugueses, entran a saco en China, comprando manufacturas de seda y porcelanas que se venden como rosquillas en la incipiente sociedad burguesa victoriana. 

Sin embargo el comercio, hasta el momento beneficiosos para China sufre un revés cuando los ingleses empiezan a introducir opio de contrabando en el Imperio del dragón con el objetivo de obtener divisas en plata que, a su vez, utilizan para pagar las mercancías chinas.

El Emperador Ming gobierna de modo despótico, tiránico y cruel el Planeta Mongo. Alex Raymond, en su cómic creado en 1934, crea este supervillano que se enfrentará durante décadas a Flash Gordon, Hans Zarkov y Dale Arden. Entre los planes de Ming el Despiadado, está la conquista de la Tierra y casarse con Dale Arden.

Se producen así las dos guerras del opio, entre 1840 y 1860, en las que Inglaterra y Francia usurpan territorio de China (los ingleses ocupan Hong Kong y Kwaloon, hasta 1999 y los franceses establecen bases al otro lado del Golfo de Tonkín comenzando la presencia gala en Vietnam y resto de Indochina). 

El estado de crisis y sometimiento de China, que se agrava tras la Guerra Civil de la Paz Celestial, que según algunas fuentes produjo hasta 50 millones de muertos, sería el germen para un sentimiento antioccidental chino, y de manera paradójica un aumento de la emigración china a Estados Unidos y Gran Bretaña.

El Ataque a la Flota americana anclada en Pearl Harbour (Hawaii), por parte de la Marina Imperial japonesa, mete a USA en la 2ª Guerra Mundial.

Al mismo tiempo, Japón despierta de su sueño de siglos, aletargado y encerrado en sus cuatro islas. El Meiji, a partir de 1868, del emperador Mutsu Hito, lleva a Japón a la industrialización, las costumbres se hacen occidentales, y lo que es más importante; la tradición militar japonesa, abandona la katana y el kendo y acoge el acorazado y el fusil de repetición.

Su primera prueba de fuego fue precisamente contra China, a quien humilla en la guerra de 1895, tras la que China acepta la cesión de Taiwán , Islas Pescadores y Liaodong.

En China el sentimiento xenófobo estalla en la Guerra de los Boxers. Hasta el mismo nombre nos indica el desconocimiento del imperialista frente a la realidad de China: no eran clubes de boxeo, sino escuelas de artes marciales.

Soldados americanos en Corea. 

En China a esta guerra se le da muchos nombres, entre los que se encuentran "Levantamiento Yihétuan" o los " puños rectos y armoniosos", también traducido como "puños de justicia". 

Durante los años treinta, el sentimiento del peligro amarillo se consolida en la literatura, el cine o el cómic (recordad a Roberto Alcázar dando piñas a unos chinos con coleta y pies reducidos, al Fantasma contra los Sing, La Sombra frente a Shiwan Khan). Razones no faltaban: 
  • Japón vence a Rusia en la guerra de 1905. 
  • Japón se hace con las posesiones alemanas en el Pacifico tras la I Guerra Mundial. 1918
  • Estalla la guerra civil en China tras la proclamación de la República, entre el Kuomintang y un incipiente Partido Comunista apoyado por los soviets. 1927
  • Japón invade China tras el incidente del ferrocarril de Mukden y Estados Unidos interviene a favor de China. 1931
  • Japón bombardea Pearl Harbour, ocupa Singapur, Filipinas, Indochina, Java, Birmania y expulsa o encarcela a todos los occidentales desde Australia a la India(curiosamente nadie habla de las masacres, violaciones masivas y daños hacia la población oriental nativa de todos estos países y muchos más). 1941
Tras la derrota de Japón, (y su conversión en un lindo corderito que se dedica a construir calculadoras, comer pescado crudo, viajar por el mundo fotografiándolo todo, y poco más,) China se convierte en comunista (1949), Corea del Norte invade la del Sur (1950), estalla la rebelión en Vietnam (1955)... el peligro amarillo continúa ahí. 

Durante finales del Siglo XIX y buena parte del XX, muchos son los villanos orientales: Fu- Manchú, Doctor No, Shiwan Khan, el tirano Ming del Planeta Mongo, Mitsuhirato, Dragón Lady, la Secta Tong, los piratas de la Hermandad Singh...

China posee un ejército regular de más de cuatro millones de efectivos, sin contar con la milicia. en los últimos años se ha dotado de armamento nuclear y soporte espacial.

He leído que se le está echando la culpa de la crisis al gran consumo de carburantes por parte de China o la inestabilidad inherente y endémica del sistema financiero japonés. 

He leído que las triadas de la mafia china dominan el tráfico de drogas y el contrabando de armas en las ciudades españolas.

He llegado a escuchar que la adopción masiva de niñas chinas en los países occidentales, ha sido alentada por las autoridades chinas como una manera de extender sus rasgos étnicos por el mundo.... 

Ya lo ven: el peligro amarillo acecha en la cocina de cualquier restaurante chino.

El conflicto por la soberanía de las islas del mar de la China Oriental provoca continuos incidentes entre China, Japón y Taiwán.

jueves, 16 de octubre de 2008

INUNDACIONES, URBANISMO Y ESCASO SENTIDO COMÚN.




En los últimos años hemos venido asistiendo a numerosos problemas territoriales derivados de las inundaciones por lluvias torrenciales. A las tradicionales avenidas del Turia (la más importante de 1957), del Júcar, Guadalentín y otros ríos mediterráneos, o a la del Nervión de hace 25 años, se han venido sumando algunas últimamente, como la de Coslada, del Ebro en Zaragoza, o en Canarias la famosa del Domingo de Resurrección de 2002 (31 de marzo), que afectó a Santa Cruz de Tenerife.

Su hay algo común a todas ellas es la capacidad para causar víctimas mortales, descontado el hecho de cuantiosos daños materiales cada vez que ocurren. Muchos autores apuntan a que el urbanismo fuera de control y la escasa calidad de las construcciones, tanto privadas como públicas (imbornales, alcantarillas), es una de las causas de estas continuos casos de página de sucesos desde que caen cuatro gotas.

Aparte de sesudos estudios , con modelos matemáticos e informes exactos en cuanto a lluvias, períodos de retorno, anchura y policía de cauces y otras variables que se tienen en cuenta a la hora de plantear eventuales zonas de riesgo frente a lluvias torrenciales (no tan torrenciales, cuando precipitaciones de 60 mm son capaces de poner en jaque una ciudad como Madrid), deberíamos contar con el sentido común a la hora de planificar nuestros pueblos y ciudades. 

El poblamiento tradicional en Canarias, por poner un ejemplo, siempre se dispone sobre lomos en los interfluvios de grandes barrancos, y siempre ocupando las zonas rocosas, donde incuso se aprovechaban los basaltos o las vetas más duras de tosca como parte de los cimientos de las viviendas. Sé que la población ha crecido desde que nuestros fundadores construyeron nuestros pueblos, y que las ciudades deben crecer, pero también sé que sobra mucho cemento y hay escasas muestras de zonas bien definidas y acabadas por los constructores.

En fin, que es un ejercicio verdaderamente arduo colocar en la misma frase sentido común, construcción, crecimiento y urbanismo.
Lo que da lástima es que antes, el ver correr un barranco o una calle era signo de buena fortuna: el ciclo se cerraba, se regaban los campos, se limpiaban las ciudades y el aire estaba diáfano y puro, se rellenaba el acuífero. Ahora, caen las lluvias y tenemos que llamar al 112 porque el coche está haciendo buceo en tres metros de agua en nuestro garaje.
(Foto de cabecera de Mataparda).

miércoles, 8 de octubre de 2008

Pencas y veneneros, energía del futuro.




Según una información escuchada esta mañana en la radio y después revisada en la prensa digital, Cajamar de Andalucía y Albaida Recursos Naturales, investigan para extraer etanol de las pencas y de los higos picos, así como de los veneneros.

Higos picos

Opuntia ficus indica (tuneras, chumberas, pencones), es originaria de México, donde se le conoce como nopal, y forma parte del escudo nacional de esa República norteamericana. 
Lleva en Canarias unos cuantos siglos, aunque su auge, y posiblemente su gran extensión, se debe al cultivo de la grana o cochinilla, esto es, un hemíptero (un insecto parásito) que posee sus jugos internos de color rojo, y que fueron usados como tinte hasta el invento de las anilinas artificiales. 
En la actualidad, la cochinilla se sigue cultivando, porque su tinte se usa para cosméticos, (no crea alergias cutáneas )y también como colorante alimentario (miren los ingredientes de cualquier yogur de fresa). 
Se dice que fue Sabin Berthelot, eminente naturalista y político francés que pasó unas buenas temporadas en Canarias durante su estancia como cónsul, y al que debemos unos cuantos libros sobre naturaleza, geografía e historia de Canarias (aunque también fue un expoliador de tomo y lomo, pero, esa era la manera de comprender la ciencia en el S.XIX), quien impulsó su cultivo. 
Otros dicen que fue un párroco de origen güímarero, que trajo la grana desde Cádiz. Como quiera que fuera, Güímar fue una de las localidades de Tenerife donde más se extendió su cultivo, existiendo todavía un horno para secar grana en la Finca de La Raya.
Luego cayó en desgracia tras el invento de la Bayer (la crisis de la cochinilla a fines del S. XIX, fue terrible para Canarias y marcó el fin de siglo y el comienzo del veinte).

Tabaco moro o venenero.
 
Usado por los campesinos como planta "all purpose" (para todo uso), sirvió como alimento en épocas de escasez, sus frutos se consumían en fresco, pero también secos, los famosos porretos que aportaban azúcares, y por tanto calorías. 
También las pencas tiernas, como excelente planta forrajera, picadas y mezcladas con afrecho, para cabras, o guisadas para cochinos.
Es un excelente seto para dividir propiedades, como defensa frente desprendimientos y rodaduras de piedras en laderas, como WC, como.... una verdadera planta para todo. 
Su cultivo se fue convirtiendo en marginal, en zonas difíciles y donde nada más se podía cultivar. Al ser una cactácea, resiste muy bien la sequía y los suelos pobres y pedregosos. En los últimos años ha sido muy criticada, porque algunos especialistas le han puesto la etiqueta de exótica colonizadora, que compite con otras plantas endémicas y autóctonas en iguales condiciones ecológicas. Yo, sin ser una especialista considero que los pencones, han retrocedido bastante, porque es una planta, que aunque no lo parezca, precisa de cuidados, como podas periódicas o la eliminación de la cochinilla, que al fin y al cabo es un parásito.
 

 
De Nicotiana glauca (el venenero o hediondo), comentar que es un mato introducido por Sabin Berthelot (este hombre estaba en todos lados) en Canarias, como planta ornamental (hay gustos para todas las macetas) a principios del S. XIX, desde México. Pertenece al género del tabaco y por eso también se le llama tabaco moro, o como en Almería, tabaco arbóreo o gandul. 
Es una planta que posee unas florecillas amarillas y que siempre ha sido considerada como una mala hierba persistente, díficil de erradicar(no sirve ni para cabras, ni para leña, una verdadera molestia). 
De apetencias nitrófilas y ruderales, suele establecerse en cultivos abandonados, o en bordes de caminos y carreteras, así como en terrenos de antiguas canteras. En Fuerteventura constituye en muchos puntos, la única referencia verde y arbustiva del paisaje.
Pues bien, estas dos plantas, al parecer producen cantidad de almidón que puede ser aprovechada para extraer etanol. Lo bueno es que son plantas que no compiten en los mercados mundiales de alimentos, y pueden ocupar terrenos en los que no se podría plantar nada más, por su resistencia a la falta de agua y sus escasas exigencias en cuanto a abonado. 
Lo malo es que hacen falta unas 20.000 hectáreas para que sea rentable, es decir, escala comarcal (comarcal penínsular, claro). Almería cuenta con unas 375.000 hectáreas de pastos, barbechos y cultivos abandonados que no tienen un uso definido. 
Aquí es cuando tiré de calculadora y no me salen las cuentas: Canarias tiene unas 745.000 hectáreas de extensión (7.447 Kilómetros cuadrados), y ahí tenemos que meter espacios naturales protegidos (casi la mitad de la superficie canaria), ciudades, vías de comunicación, otros cultivos....
En fín, ya no pensemos más en perforar pozos de petróleo en el mar frente a Fuerteventura y Lanzarote, sino en el bioetanol que nos suministrarían esas extensiones de pencones y hediondos que vemos desde la ventanilla del coche. Me siento como J.R. en Dallas.

martes, 7 de octubre de 2008

La Papa, remedio infalible.






Resulta que la papa es el producto que salvará al mundo de la crisis de los alimentos, ya que es un cultivo muy productivo y nada dispuesto a bambolearse con las fluctuaciones especulativahttp://es.noticias.yahoo.com/efe/20081007/tlt-experta-peruana-asegura-que-la-patat-6d8877d.html 

¡Vaya sorpresa! Al parecer nadie recuerda de que el hecho de que en USA la mayoría de los policías de Boston y New York sean de ascendencia irlandesa, o de que Notre Dame sea una Universidad Católica destacada por la calidad de sus estudiantes y de su equipo de futbol americano, en un mundo dominado por los WASP (White, anglosaxon and protestant), es debido a la epidemia de hongos que produjo entre 1845 y 1849 la Hambruna Irlandesa de la Patata (papa)), con más de un millón de muertos y dos millones de desplazados y emigrantes.



 

En Canarias, la papa, junto con el gofio, han sido los alimentos fundamentales de los habitantes de estas islas. La papa se ha cultivado en el sotavento y en el barlovento, en las medianías y en los altos, de verano e inverneras, de sequero y de riego, en los barriales de Tegueste o de Icod El Alto, y en los jables de Arico y Agache.

Tenemos papas bonitas, azucenas, torrentas, negras, llegadas a fines del S.XVI desde las Américas,(los Andes, para ser más exactos) y en el S.XVIII ya se cultiva en toda Canarias, excepto en aquellos lugares excesivamente secos. A esa diversidad de ambientes y a contar con las cepas genéticas originales, debemos nuestra gran diversidad de papas, así como la gran variedad de formas y tipos de cultivo.


Más tarde, cuando ya perteneciamos a la Commonwealth británica, como colonia económica, nos llegaron las "papas de semilla" desde las tierras Gran Bretaña e Irlanda (¿o es que pensabas que los Yeoward, Fyffes, Hamilton &Co., vinieron a Canarias a tomar el sol y degustar los canary wines, como aún dice en la actualidad algún carpetovetónico periodista tinerfeño?), con esos nombres tan exóticos: kinegüas, utodate, rosada, rambanas, recaras etc.
La papa no es un cultivo elitista, ni mucho menos, por lo que responde bien a las asociaciones de cultivos, con la viña, con los frutales (castaños, almendros, naranjeros), y acepta rotaciones en buen grado con los cereales (trigo, cebada, centeno, millo), y leguminosas (chicharos, chochos, arvejas).



En la actualidad, el cultivo de papa en Canarias se acerca a lo testimonial y gracias a ciertas fiestas puntuales, se mantienen algunas variedades genéticas más antiguas, porque para el canario, el caviar se llama papa negra. Dentro de la crisis de la agricultura en Canarias, realmente aguantó el tipo durante algunos años, pero la llegada de las grandes superficies con sus papas a todo el tiempo (todo el tiempo que hace que la papa la congelaron en Israel), fueron una dura competencia para el agricultor local.


Siempre tenemos mala suerte. Ahora que resulta que podemos volver a exportar papas, como en los años veinte y treinta, los canteros están perdidos, y el chico en el paro porque la obra se acabó y no se va fabricar más o el hotel quebró y los pusieron a todos en la calle.
Se acabó buscar helecheras para ponerlas encima de las papas en la cueva, y así aguantar hasta coger las papitas de marzo...


sábado, 4 de octubre de 2008

Jable del Sur de Tenerife




Hace algunos años (en 2002), Isaac López y yo publicamos en la revista El Pajar un artículo titulado Los paisajes agrarios sobre pumitas del Sureste de Tenerife: Un visión geoambiental. Pretendía ser un apunte más a una serie de artículos publicados por geográfos como Wladimiro Rodríguez, Víctor Martín o Fernando Sabaté. Era una puesta en valor del trabajo secular de los campesinos canarios y de como habían labrado un paisaje singular, aprovechando los recursos que le ofrecía el medio natural. 
Han pasado seis años y muchas cosas han cambiado. Publico en este blog un apéndice de aquel artículo.

El paisaje agrícola del jable es una gran variación respecto al paisaje agrario de costa. En el Sureste desaparece el cultivo del tomate (es una planta termófila que en la medianía, al bajar la temperatura, reduce sensiblemente sus producciones) y aparece el cultivo principal de la papa, aunque en los últimos años está estancado y en algunos sitios en retroceso, asociado a la viña, a los cereales (millo principalmente), hortalizas (calabaza, bubango), leguminosas (habichuelas, habas, arvejas) y árboles (gran variedad de frutales y cítricos).


Estos cultivos se desarrollan en canteros o huertas tradicionales en jable, donde el suelo agrícola son las pumitas (piroclastos volcánicos ácidos), convertidas en arenas de grano más o menos grueso y cuya construcción forma parte de todo un proceso desarrollado secularmente por los agricultores con el fin de obtener suelo y espacio útil. El terrazgo agrícola se convierte en una defensa frente a la erosión de los suelos, debido a que estas zonas de gran pendiente han sido sorribadas, creándose un espacio en bancales sobre laderas de grandes desniveles que son compensados, y que se opone a los daños causados por las arroyadas torrenciales, pero también es un sustrato que no se apelmaza con facilidad, ni en el que se forman costras superficiales.


Papas. Medianías de Abona.


En este paisaje, la viña, aún siendo un cultivo tradicional, prácticamente establecido desde el S.XVI, ha sido en gran medida marginal en cuanto a su disposición (se plantaba en los bordes, a modo de marco de las huertas, para dejar el centro del lienzo para otros cultivos fundamentales), pero no en extensión, puesto que al ser una planta eminentemente de secano ocupaba un espacio agrario bastante amplio, desde bien cerca del nivel del mar hasta zonas altas de cumbre. En la actualidad, el cultivo de la viña es el que ha protagonizado un mayor auge, tanto en superficie cultivada, como en producción. Este esplendor se refleja en el territorio, puesto que la explotación de la viña, bajo nuevos métodos agronómicos (espaldera sobre todo), ha traído consigo la ejecución de grandes obras de sorriba, aplanando lomos y rellenando vaguadas, con el fin de obtener más espacio para el cultivo.

El paisaje agrario se ha transformado sensiblemente en algunos sectores. De canteros de escaso tamaño y paredes de cantos y bloques de tosca con las vides formando aureolas de pequeños parrales, hemos pasado a grandes llanos, surcados por líneas de alambre y postes metálicos donde se ata la viña; con taludes de tierra y piedras sueltas, en los que se ven marcadas las cárcavas originadas por la erosión pluvial, o en el mejor de los casos, tapizados por una pobre vegetación ruderal.

Jable en Vilaflor.


La agricultura tradicional del jable se encuentra relacionada con un tipo de poblamiento típico de estos espacios rurales, en los que las viviendas se disponen sobre los lomos, a lo largo de un camino que asciende a la cumbre, ocupando solamente el frente de dicho camino, porque las partes traseras son ocupadas por bancales, que también se suceden en la primera línea del camino con otras edificaciones. Suelen tener dependencias y construcciones anejas relacionadas con el uso agrícola, como charcas, lagares, e incluso corrales y goros para animales domésticos.

El origen de estos asentamientos es variado. Algunos tienen una génesis tradicional, ya que fueron construidos en momentos en los que la explotación de tierras alejadas era fundamental en la economía, como La Zarza, Chimiche, El Río, El Bueno, Las Vegas (este último algo alejado ya del eminente paisaje de jable), pero otros proceden de casas diseminadas en medio de grandes fincas, que, por procesos de herencia y división de la propiedad fueron generando nuevas viviendas. Los cuartos de aperos, que se construían para guardar útiles de labranza y servir de almacén a los productos de las cosechas y de bodegas, también han tenido una influencia destacada en el crecimiento y estabilización de los vecinos, sobre todo en los últimos treinta años. Este tipo de poblamiento, difuso en origen, ha evolucionado hasta convertirse en núcleos más o menos compactos y de residencia permanente, como La Sombrera, La Sabinita

Además de estos poblados, toda la medianía está salpicada por casas e instalaciones diseminadas, muchas con carácter ocasional, pero otras convertidas ya en viviendas permanentes.

Cerca de Montaña Grande. Granadilla.


Estos sectores habitados y cultivados se alternan con otros sectores de vegetación natural, como barrancos o lugares de gran pendiente, con gran importancia ecológica y ambiental, como los Barrancos de El Río, Herques, Amorín, San Joaquín o Icor.

Cada vez más observamos huertas descuidadas, en una fase más o menos reciente de abandono y cubiertas por vegetación de sustitución, como jaguarzos, vinagreras, cornicales o tuneras.

El paisaje del jable, es un artificio humano, fruto del trabajo secular de las personas. Por eso, cuando se deja de trabajar, sufre un proceso acelerado de deterioro, que consiste en la caída de las paredes y la pérdida de todos los materiales usados en la sorriba, que en cada episodio de lluvias son acarreados al fondo de los barrancos, perdiéndose para siempre todo este suelo fértil.


El Escobonal. Agache.