jueves, 27 de julio de 2017

Recursos hídricos de Arafo.





En general, el agua es un recurso renovable, lo que significa que si se gestiona adecuadamente su continuidad en el tiempo queda asegurada, algo fundamental al tratarse de un bien imprescindible para la vida.
El agua siempre ha condicionado el desarrollo de las actividades humanas, destacando su papel en la agricultura: el riego. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, las formas tradicionales de aprovechamiento del agua han sido, en su gran mayoría, adecuadas.
Estas formas se han basado principalmente en las escorrentías superficiales, construcción de pequeños canales, embalses, aljibes, etc. La característica fundamental es que no afectan al ciclo natural del agua aunque están sometidas a este ciclo y por tanto dependen de la cuantía de las lluvias o de factores hidrogeológicos que a nuestros antepasados se le antojaban arcanos difíciles de controlar.
Sin embargo, cuando el hombre quiere o necesita ir más allá de lo que la naturaleza libremente le proporciona, desarrolla estrategias de uso del recurso que le permiten una mayor disponibilidad del mismo pero que afectan o pueden afectar al ciclo del agua y, por tanto, a su sostenibilidad. Es el caso de la mayoría de los aprovechamientos de aguas subterráneas, como son las galerías y pozos.

Socavón de entrada a la Galería de Los Aguiluchos, tras la Media Montaña. Nunca manó agua.

La estructura geológica del municipio, está constituida por coladas volcánicas alternadas con depósitos piroclásticos de tipo ácido (pumitas, bano, zahorra), y básico (picón), que presentan unas cualidades de porosidad y permeabilidad que permiten la infiltración de las aguas pluviales en los momentos de lluvia.
La percolación del agua de lluvia se produce hasta que encuentra en su camino una capa del sustrato impermeable, constituida por coladas y diques muy antiguos, cohesionados y sin fisuras, donde el agua ya no sigue fluyendo, y empapa el terreno. A este reservorio de agua subterránea se le denomina acuífero. 

Sifón de Amance cruzando el Barranco de Las Gambuesas.
 
En muchos lugares del municipio, aflora una densa red filoniana de diques que han servido de reservorio geológico de aguas subterráneas, y la antigüedad de otros lugares ha propiciado la formación de capas de almagre que logran retener el agua.
El nivel freático del acuífero estará más o menos cerca de la superficie, dependiendo, sobre todo de las condiciones hidrogeológicas, y últimamente, también de la actividad humana.

Arafo fue siempre un pueblo rico en fuentes y manantiales de agua. Los de Añavingo se remontan a tiempos anteriores a la conquista y en la toponimia del municipio se recogen numerosos nombres que nos hablan de unos tiempos en los que era más habitual este tipo de lugares que manaban agua: La Fuente, Bebederos, El Chorrito, Las Piletas, Los Eres, Callejón de La Fuente, Madre del Agua, Fuente de Joco, El Chorro.

Fuente de Chabique. El Valle. Arafo.
Sin embargo, con la explotación de los pozos y galerías, el nivel freático ha descendido y la mayoría de fuentes y manantiales se han secado.
En el municipio, las explotaciones de agua están entre la cota 50 y la 1600. Los pozos (perforación en vertical) se encuentran más en las zonas de la Costa, y las galerías (en horizontal) en las Medianías, y sobre todo en los Altos y la Cumbre.

Bocamina de la Galería los Pilones de La Granja. Altos de Arafo.

Las galerías son túneles horizontales que penetran en las laderas, de sección más o menos variable, y que pueden llegar una longitud considerable, más de cuatro kilómetros en algunos casos.En 1959, en Arafo había más de 40 kilómetros de galerías perforadas, que aforaban una cantidad de 43.526 pipas al día (AMIGÓ DE LARA, 1960)
El descenso del nivel freático que se ha producido en algunas galerías y pozos ha tenido consecuencias claras. Comunidades antaño ricas en agua se han agotado o sus caudales son mínimos como el caso de Los Huecos, La Laja, Viña Vieja, La Fuente, etc.

Raíles abandonados sobre la escombrera de una galería.




El caso de los pozos es peor aún, ya que la sobreexplotación ha conducido a una intrusión del agua marina, con la correspondiente salinización y aumento de la concentración de sodio, cloruros y nitratos, por lo que la calidad del agua ha disminuido considerablemente, y se ha tenido que afrontar una mezcla de aguas o una disminución en las cualidades organolépticas que conduce a la compra de agua embotellada por parte de los vecinos. Las altas concentraciones de sodio hacen esta agua inservible para el riego.
Arafo conserva, empero dos manantiales de cumbre que poseen aguas puras, con un bajísimo contenido en sales y de gran pureza. Uno de ellos es el famoso manantial de Añavingo y otro se encuentra aún más arriba, en Cazme.
 
Interior de la Galería de la Madre de Abajo. De poca profundidad y excavada por métodos tradicionales, aún aporta un buen chorro de agua al caudal del Barranco de Añavingo.
En Arafo, el aprovechamiento de pluviales es prácticamente inexistente, aunque se construyó un gran embalse “La Presa de Los Eres”, a unos 650 metros de altitud y con capacidad para 240.000 metros cúbicos, pero que se encuentra vacía debido a las numerosas filtraciones que posee y a que la cuenca de recepción del embalse no es del todo adecuada para un vaso de tales dimensiones.

Otro capítulo aparte es la construcción de charcas (estanques), que reservan el agua sobrante de las galerías en los meses de invierno para su gasto posterior durante el verano. La mayoría de las charcas son de titularidad privada, y pertenecen, bien a empresas,que luego venden el agua a los agricultores, bien particulares que compran agua y la almacenan para los momentos de escasez o implementear sistemas de riego localizado.

Gran estanque situado en la Costa del municipio, en La Pedrera.

Existen de muy diversos tamaños y capacidades, y en la actualidad, es casi perentorio que los agricultores posean una, aún de pequeñas dimensiones, sobre todo con la implantación de nuevos sistemas de riego, ya sea a mangueras, goteo, o aspersión.

La mayoría de los pozos del municipio aforan un pequeño caudal, en torno a los 24 litros por segundo. De los diez registrados, sólo hay cinco activos en la actualidad.

Las galerías aforan unos 158 litros por segundo. En la actualidad hay registradas 41, y de ellas solamente siete aforan más de 10 litros por segundo, siendo el resto de caudales bastante inferiores.

Tanquilla de reparto de agua para el riego. Junto al camino de El Portugués.
La red de distribución de agua doméstica, en la actualidad, no presenta déficit de suministro, excepto en momentos puntuales originados por accidentes en la red u obras de mantenimiento. La red de abastecimiento es bastante antigua, excepto en algunas zonas de nueva construcción. Sin embargo, el municipio cuenta con tres depósitos reguladores de diferente capacidad, construidos en diferentes momentos. Los dos últimos datan de 1986 y de 2002. Paralelamente, se han afrontado obras de reposición de las conducciones más antiguas para evitar mermas en el suministro.

La media de consumo familiar en Arafo es de 290 litros por persona y día. Esta media debe ser solamente orientativa, ya que está sujeta a importantes cambios, dependiendo de la época del año, o del tipo de familia del que hablamos. Es evidente que el envejecimiento de la población del municipio influye en un menor consumo, debido a que en estas personas mayores, la idea del ahorro del agua sigue permanente, herencia de unos tiempos en que el agua era un bien escaso y había que ir a buscarla a los chorros de abasto público.

Tanquilla de aforo de la Galería de Los Huecos. Hoy, seca. Hace ochenta años fue una de las galerías más caudalosas de la isla de Tenerife
En lo que respecta a la reutilización del agua depurada, el Plan Hidrológico Insular  recomienda esta práctica por las evidentes consecuencias positivas que tiene, sobre todo en la contaminación del subsuelo. La filosofía de la reutilización es algo importante en el Desarrollo Sostenible pero también lo es el adaptarse a las condiciones particulares de cada lugar. 

Se debe reducir el déficit de instalaciones de evacuación de aguas residuales y acometer la ansiada puesta en marcha de la depuradora comarcal de aguas residuales, que tendría consecuencias positivas para los tres municipios de la comarca.
En la actualidad, el saneamiento se realiza mediante pozos absorbentes y tanquillas sépticas, lo cual nos es sostenible, ni desde el punto de vista ambiental, ni económico.

Depuradora de aguas residuales del Valle de Güímar, situada en la zona baja de Arafo. Nunca ha funcionado. En la actualidad se encuentra abandonada y sometida al vandalismo.

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