jueves, 25 de noviembre de 2010

La Isla de Tenerife


La isla de Tenerife está situada en la mitad occidental del Archipiélago Canario, entre los paralelos 28ºN y 28º35'N y los meridianos 16º8'E y 16º46'E, frente al NW del continente africano y a 370 Km. de su costa. Con sus 2.058 Km2 de superficie, es la isla más extensa del Archipiélago. Su mayor altura es el Pico del Teide, que culmina a los 3.718 m sobre el nivel del mar.

Se eleva desde los fondos oceánicos situados a más de 3.000 m de profundidad hasta la cota máxima de 3.718 m en el Pico del Teide, que dista del mar en proyección horizontal 14 Km. en dirección N, 20 en dirección SW y 24 en dirección SE, lo que pone de manifiesto lo abrupto del relieve, con una gran variación altitudinal que se produce en escasos kilómetros. Morfológicamente, en Tenerife se presentan tres grupos de estructuras que definen claramente las características del modelado del relieve (Martínez de Pisón & Quirantes, 1990):
a) Los Macizos Antiguos.(Anaga, Teno y Adeje) En contraste con los relieves estructurales más jóvenes, su morfología se caracteriza por las profundas incisiones torrenciales, los altos acantilados costeros, los fuertes desniveles y la abundancia de formas estructurales derivadas, consecuencia del importante desmantelamiento que han sufrido.
b) Las Dorsales.(Pedro Gil y Bilma) Son edificios lineales que resultan de la imbricación y yuxtaposición de múltiples erupciones autónomas que siguen una directriz dominante. La concentración de la máxima actividad en torno a la fractura principal provoca que la línea de cumbres coincida con dicho eje estructural, desde donde los materiales divergen en forma de tejado a dos aguas. Uno de sus rasgos morfológicos más destacados es la concentración de conos de piroclastos en las áreas de cumbre.
c) El Teide y Las Cañadas. Es la morfoestructura más compleja del archipiélago. Resultante de la imbricación en el espacio y en el tiempo de diferentes estructuras igualmente complejas (dorsales sálicas, caldera, estratovolcán, etc.), su edificación tiene lugar a lo largo de un dilatado ciclo eruptivo en el que se pueden diferenciar tres etapas principales a las que corresponden las tres unidades morfológicas mayores del conjunto: construcción del Edificio Cañadas, apertura de la caldera y construcción del estratovolcán Teide-Pico Viejo.
En la isla escasean las zonas llanas, destacando la vega localizada en los alrededores de La Laguna, que se originó como consecuencia del cierre temporal de los barrancos en este sector por coladas lávicas, lo que dio lugar a una deposición endorreica, con episodios lagunares.
En cuanto al relieve submarino, las vertientes N de Tenerife están caracterizadas por la prolongación en profundidad de la morfología característica de los macizos de Anaga y Teno, entre los cuales se sitúan una serie de cañones submarinos reconocibles hasta profundidades de 2.800 m. Alrededor de los 3.000 m se han distinguido estructuras tipo abanico que contienen numerosos bloques los cuales parecen haber sido transportados hasta allí por procesos de tipo avalancha (debris flow).



viernes, 19 de noviembre de 2010

Españoles, Franco ha muerto.



Hace treinta y cinco años, el presidente del gobierno, Arias Navarro, se dirigía a la nación con esas escuetas palabras. En los momentos siguientes, se dio lectura al testamento del Jefe del Estado, que decía así:

«Españoles: Al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio, pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico.
En el nombre de Cristo me honro, y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir. Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos, sin que yo los tuviera como tales.
Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que lo fueron de España, a la que am
o hasta el último momento y a la que prometí servir hasta el último aliento de mi vida, que ya sé próximo.

Quiero agradecer a cuantos han colaborado con entusiasmo, entrega y abnegación, en la gran empresa de hacer una España unida, grande y libre.
Por el amor que siento por nuestra patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido.
No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la
unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria.

Quisiera, en mi último momento, unir los nombres de Dios y de España y abrazaros a todos para gritar juntos, por última vez, en los umbrales de mi muerte,

"¡Arriba España! ¡Viva España!".»


Ese mismo día, pero de 1936, Jose Antonio Primo de Rivera era fusilado en la cárcel de Alicante, al comienzo de la Guerra Civil que duró casi tres años y acabó con la vida de casi setecientos mil españoles, y muchos más durante la larga y dura postguerra.

El fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera eliminó del bando rebelde al único líder con carisma que podía hacer sombra a los militares, dejando el camino expedito para la conversión de la Falange en partido único del régimen, unificada con los tradicionalistas, pasó a llamarse FET de las JONS con Francisco Franco como jefe nacional.Tras el final de la guerra, el cuerpo fue exhumado y llevado a hombros desde Alicante hasta el Escorial. Y una vez terminada la basílica del Valle de los Caídos, Francisco Franco ordenó que su cadáver fuera trasladado y sepultado allí.

España lleva varios años buscando su revolución, porque, instintivamente, se siente emparedada entre dos losas agobiantes: por arriba, el pesimismo histórico; por abajo, la injusticia social. Por arriba, la vida de España se ha limitado de manera cruel: hace diez años España parecía miserablemente resignada a la dimisión como potencia histórica; ya no había empresa que tentara la ambición de los españoles, ni casi orgullo que se revolviera cuando unos cuantos moros nos apaleaban. Por abajo, la vida de España sangra con la injusticia de que millones de nuestros hermanos vivan en condiciones más miserables que los animales domésticos.

Nuestra generación no puede darse por contenta si no ve rotas esas dos losas; es decir, si no recobra para España una empresa histórica, una posibilidad, por lo menos, de realizar empresas históricas; y, por otra parte, si no consigue establecer la economía social sobre bases nuevas, que hagan tolerable la convivencia humana entre todos nosotros.

"Revolución", artículo de José Antonio, en el diario La Nación, de Madrid, 28 de abril de 1934.




miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sahara libre y democrático.


Yo acuso al gobierno de Marruecos de represor, antidemocrático y colonialista, hasta el punto de plantear una verdadera limpieza étnica en el territorio del Sahara occidental, como el Reich alemán en el oeste polaco, o los turcos en Armenia.
Yo acuso al gobierno español de complaciente con una dictadura sanguinaria, de rehuir su responsabilidad internacional, de abandonar a sus antiguos súbditos por oscuros intereses económicos y geopolíticos.

Yo acuso a la Unión Europea de mirar para otro lado mientras en la herida piel de África se permiten operaciones de limpieza étnica que van en contra de la declaración de derechos humanos, en contra de todo mandamiento humano o divino.
Yo acuso a Naciones Unidas de plegarse a los intereses geo estrategicos de las grandes potencias y de tolerar la ocupación "de facto" de territorios que deberían ser libres, en contra de la voluntad de sus moradores, en contra de todos los tratados de descolonización.

Las imágenes que hemos visto del campamento de refugiados en las afueras de El Aaaiún, y de los posteriores disturbios en las calles, me hacen recordar imágenes similares de diciembre de 1975, cuando se produce el éxodo a Tindouf de miles de saharahuis, continuamente bombardeados por fósforo y napalm .
Han pasado 35 años y nadie ha sido capaz, en todo este tiempo de buscar una solución que evite el sufrimiento del pueblo saharaui.


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lunes, 8 de noviembre de 2010

Nuevo Mundo, nueva ciencia.






A finales del siglo XV, los límites de los tres continentes clásicos del Mundo Antiguo y la Edad Media: Europa, Asia y África, son rebasados por el primer impulso de las potencias ibéricas.

Bartolomeu Días dobla el Cabo en 1488 y se topa con el Índico: Asia se encuentra en la otra orilla.

Colón y los hermanos Pinzón, tras atravesar el Océano desconocido afrontan el descubrimiento de América en 1492.

Los portugueses llegan a Asia doblando el Cabo de Buena Esperanza en 1498. Casi nueve meses tardó Vasco da Gama en llegar a Calicut.

En 1500, la flota de Álvares Cabral se encuentra con Brasil.

Se circunvala el mundo en la expedición de Magallanes y Elcano, y la colonización y explotación de las nuevas tierras es casi inmediata.

Las tierras conocidas se multiplican por dos en poco más de treinta años, el ecumene crece espontáneamente.

Sin embargo, el peso de los presupuestos teológicos y de la ciencia aristotélica es tal que se sigue manteniendo que existe una Terra incógnita meridionalis.


Las noticias que viajeros y descubridores traen sobre la Indias, estimulan el desarrollo científico y el afán explorador, creándose centros de estudios náuticos y cartográficos, como la casa de contratación de Sevilla o la casa de la India en Lisboa.

Se toma como modelo el paradigma de Estrabón, la geografía descriptiva, y se inicia un proceso de recogida sistemática de información territorial con fines políticos, económicos y administrativos: los nuevos imperios transoceanicos precisan conocer datos sobre las riquezas que se poseen, sobre rutas e itinerarios, sobre clima, suelos y agua para establecer nuevos cultivos que empiezan a llevarse al Nuevo Mundo, como el azúcar, el trigo, aceite, viña y diferente ganado.

Se modifica la imagen cartográfica del mundo y se supera a Ptolomeo, a finales del siglo XVI, con las obras Teatro del Orbe de la Tierra (1570) de Ortelius y el Atlas (1595) del flamenco Mercator (Gerard Kremer) (1512-1594), que también aportó la proyección cilíndrica que lleva su nombre.

Los monarcas portugueses y españoles trataron de mantener un exquisito sigilo sobre los nuevos descubrimientos, pero los cartógrafos no cesaban de fabricar nuevas cartas, que eran actualizados y corregidos.

La Tabula Peutingeriana, que es un itinerario que muestra la red de carreteras del Imperio romano, con interesantes anotaciones hidrográficas y de relieve, que data del siglo IV fue hallada en 1507 por el humanista alemán Konrad Peutinger.




Ese mismo año se publica el Atlante de Ptolomeo, acompañado por la Cosmographiae introductio, de Walseemuller, que dio el nombre de América al continente descubierto por Colón, en honor de Americo Vespucio, gracias al cual se demuestra que no eran las Indias deseadas por el Almirante de la Mar Oceána.

Juan de la Cosa, monta el primer mapa de las tierras del Nuevo Mundo en 1500, al que acompañan los de Pedro Mártir de Angleria y Diego Ribeiro. La escuela de Mallorca, se convierte en el primer enclave de producción de mapas de Europa durante el Renacimiento.

La revolución geográfica cambia radicalmente la concepción europea sobre el mundo:

La Tierra era redonda y giraba sobre su eje y Nicolás Copérnico, astrónomo polaco, publica De revolutionibus orbium celestium, que plantea el sistema heliocéntrico: el Sol era el centro del universo y la tierra, una esfera achatada por sus polos, giraba en torno a la estrella

Jean Fernel en 1525, mide con gran precisión el grado del meridiano en el año de 1525 entre Amiens y París al contar el número de vueltas de la rueda de un vehículo.

La época de los grandes descubrimientos había allanado el camino a la revolución científica del Siglo XVII.