lunes, 28 de febrero de 2011

El aire que respiramos

Foto de Jurobra en Flickr.

Podemos permanecer varias semanas sin ingerir alimento. Varios días sin beber agua. Pero no podemos estar más allá de un par de minutos sin respirar.
En estos momentos, en los que las condiciones meteorológicas de ausencia de lluvias, intenso frío, pero cielos despejados y con sol, ha disparado las alarmas en nuestras grandes ciudades, vale la pena pensar un poco acerca de la calidad del aire en Canarias. Le he dado un rápido vistazo al informe de calidad del aire redactado por Ecologistas en Acción, del año 2009.

Los contaminantes más preocupantes en Canarias son las partículas, el ozono y el dióxido de azufre, directamente relacionadas con la quema de combustibles fósiles, tanto en las centrales térmicas, como en el transporte.
En lo referente a las partículas, algunas estaciones del Sur de Gran Canaria han superado el límite del valor diario de 35 días, un valor que también se supera en Lanzarote, con 50 días y en el Sur de Tenerife, con 42. En cuanto a la media anual de este contaminante, la mayor parte de las estaciones Canarias se encuentra por encima de los niveles recomendados por la OMS.
Evidentemente, las acciones que se realizan frecuentemente en nuestro territorio, como manipulación y transporte de áridos, los constantes y fuertes vientos, el carácter seco de nuestro clima, y los episodios de advecciones de aire sahariano, con la llegada de calima ("tiempo sur"), colaboran a que nuestro aire esté lleno de partículas.

En cuanto al ozono, 5 estaciones superan las recomendaciones de la OMS en cuanto al número de días de superación del límite octohorario (En Santa Cruz de Tenerife están los peores registros, en una estación situada a sotavento de la refinería y junto a la autopista, con 84 días de un índice que no debería superarse más de 25 días). Los medidores de ozono no se encuentran en todas las estaciones, por lo que quizá exista un subregistro de este parámetro.
Más llamativo resulta el caso del dióxido de azufre, para el que se toma como referencia que no se deben superar los 20 μg/m3 de media diaria que recomienda la OMS más de 20 veces al año, pero nos encontramos con estaciones que en el Sur de Tenerife, que lo rebasan más de 100 veces (Caletillas, 148; Barranco Hondo, 133; Igueste, 112), evidentemente relacionadas con la presencia de la Central Eléctrica de Caletillas, a la que parece no sentar bien las unidades desulfuradoras instaladas hace años.

Alguna estación supera ampliamente este índice en el Sur de Gran Canaria (Jinamar, 84), y también buena parte de las estaciones de Santa Cruz de Tenerife-La Laguna (media, 41) y casi todas las de Las Palmas.
Con los datos disponibles, la única estación que supera la media anual para los óxidos de nitrógeno (directamente relacionados con el tráfico y la quema de derivados del petróleo) es la del Mercado Central, en Las Palmas.
En Canarias, las enfermedades respiratorias se han convertido en el tercer motivo de consulta en Atención primaria. Si exceptuamos a los fumadores, que se buscan el mal ellos mismos, el resto de los ciudadanos, en especial los niños, nos vemos empujadas a ellas por culpa, sobre todo de nuestro empecinamiento en no abandonar los actuales hábitos de consumo y forma de vida.

jueves, 24 de febrero de 2011

Flora y Vegetación de las medianías bajas del Sur de Tenerife.




La vegetación potencial de las medianias bajas del Sur de Tenerife es la del Piso Basal, con su comunidad típica de cardonal - tabaibal. Sin embargo en algunos lugares, el paisaje vegetal está dominado por las fases de degradación, debido a las actividades agrícolas que se han llevado realizando desde hace décadas, muchas en desuso o a la presencia de otras actividades de mayor grado de transformación territorial (terraplenes vinculados a algunas carreteras, instalaciones, viviendas, y obras menores).

Esta formación vegetal instalada en la vertiente Sur está condicionada en gran medida por condiciones climáticas más extremas (menores precipitaciones, mayor grado de aridez, pobreza edáfica, vientos constantes y desecantes, mayor insolación, etc.) que en la vertiente norte. 
 
Espino blanco (Lycium intricatum).

No obstante gran parte del paisaje vegetal actual es el resultado de la antropización que ha sufrido el territorio donde el sobrepastoreo, la roturación del terreno con fines agrícolas, u otras actividades humanas, (recientemente la urbanización y edificación) han ocasionado el desalojo y destrucción de gran parte de la vegetación natural. 
Se aprecian, empero, procesos de recolonización de las zonas agrícolas abandonadas donde las etapas de sustitución se van reemplazando en el tiempo y en el espacio, siendo más intensos en aquellas huertas que llevan más tiempo abandonadas.

Algunas de las especies que encontramos son nitrófilas y oportunistas de gran distribución y de escaso interés, incluso algunas exóticas de carácter invasor que se establecen en los lugares más degradados.
Entre las principales especies invasoras encontramos malgustos (Ageratina adenophora), pencones, (Opuntia máxima), hinojos (Foeniculum vulgare), cardos (Galactites tomentosa) y piteras (Agave americana).


Vinagrera (Rumex lunaria)


Las formaciones ruderales se colocan cerca de las carreteras y viviendas y se caracteriza por un ralo matorral. 

Las piteras han sido muy utilizadas por parte del campesino canario, como fuente de alimentos, materiales o bordes de finca. Ocupan sectores de ladera, debido a su potente sistema radicular, pero también pueden ser reminiscencias de cuando se usaron como lindes naturales de fincas. 

Las tuneras medran en bordes de risco, pero es una planta muy abundante, y ocupa frecuente lindes de parcela, bordes de barranco, e incluso fincas abandonadas.
Algunas de estas comunidades vegetales son muy agresivas y se introducen en los ambientes alterados, que en este lugar se ubican preferentemente en los bordes de pistas y caminos y antiguas canteras.
Estas comunidades están caracterizadas por especies nitrófilas con una alta capacidad de colonización como la vinagrera (Rumex lunaria), la tunera (Opuntia máxima) y el mato de risco (Lavandula canariensis). También están presentes restos de especies cultivadas como la higuera (Ficus carica).
En el seno de este matorral y como testigo de la acción humana, es frecuente observar especies introducidas asociadas a la presencia de agua, sobre todo cerca de rezumes y salideros de canales y atarjeas, donde encontramos malgustos (Ageratina adenophora), pero tambien zarzas (Rubus s.p.), o torviscas (
Daphne gnidium)
.


Matorral de tabaibal dulce, cornicales y tasaigos

El tabaibal es una formación vegetal cuya estructura y fisonomía se corresponde con un desierto de plantas suculentas, en el que domina la tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera), imprimiendo un aspecto bastante monótono y homogéneo al paisaje. 
Otras especies que forman parte del cortejo florístico de esta comunidad y se encuentran presentes en el ámbito de estudio son: el balo (Plocama pendula) y la leña buena (Neochamaelea pulverulenta), entre otros.


Es una etapa de transición avanzada hacia la formación climácica de la zona, tan sólo detectada en aquellos lugares poco alterados, como barrancos y laderas inaccesibles: los cardonales (Euphorbia canariensis). 
 
El cardón aparece de manera relíctica, sobreviviendo en los enclaves inaprovechables desde el punto de vista agrícola. Se desarrollan sobre Entisoles y con frecuencia aparecen, como ya se ha mencionado, asociados a afloramientos rocosos. 
 
En ellos ocupan un papel destacado algunas especies lianoides como Rubia fruticosa, Periploca laevigata y Asparagus umbellatus, las cuales crecen dentro de los cardones al abrigo que le ofrecen sus brazos espinosos. 
Su estado de conservación es bueno, estando presente prácticamente por todo el ámbito, especialmente en las laderas de mayor pendiente compuestas por planchas de pumitas y con una gran cantidad de ejemplares jóvenes.
 


Se trata de una asociación endémica del sur de isla de Tenerife, que representa la etapa madura de la vegetación inframediterránea más árida. Se localiza en las zonas abandonadas más tempranamente, con un abandono dilatado.

 
En cuanto a la flora más interesante se refiere en las laderas hay magarzas (Argyranthemum frutescens y Argyranthemum gracile), sobre antiguos pastizales y huertas abandonadas con un menor grado de ruderalización, en los canteros de bano abandonados.
 
En estas huertas abandonadas se establece un conjunto de plantas características del infracanario, donde destaca por su papel dominante el cornical (Periploca laevigata), vinculado, sin duda acondiciones de mayor humedad o a la naturaleza de un sustrato más arenoso y disgregado, por lo que se dispone en fondos de barranco y en los bordes de caminos. 
 
Desde el punto de vista de la dinámica vegetal podemos decir que son matorrales con un grado importante de madurez donde se asientan especies como las esparragueras (Asparagus scoparius, A. umbellatus), el tasaigo (Rubia fruticosa), y el propio cornical. 
En los terrenos más expuestos al sol y con sustratos tanto arenosos como rocosos, destaca la presencia del espliego canario (Lavandula canariensis).

Verode (Kleinia Neriifolia)

Pastizales.

En los suelos más o menos profundos y estabilizados se desarrolla un pastizal vivaz caracterizado por la presencia del cerrillo (Hyparrhenia sinaica) y los hinojos (Foeniculum vulgare), los primeros en zonas más secas y los segundos bajo condiciones de mayor humedad. 

Estos pastizales ocupan un nivel superior en la sucesión vegetal de las comunidades climatófilas, por encima de los matorrales nitrófilos antes mencionados. Se localizan fundamentalmente en parcelas de sustratos arenosos localizadas en los bordes de la parcelas, orientada al Noreste y acompañado de otras hierbas de tendencias cosmopolitas como tederas, tomillos, altabacas, zanahoria salvaje, cardos, malvas, lengua de oveja, etc. 

Se incluyen aquí las comunidades de carácter nitrófilo o subnitrófilo que presentan el aspecto de pastos de gran biomasa, dominados por gramíneas. Por lo general colonizan eriales y campos de cultivo abandonados, y donde el sustrato es arenoso, las especies dominantes son el cerrillo (Hyparrhenia hirta) y el panasco (Cenchrus ciliaris). 

Esta formación se encuentra con frecuencia mezclada en mosaico como tabaibas amargas (Euphorbia lamarckii), sobre todo en eriales. Presenta un buen estado de conservación debido a que la fuerte antropización que ha sufrido el territorio favorece la instalación de estas comunidades.

Tabaibales amargos y vegetación de sustitución

Estos matorrales se corresponden con las etapas de sustitución del cardonal y del tabaibal dulce. Cuando la vegetación natural es alterada por actividades humanas de diversa índole, la tabaiba amarga, se erige como la especie que lidera los procesos de recolonización. 
En ocasiones, en estos matorrales de sustitución la tabaiba amarga pierde protagonismo a favor de otras especies como la magarza.
En muchos casos hay una combinación de tabaibal dulce con tabaibal amargo.

Vegetación rupícola.

Estas medianías bajas están salpicadas por zonas cultivadas sobre todo de hortalizas, papas, millo, viña y frutales, incluidos los tropicales, pero también es común el abandono de tierras de cultivo.

En muchas de estas zonas abandonadas, sobre paredes de antiguos bancales, o en zonas de risco, localizamos una interesante vegetación rupícola, con apetencias xerófilas, debido a la escasa humedad ambiental y a la alta insolación que se registra en la zona. 
Entre las especies a destacar, citaremos varias especies de bejeques (Aeonium holochrysum, Aeonium urbicum), y al helecho (Davallia canariensis).

Conclusión.

Las formaciones vegetales instaladas en la vertiente sur de la isla están condicionadas en gran medida por unas condiciones climáticas propias (menores precipitaciones, mayor aridez, pobreza edáfica, mayor insolación, etc.).
 
El uso y la incidencia en el territorio de las actividades antrópicas llevadas a cabo desde el pasado hasta la actualidad son omnipresentes, puesto que las acciones desarrolladas en el mismo han influido en el desigual estado de conservación, aunque hay en algunos lugares vegetación potencial, así como procesos de recolonización vegetal.
 
El Sur de Tenerife es uno de los sectores más áridos de la isla. La vegetación potencial fundamental es climatófila y, por tanto, manifiesta un marcado carácter zonal, con una clara disposición en bandas altitudinales; pero también es importante la vegetación potencial edafófila, condicionada por características particulares del suelo, sobre todo su exceso o falta de agua, así como las comunidades ligadas a la presencia de sal en el sustrato (halófilas), a la humedad (higrófilas), al dominio de arena (psammófílas) o a la ausencia de suelo (rupícolas).                 
 
La condición de xericidad (altas temperaturas, escasas lluvias, condiciones de insolación extremas) es la principal característica del conjunto de las formaciones, por lo que las especies han tenido que adaptarse a ella.

Cardo camellero.


martes, 15 de febrero de 2011

Geografía del Sur de Tenerife: observar, describir, reflexionar.



Colmenas, casi ocultas por las hierbas secas, las vinagreras y los pencones. La apicultura es una actividad realizada por los seres humanos desde tiempos inmemoriales. Hay crónicas que relatan el aprovechamiento de la miel silvestre por parte de nuestros aborígenes. En la actualidad, sin la apicultura sería difícil entender la polinización de ciertas plantas de uso agrícola. El Paso. Arafo.


Parras cultivadas en sustrato basáltico volcánico muy joven (Lavas del Volcán de Arafo, 1705). La sorriba ha consistido en levantar paredes de baja altura, aprovechando una "mancha" o "islote" que las coladas volcánicas no pudieron cubrir del todo y usar los materiales cernidos como sustrato. La Cernebada, Güímar.


Canal excavado en la tosca, que todavía cumple su función de traer el agua desde las galerías de los altos hasta la medianía. Arrastradero de El Escobonal.


Una solitaria naranjera china o mandarina (Citrus reticulatus), aguanta en una huerta abandonada (Aguerche, El Escobonal, Agache), sin riego ni laboreo, ni poda o cava. El aumento del precio de los alimentos en el mercado mundial debería hacernos pensar en volver a explotar los miles de metros cuadrados de buena tierra agrícola que se han ido abandonando en los últimos treinta años en Canarias.


Hierba puntera (Aeonium urbicum). Medianías entre Agache y Fasnia, después de un invierno lluvioso. La intensa floración de esta planta endémica de Canarias es utilizada por las abejas para obtener néctar. que se convertirá en miel, jalea y propóleos.


El agua, siempre escasa en Canarias, en una sociedad actual que aumenta sin cesar su consumo, es cada vez más un recurso finito. Desalarla usando petróleo parece cada vez más insostenible, habida cuenta del constante aumento del precio del crudo: la respuesta pasa por vincular agua y energías renovables y, al mismo tiempo, intentar aprovecharla cuando cae del cielo. Charca excavada en un barranquillo. Lomo la Tose. Fasnia.

viernes, 11 de febrero de 2011

Paisajes del Sur de Tenerife: Montaña Roja.


Bahía de El Médano desde las faldas de Montaña Roja. Se contemplan otros dos espacios naturales protegidos tras el pueblo: Montaña Pelada y Montañas de Ifara y Los Riscos. En primer plano está La Mareta.


Montaña Roja y la playa de La Tejita: un espacio tan frecuentado como poco conocido.


Las extracciones de áridos y la posterior erosión eólica y química han dejado esta doble cornisa que se sitúa sobre el Bocinegro.


La Mareta es una zona lacustre costera creada por las extracciones de áridos que dejaron esta zona deprimida como resultado de llevarse las arenas. Se llena de agua por la infiltración marina y cuando llueve, por el agua que tributan en ella algunas barranqueras. Hoy es refugio de numerosas aves limícolas como avocetas, zarapitos, chorlitejos, etc.



Detalle de los ripple marks que se generan en la superficie de la duna por efecto del viento y la gravedad.


Esto es un típico campo de dunas canario: médanos que se forman cuando un obstáculo vegetal, balancones (Traganum moquinii), en este caso, se opone al tránsito de la arena llevada por el viento.


Montaña Roja desde su base: Aquí existió un campo de médanos que fue arrasado en los años setenta del pasado siglo.