viernes, 30 de noviembre de 2012

Geografia Crítica. Introducción.







La Geografía Crítica es un nuevo enfoque geográfico que comienza a tomar forma en los últimos años de la década de 1960 y los primeros de la década de 1970, y que se basa en un análisis geográfico marxista, criticando el paradigma positivista nacido en el siglo XIX y que fue hegemónico en la ciencia durante buena parte del siglo XX.


Principalmente estudia temas sociales como la injusticia social, la contaminación, la marginación, la salud, el hambre, la pobreza y la delincuencia, y el objetivo no es simplemente analizar lo que está sucediendo, sino también promover el cambio.

Con la caída del Muro de Berlín en 1989, la desintegración del bloque soviético y la desaparición de la URSS en 1991, el valor de un análisis marxista se hizo menos atractivo para algunos, pero otros continúan aplicando los principios de la geografía marxista al análisis de la economía, la política y su relación con el espacio social.





El marxismo considera que los seres humanos transforman su realidad gradualmente a través de etapas hasta que alcanzan la perfección social, y ésta transformación es vista como un objetivo al que las sociedades deben aspirar.

Los cambios se producen por la «dialéctica», es decir, los procesos de los conflictos entre fuerzas opuestas, dando a luz una nueva síntesis que, nuevamente, se contradice, y así sucesivamente. La dialéctica nace ya en la antigüedad clásica con Aristóteles, pero renace en la Edad Moderna con Descartes y Spinoza, y, es asumida como fundamental por Hegel, Engels y Marx en el S.XIX.

La dialéctica es una forma de pensamiento racional. Considera a la realidad como un conjunto o totalidad, que trasciende a los rasgos individuales. Se fundamenta en suponer a la totalidad como el núcleo de partida del proceso del conocimiento y concede un papel decisivo a la actividad de la persona humana en su faceta social. A raíz de aquí surge el materialismo histórico. 


Segregación espacial y social en las ciudades

Las fuerzas que configuran la sociedad son vistas como entidades, que incluyen el capital, el trabajo, el capitalismo y otros modos de producción, el Estado, la clase, la sociedad y el mercado.

La geografía marxista destaca las relaciones dialécticas entre procesos sociales, medio natural y relaciones espaciales. Se refiere a los modos de producción que subyacen bajo la superestructura social.

Otra faceta de la geografía crítica es que se fija en los problemas territoriales y ambientales, tales como la destrucción de ecosistemas o el desarrollo desigual, originado por las desigualdades de las formaciones sociales del capitalismo. 



El rapto de la geografia: los radicales de la arrebatan a los neopositivistas


Está dirigida a cambiar las operaciones fundamentales de los procesos sociales, cambiando los modos de producción y acabando o reduciendo la desigualdad social y territorial.

La Geografía marxista estudia las contradicciones inherentes del capitalismo, tal y como aparecen en el paisaje y sus relaciones criptosistémicas. 





La demografía ha sido una preocupación de los marxistas, siempre desde supuestos anti malthusianos


Estas contradicciones, en muchos casos, se ven acentuadas por el cambio de las estructuras económicas y la lentitud política para adaptarse a ellas

Los estados capitalistas financian sus gastos, incluidos los gastos sociales para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, mediante impuestos. Una reducción de la actividad económica, conlleva una menor entrada de dinero, por lo que se suben los impuestos indirectos, lo cual produce una disminución del poder adquisitivo de las clases populares, menor consumo, y una menor entrada de dinero vía impuestos. 





La desigualdad social en el mundo.



La mayor demanda de mercancías por parte de los ciudadanos, genera una subida de precio que se busca compensar aumentando la producción, lo que conduce a una mayor contaminación y, en países desarrollados donde las autoridades exigen controles estrictos en materia de contaminación, aumentan los costes de producción. Como resultado, las empresas multinacionales establecidas de las regiones industriales se mueven en busca de nuevos entornos para el desarrollo (despojando de su medio ambiente inalterado a otras regiones del planeta) y de también mano de obra a contratar (mediante la explotación, debido a una menor regulación laboral en estos nuevos países).

Los reproches a la geografía marxista vienen, sobre todo de la posmodernidad, que la tachan de etnocéntrica y patriarcal en sus supuestos, por el papel pasivo y uniforme que se asigna a los individuos, que se convierten en meros sujetos no tomadores de decisiones. Otros critican su excesiva preocupación por la demografía, la lucha de clases y la industria, olvidando las cuestiones agrarias y ambientales.


Las migraciones también han sido analizadas desde la geografia crítica

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