Existen formaciones de transición entre los bosques de
las zonas medias y altas y los matorrales de las zonas áridas de la parte baja.
Estas formaciones leñosas sin estrato herbáceo, solamente
existen en la actualidad de manera residual, debido a la degradación producida
por los incendios reiterados y otros daños de origen antropogénico.
Higuera |
En Arafo, estos relictos de bosques termófilos tienen una
composición florística en apariencia muy simple, pero que, como veremos no es
tan simple, ni homogénea.
Sabinas (Juniperus
turbinata ssp. canariensis), acebuches
(Olea europaea ssp cerasiformis) y almácigos (Pistacia atlántica), son los árboles más comunes, con alturas que
pueden llegar a los 10 metros. Alguno de estos árboles pierde sus hojas durante
un corto período en la estación (almácigos).
El matorral acompañante puede ser denso, formado de
arbustos de hasta tres metros de altura, como el granadillo (Hypericum canariense), el jazmín de
monte (Jasminum odoratissimum), la
leña negra (Rhamnus crenulata) y el tasaigo (Rubia fruticosa).
Granadillo |
Dependiendo de las condiciones climáticas y de las
ligeras variaciones existentes en cuanto a precipitaciones y temperatura, estas
formaciones vegetales presentan estructuras y diferentes composiciones
florísticas.
En lugares donde las condiciones de humedad son un poco
mejores aparecen leguminosas como el escobonillo (Teline canariensis) algunas veces acompañadas de labiadas como Salvia canariensis o Micromeria hyssopifolia.
Acebuche. |
Visnea
mocanera (mocán) es un árbol de
tamaño medio que posee un área de
distribución grande en Canarias, desde Fuerteventura hasta La Palma.
Su amplitud ecológica es notable. Va desde las zonas más
húmedas del norte de Anaga a zonas semi-áridas del sur de Tenerife.
En Arafo, esta especie está confinada a fondos y márgenes
de barrancos, con suelos ligeramente húmedos, como ocurre en el Barranco de
Chucarco y en el Barranquillo de Lo De Carta.
Yerbamora |
En otras zonas lo podemos
ver mezclado con árboles de diverso tipo, como pinos, peralillos, madroños o
palo blanco, en formaciones más densas con un importante sotobosque de arbustos
diversos.
Como ya hemos dicho con anterioridad, los bosques
termófilos son en la actualidad muy vulnerables a los incendios, porque han
sido en gran parte destruidos o degradados, existiendo formaciones relícticas de
pequeños rodales, en gran medida de tipo monoespecífico, como por ejemplo,
sabinares, almacigares, palmerales, dragonales o lentiscales.
Mocan. |
Anagyris
latifolia, (Oro de Risco), una
leguminosa muy amenazada por la destrucción de su hábitat, se encuentra en algunas zonas situadas en
barrancos desde las lomas de Juan Leal hasta La Tapia, entre los 500 y 1000
metros de altitud. Es una especie, que, aunque se encuentra en peligro de
extinción, suele colonizar laderas y fajanas abandonadas de borde de barranco.
Romulea columnae |
Las zonas de Municipio de Arafo que están en el dominio
potencial de los bosques termófilos fueron colonizadas desde épocas muy
tempranas y dedicadas a la agricultura, como así lo atestiguan la alquería
agustina de Lo De Ramos y el enclave dominico de La Granja. En estos lugares se
sembraron árboles frutales, tales como almendreros, morales, manzaneros,
perales, membrilleros e, incluso olivos, que sustituyeron a las especies de
árboles nativos.
Almendreros |
El topónimo tradicional del Valle de Güímar, que hoy ha caído en desuso es Valle de Las Higueras, lo que evoca la abundancia de estos árboles de la familia de las moráceas que todavía en la actualidad se encuentra con profusión en lugares diversos, tales como fincas abandonadas, malpaíses, y en general, terrenos balutos.
Medianías de Arafo: La Calzada |
Este tipo de bosques poseen un sotobosque con follaje
semi perenne que es muy sensible al fuego en la estación seca. Muchas de estas
formaciones evolucionan hacia sectores arbolados con índices de cobertura mucho
menores, aunque la composición florística suele ser similar a los rodales más o
menos densos.
Dependiendo de condiciones locales, relacionadas con la
orientación, la umbría o la calidad del sustrato edáfico, las especies más
comunes pueden ser poleo salvaje (Bystropogon
canariensis). Abundantes en las laderas son las cerrajas (Sonchus gummifer, Sonchus acaulis, Sonchus
congestus), y la palomera (Pericallis lanata) así como la efímera
primaveral Romulea columnae.
Medianías de Arafo. Las Cuestas y Perdomo. |
En zonas agrícolas abandonadas hallamos vinagreras (Rumex lunaria) y el helecho macho (Pteridium
aquilinum).
La condición de bosques de transición combina un amplio número
de perfiles de vegetación con especies propias de los pinares o del piso basal.
En las zonas de barrancos y malpaíses cumplen la función de corredores ecológicos
azonales.
Tasaigo |
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