jueves, 29 de mayo de 2014

El litoral de nuestras Islas Canarias

Mañana es el Día de Canarias. Sin entrar en discusiones sobre si es el día más adecuado para celebrar y hacer patente nuestra identidad singular, común y diferenciada, lo cierto es que ya se encuentra en nuestra agenda como el día en que todos los canarios nos sentimos orgullosos de serlo.

Playa San Juan.


Playa de la Caleta. Garachico. En el Norte también es posible encontrar playas de arena más o menos gruesas, con gravas y callaos de diferente grano. El uso tradicional, e incluso agrícola se está sustituyendo por un uso turístico y residencial.

Playa de Puerto Espíndola, en San Andrés y Sauces, La Palma. El mejor refugio pesquero que ofrece esta parte del litoral palmero.

Pequeña playa de callaos, grava y arena de El Varadero, cerca del Charco Azul, Los Sauces, La Palma. las plataneras llegan hasta el mismo borde de la playa, hasta donde llega la maresía.

Caleta del Ganado, junto a la Montaña de Abades. El topónimo nos trae reminiscencias, quizá de esa costumbre de llevar a los rebaños hasta la orilla de la mar y darles un baño.

Rasa intermareal en la Punta del Pedrón, Malpaís de Güímar. Ricas en comunidades de algas, albergan una importante fauna que es aprovechada por muchas aves para su alimentación. En la foto se ve un zarapito trinador (Numenius phaeopus)

Caleta de La Hornilla, Candelaria. Playa muy popular por sus aguas tranquilas, utilizada por personas mayores y por jóvenes (no a la misma hora).

Montaña de La Mar, Malpaís de Güímar. Este antiguo cono volcánico, muy desmantelado por la erosión marina, no fue cubierto por las colas del volcán de Montaña Grande (Archaco).

Litoral de la Punta de Abona, desde el Faro. Litoral rocoso con algunas playitas de callaos y arenas, muy atacado constantemente por los vientos y el oleaje.

Playa de arenas de Alcalá, Guía de Isora. Aprovechando estas caletas del sotavento insular surgieron pequeñas comunidades de pescadores que se desarrollaron y crecieron con la emigración gomera que vino a trabajar a la platanera. Hoy intentan mantener su identidad frente al avance de las urbanizaciones turísticas. 



Puerto Caballo y Muelle de Hondura, en el litoral de Santa Cruz, lugar de operaciones de carga y descarga de la Refinería de CEPSA.  Aquí se encontraba el antiguo refugio pesquero del que vivieron durante generaciones los pescadores de Los Llanos.

lunes, 12 de mayo de 2014

Ultramarathon man



En el pasado, caminar estaba en el ADN de la gente. En los calurosos veranos, cuando mi abuela iba a los canteros, a buscar fruta de verano (ciruelas, damascos) me levantaba de madrugada y llegábamos, desde El Carmen hasta el Pinalete, antes de salir el sol.

Después, ya un pibe con bigote, sobre todo durante las vacaciones, tras regar de noche, como quería levantarme para ir a la playa, bajaba caminando hasta mi casa de madrugada, dormía unas horas, y por la mañana, choleando o haciendo dedo para La Viuda.
Ibas caminando al colegio, a la plaza, al Tanque a ver a mis abuelos, a jugar con los amigos, a hacer recados (anda que no hacíamos recados)…


Geógrafos veteranos, acompañando a estudiantes de geografía de último año, haciendo trabajo de campo por el Camino Real del Sur, entre el Lomo de la Tose y el Barranco de Herques. 2007

En el colegio también se caminaba. Recuerdo una excursión caminando a la Montaña del Socorro (desde Arafo), al Monte de los Brezos de Candelaria y al Volcán de las Arenas. Ahora lo cuento divertido, pero para un chaval de once o doce años algo gordito estos pateos eran brutales, y siempre me cuestioné su eficiencia pedagógica.

En el Instituto, la cosa cambió. Los que caminábamos sin razón éramos los estudiantes. Durante la Fuga de San Diego, un grupo de colegiales de Arafo y Güímar íbamos caminando desde nuestros respectivos pueblos hasta una bodega en Las Dehesas, donde hacíamos una comida de hermandad. Y después volvíamos a patita.


Con un grupo de amigos y colegas, subiendo la Pista de Fayal, hacía el cortafuegos. Candelaria-El Rosario. 2010.

Mi primer palo de caminar me lo hice con una vara de los acebiños que nacían en la Chapa de Las Gambuesas, junto a los castañeros. Lo pelé al fuego, le tallé con una escofina un mango con agujero, le pasé un cordel y le puse un regatón de goma. Cuando se lo llevé a mi abuelo, me dijo que aquello era un palo de camellero, (un sorinque), y que era muy corto para caminar. Sin embargo, lo usé durante años, hasta que un día me lo robaron en un descuido.


Caminando por el Monte de Los Frailes, en el Lomo de La Montañeta (Arafo), con alumnos de un curso FIP de Educación Ambiental. 2009

Todo esto viene a cuento, porque con el auge de las ultramaratones, se han llenado los senderos de gente corriendo por todos lados. El problema es que corren por correr, sin saber muy bien, por dónde, desde dónde y hacia dónde.

Hace unos meses, nos encontrábamos la muchachada a eso de las diez de la mañana en los canteros (en realidad, ya habíamos terminado y estábamos comiendo el bocadillo), cuando llegaron tres individuos que parecían salidos de Star Trek o de la Fuga de Logan: ropa ceñida negra transpirante superseca; zapatillas de tejido inteligente con puerto USB; mochilas ultraligeras de hidratación con sabor a frambuesa; gafas de la NASA, con protección UVA, UVB, UVC y visión remota nocturna; bandas para el pelo de algodón orgánico y gomina con olor; medias de compresión (como las que usaban las señoras, pero con más glamour)… 

Amablemente, ejerciendo de anfitriones con los recién llegados, les invitamos a agua fresca, una cerveza, bocadillo de mortadela, queso amarillo o similar.


Subiendo por el Camino de Los Romeros a través de Las Arenas (Arafo), en una excursión de la Asociación Cultural del Sureste de Tenerife. 2005.

Entonces los individuos, que no quisieron nada, porque estaban bebiendo no sé qué zarandaja isotónica y comiendo unas barritas de cereales energéticas, empezaron a contar su historia y al rato, la muchachada nos miramos, diciendo en dialecto de la parte alta: estos tíos son unos marcianos.

Nos hablaron de marcas, kilómetros, ritmo, preparación psicológica, subidas, bajadas, sesiones de tirada larga, planificación, recuperación, el mal estado del sendero (en eso les doy la razón: algunos senderos de Arafo están que dan pena, además de peligrosos), y… ¡Zas! En toda la boca: creían que estaban en el Monte de Güímar.

La respuesta fue unánime y algo airada (en dialecto de la parte alta). Les dijimos, con cierta incorrección política, que estaban en el Monte de Arafo, y que el pueblo que se divisaba por debajo era el pueblo de la música.


Explorando charcos intermareales entre Samarines y la Hondura. Candelaria. 2003.

Al parecer, a pesar del Google Earth y los teléfonos con posición global, se habían equivocado unos cuantos metros, (a más de un kilómetro del término municipal de Güimar en realidad.) confundiendo el camino.

Voy a contar dos historias de cómo caminaba la gente de antes (sin GPS) que pueden ilustrar que estos soplagaitas no han inventado nada.
Hace muchos años, un cabrero de por aquí, Señor Gabriel, que murió rondando los cien años, se apostó una cena con unos señoritos a que él llegaba primero desde Arafo a la Plaza del Calvario de La Orotava, caminando por la Cumbre, que los otros en coche por la carretera general. Cuando los fitipaldis llegaron a La Orotava, Señor Gabriel ya iba por el segundo plato.

En una ocasión, en Ifonche, un cabrero nos contó que las tardes serenas, se oían las campanas de Santa Úrsula de Adeje. Cuando oía doblar a muerto, cogía el zurrón, metía dos quesos (aprovechaba para llevarle queso a algunas amistades y compromisos), bajaba por el camino de “Tenteynotecaigas”, se echaba un vaso de vino en el bar de la Calle Grande, hacía los mandados, iba al entierro y daba el pésame, y con las mismas viraba la caña hacia Ifonche y llegaba a tiempo y con luz en el cielo para darle la ración al ganado.


Cruzando el Lomo de Abarzo, junto al canal de la galería de Amanse, Arafo. Con alumnos de la Escuela Taller Urbe Cívica. 2004. 

A todas estas los ultramaratonianos habían llamado por el móvil a algo que sonó como “coche de apoyo”, y al rato apareció un TT 4x4 de marca alemana, del estilo que usan en las pelis americanas, lunas tintadas incluidas y aire acondicionado, con dos chicas malhumoradas porque llevaban un buen rato esperando a los navy seals en el lugar correcto, aunque ellos se habían equivocado.

El Equipo A farfulló una despedida, se subieron al vehículo y desaparecieron en lontananza. Espero que el GPS del auto funcionara mejor que el del móvil, o por lo menos, el navegante lo entendiera, porque si no, ya los veo dando vueltas entre Chimiche y El Bueno.

Cuando uno salía a caminar iba calzado con tenis Crube de suela de goma, los calzones más viejos que tenías (porque si los rompías o llenabas de amores secos, tu madre te mataba), una botella de agua y medio bocadillo de chorizo. Y te pasabas brincando los montes durante unas cuantas horas, y ahora todo es goretex, thinsulate, vibram y majaderotex®.


Bajando el sendero del Barranco de Chacorche, mucho antes de su restauración e inclusión en la Red de Senderos como el SL 296.2. Candelaria. 2003.

No quiero hacer aquí una apología de los tiempos de antes, donde se pasaban muchas penurias y trabajos, pero sí quiero defender a toda la gente que camina por nuestros montes, que salta las laderas con un lanza como nuestros antepasados, que pasea a lomos de una bestia, un burro o una caballería, no como un simple deporte o moda, sino como una manera de conocer nuestro medio natural y nuestro patrimonio canario.

Estoy seguro que a estos super-deportistas-que-caminan-mucho-y-rápido les importa un comino si están en un pinar, laurisilva, tabaibales o palmerales, si cruzan por un tramo del Camino Real, del Camino de los Muertos o por un paso de cabreros.
Esto sucede cuando corres mirando el reloj, mirando las pulsaciones, mirando a tus rivales, mirando el mapa y mirando el GPS. No se tiene tiempo de admirar el paisaje.


Subiendo el sendero del Valle de Chese. Candelaria.2014.

De todos modos, bienvenidas sean, si sirven para que muchos de los que nos mandan, tomen conciencia del intenso uso público que se hace de nuestros senderos y caminos y se deciden a restaurar y arreglar unos cuantos de ellos, que se encuentran en un estado de conservación entre lamentable e irrecuperable, y otros están absolutamente olvidados y perdidos.

Y encima los hay con la desfachatez de perseguir y denunciar a los que, de modo altruista, han decidido limpiar y arreglar algunos tramos. 


En el Barranco de Añavingo, poco antes de llegar a la Galería de Lomo Cambao (Arafo), después de un invierno bastante lluvioso. 2009.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Geografía del Paisaje (I)




Landscape geography, also called comprehensive physical geography, geo-El paisaje siempre ha sido un elemento importante en la investigación geográfica, partiendo del presupuesto de que el objetivo de la investigación del paisaje es tratar de describir, comprender y explicar la realidad terrestre.
El paisaje es lo que vemos a nuestro alrededor, lo que nos rodea. Es un totalizador histórico, en el medio natural, en las ciudades, zonas periurbanas, en las montañas, en el litoral, en las zonas rurales y agrarias.
Desde la perspectiva positivista, se consideró una expresión del funcionamiento ecológico y económico de la sociedad.


La necesidad de la esquematización y la conceptualización previa al planteamiento de las hipótesis.

La geografía del paisaje, también llamada geografía física integral, geo-ecology or landscape science, emerged as a separate discipline from physicalecología o la ciencia del paisaje, surge como una disciplina independiente de la geography around a century ago.geografía física a principios del Siglo XX. The new discipline is unique in that it inves-
La nueva disciplina es innovadora, ya que los pioneros centran sus investigaciones en las tigates connections among the components of nature, analysed by the indiviconexiones y relaciones entre los componentes de la naturaleza, analizados hasta el momento de manera independiente por las diferentes disciplinas dual disciplines of physical geography: geomorphology, climatology, hydrologde la geografía física: geomorfología, climatología, hidrología, soil geography, plant geography and so on. geografía del suelo, biogeografía... The emphasis on the identification
El énfasis en la identificación of relationships among the investigated components makes landscapede los nexos entre los componentes investigados llevan a la ciencia del paisaje a acercarse a graphy close to eco la ecología (ciencia fundada por el naturalista Ernst Haeckel en 1869, gran defensor del evolucionismo, aunque la idea del estudio integral del paisaje y la visión holística, está ya presente en Alexander Von Humboldt).
Ratzel es el primer geógrafo que incorpora a la geografía el evolucionismo ecológico y explica que la relación entre naturaleza y sociedad está condicionada por las características ambientales. Elabora el concepto de espacio vital, que, para él, es el área en la cual se desarrollan los seres vivos.

Esquema de la diversidad y la transformación del paisaje de la dehesa, un agroecosistema silvicola y pastoril mediterráneo muy complejo, que no hemos sabido manejar correctamente en los últimos años. 
Eliseo Reclus, estudia los fenómenos de erosión y deforestación, argumentando la necesidad que tienen las sociedades de adaptarse al medio en el que viven. Su geografía era amena, hacía descubrir el mundo, describía los países extranjeros, hablaba de las relaciones entre los hombres y la naturaleza, pero también de sus luchas por el progreso y la libertad. Parte de su obra tiene un poso ecológico, al señalar las contradicciones inherentes al progreso y explicita la potencial degradación de la naturaleza.

La afinidad entre ecología y geografía se hizo visiblecular in the recent three decades, when the term “landscape ecology” becam cuando el término "ecología del paisaje" se convirtió en a synonym of a new scientific discipline, joining the achievements of geo- sinónimo de una nueva disciplina científica, articulando los resultados conseguidos por la geography and ecology (Richling 1996; Richling, Solon 2002grafía y la ecología. 


Portada de la edición española de El Hombre y la Tierra, versión de Anselmo Lorenzo, revisada por Odón de Buen. Editado por la Escuela Moderna. Lo más escogido del librepensamiento español de finales del Siglo XIX y principios del XX


Este concepto comienza en 1898, con el geógrafo, padre de la edafología rusa, Vasili Vasílievich Dokucháyev, que lo desarrolla en sus relevantes trabajos sobre el principio del análisis integral del territorio. Orientó en gran medida las investigaciones y sirvió de directriz para la solución de variados problemas teóricos, metodológicos y prácticos en el estudio de la geografía en Rusia.
Más tarde se prolonga por el geógrafo alemán Carl Troll, que  introdujo en 1939 el concepto de ecología del paisaje (landscape ecology) en el ámbito científico.
Desarrolló algunos conceptos de la ecología del paisaje y geografía de la alta montaña, como resultado de aplicar la interpretación de fotografías aéreas en los estudios sobre la interacción entre el medio natural y la vegetación.  Destacan sus trabajos pioneros en glaciología y geografía física en las altas cumbres andinas y en las montañas de Asia.

La fotointerpretación trae consigo el descubrimiento de pautas territoriales complejas, que son dificiles de observar a ras de suelo. Suburbios pobres en Sudáfrica (izquierda). En el centro, el cauce de un río, y a la derecha, junto a un lago donde se practican todo tipo de deportes acuáticos, barrios  elitistas poblados por gente de gran poder adquisitivo, rodeados de vallas electrificadas

Similarly to the majority of young sciences, landscape geography focusDurante los primeros años, la geografía del paisaje se centra on working out and testing new research methods, putting research acten la elaboración y ensayo de nuevos métodos de investigación, anteponiendo la actividad investigadora before philosophical reflectioa la reflexión epistemológica, debido a que su It was only in recent years that scientistscarácter integral la acerca más a las disciplinas aplicadas.

En los últimos años, los científicos han directed their attention to the scarcity of discussions devoted to the generdirigido su atención a la escasez de debates dedicados a los methodological foundations of the landscape research and the adverse effecfundamentos metodológicos de la investigación del paisaje y los efectos adversos of this situation for the scientific status of this discipline (cf. Pietrzak 1998,de esta situación para el estatus científico de esta disciplina. Algunos de los temas y cuestiones a los que se intenta responder en los últimos años son los siguientes:Let's explore the most important methodological issues of landscape geo-
·   ¿Cuáles son los objetivos de la investigación del paisaje?
·  ¿Debemos justificar la identidad como disciplina científica independiente a través de un método diferente?ciplin— Expected cognitive results.
· ¿Qué papel juega la subjetividad y la sensibilidad cognitiva en los resultados de las investigaciones?— Forms of scientific explanation.
·  ¿Tiene la ciencia del paisaje su propio método de explicación científica?
·  ¿Existe un paisaje típico (expresión de la diferencia territorial), resultado de la interacción entre cada sociedad, los usos del suelo, la política, la gestión y el medio natural particular?
·  ¿Es el método geográfico el más adecuado para el estudio del paisaje?
·  ¿Es la planificación la solución a los conflictos del paisaje?

Areneras de Güímar. Estos cráteres generados por la extracción de áridos durante más de cuarenta años son un verdadero problema, puesto que su restauración sería muy compleja y costosa. Sin embargo, se debe afrontar de modo serio y riguroso, no mediante propuestas fantásticas propias de un festival de astracanadas.
La dinámica de los paisajes es también otro campo de investigación, estudiando los factores, fuerzas y presiones que generan los cambios, en el pasado y en la actualidad, su origen, tanto natural como humano y las variaciones en el tiempo y el espacio.

Comprender los mecanismos y procesos que dan lugar a variaciones en el paisaje a diferentes escalas geográficas, desde lo mundial a lo local, permite anticipar cómo la actividad humana tiene la capacidad de afectar al paisaje y los efectos que las crisis del paisaje tienen en las sociedades.

En el mundo anglosajón existe un enfoque particular que busca metas prácticas, como la protección del paisaje, su gestión y planificación y que plantea comprender el paisaje como patrimonio natural y cultural en dialéctica constante con la gente que lo habita o visita en especial los paisajes de gran importancia representativa, como serían Monument Valley, Yosemite, o el Teide en el caso canario.




El Teide es un elemento del paisaje más que reconocible, sobre todo para los canarios, y también es objeto de más de dos millones y medio de vistas al año.
¿Cómo valorar objetivamente el paisaje? Cada persona, individualmente, o en grupo, percibe y experimenta el paisaje de un modo diferente, debido a las diferencias sociales, educativas, género, origen o experiencia previa.
Tradicionalmente, el paisaje siempre se ha visto como una expresión meramente visual, pictórica o fotográfica, interpretado por la perspectiva propia de cada pintor, fotógrafo o turista.
Todavía hoy, muchos de nuestros planificadores solamente prestan atención al carácter visual del paisaje. Pero las imágenes son ilustraciones compuestas de granos, puntos, pinceladas, tramas, colores, pixeles e incluso marcos, que simplifican la realidad, y no es bueno simplificar lo que realmente es el resultado de una realidad compleja. 
Puertito de Güímar en los años setenta del siglo veinte. La transformación de litoral ha sido espectacular en los últimos cuarenta años.

Por tanto cada paisaje posee unas señas de identidad aceptadas de manera particular por las personas que lo habitan, más allá de la visión académica o política.
Por ejemplo, tras el paisaje de plataneras que vemos desde el Mirador de Humboldt, subyacen decisiones que se han tomado, en La Orotava, en el Parlamento de Canarias, incluso en Bruselas o Madrid. Muchas de esas decisiones son colectivas o han sido socializadas, pero otras muchas obedecen a intereses o creencias individuales.
Uno de los retos actuales es alcanzar un consenso sobre la percepción colectiva que atribuye al paisaje un valor justo, buscando la participación de las personas en la planificación, apreciando los intereses mayoritarios, pero respetando a las minorías.

Paisaje de las plataneras en el valle de Aridane, La Palma. Posiblemente, este cultivo ya no existiría en Canarias, si no fuera por las ayudas del POSEI y de la PAC europeas.