Buena parte de las zonas más
interesantes desde el punto de vista de la vegetación en el municipio de Arafo,
se encuentra en sus barrancos. Algunos de ellos, los más profundos, son capaces
de albergar relictos de laurisilva, como los de Amance, Añavingo, Gambuesas,
Afoña, Los Pilones, o San Pedro, que son bastante hondos en algunos tramos y
que conforman la cuenca hidrográfica de Arafo, encuadrada entre los malpaíses
de Media Montaña y del Volcán de Las Arenas.
Los pinos ocupan las laderas y lomos
orientados al sur, aunque su poder pionero y su gran valencia ecológica lo
convierten en un potente colonizador de huertas abandonadas, bordes de caminos
y riscos pelados.
Curso alto del Barranco de Las Gambuesas, sobre los mil metros de altitud. |
De estos barrancos se obtenían en el
pasado múltiples recursos. Se llevaban las cabras a pastar hierbas y ramos; se
utilizaban los recursos acuíferos, primero tradicionalmente, aprovechando
manantiales, rezumes, eres, pilones, pocetas, y más tarde se picaron galerías;
se recogía pinocha, piñas y leña; también se cortaba madera para construir
desde canales a edificios; con la madera del follao, acebiño y palo blanco se
elaboraban bastones, palos, estacas y mangos para herramientas; del madroño se
recolectaban sus frutos; el brezo y el escobón eran básicos para la práctica
del carboneo; eran múltiples los usos medicinales de muchas de las plantas que
describiremos…hasta se sacaba arena y piedras que fueron utilizadas en la
construcción de muchas casas.
Detalle de la corteza del madroño. Añavingo. |
En los últimos años, debido al abandono
de las actividades agropecuarias, el escobonal, el pinar, el brezal y diversos matorrales
(jarales, codesares, granadillares) han colonizado numerosas terrazas de
cultivo, dependiendo de la altitud, o de factores locales, como la orientación,
la umbría o las condiciones del suelo. Esto es visible en Gorgo, Afoña,
Chivisaya, La Granja, Jualdián, Las Vigas y El Cerrillar.
Barrancos
y Monteverde.
El monteverde es la formación vegetal que
se corresponde con la franja altitudinal de mayor incidencia del mar de nubes, como
ya hemos explicado en entradas anteriores (Brumas y vegetación).
Las formaciones vegetales que en Arafo
aparecen asociadas a este fenómeno son el fayal-brazal y los reductos de
laurisilva de barranco.
Imagen de satélite que capta el tiempo de alisios en Canarias. Mar de nubes en la vertiente norte de Tenerife, afectando ligeramente al Valle de Güímar. |
Los brezales (Fayal-Brezal) son
comunidades de bosques del piso montano que medran en lugares donde las
condiciones ambientales no permiten el desarrollo de la laurisilva.
El condicionante ambiental esencial es
una mayor sequía, aunque se mantiene una
cierta incidencia del alisio a lo largo de todo el año. Las precipitaciones son
intermedias, de unos 600 mm anuales, concentradas entre los meses de finales
del otoño, invierno y comienzo de la primavera.
Otro condicionante palpable es el
aumento de la amplitud térmica, anual y diaria, por lo que solamente
permanecen aquellas especies más resistentes, como el brezo (Erica arborea) y en menor medida la haya (Myrica faya) que
son las especies dominantes en algunos márgenes de barrancos, compartiendo
espacio con pinos y escobones. Están
muy presentes en los bordes de los Lomos del Pinalete, Abarzo, Jualdián, La
Granja.
Mocanes, creciendo sobre los 600 metros de altitud. Chajayonche. |
La llamada “laurisilva
xérica del sur” es un bosque en
el que participan distintos árboles del Monteverde, como el mocán (Visnea mocanera), follao
(Viburnum rigidum), acebiño (Ilex
canariensis), peralillo (Maytenus canariensis) y palo blanco (Picconia excelsa).
Mención particular merece el madroño (Arbutus canariensis), un árbol pequeño
de hojas grandes, dentadas y con tendencia agruparse en rosetas terminales. Su
corteza es extraordinariamente lisa, de color salmón. Esporádicamente puede
crecer hasta 15 metros. Suele encontrarse en los bordes de la laurisilva y del
pinar mixto, apeteciendo laderas y lomos rocosos.
Madroño creciendo en las laderas orientadas al norte del Barranco de La Piedra Cumplida. |
Su distribución ecológica se atribuye
a una escasa competitividad, por poseer semillas de muy pequeño tamaño y plántulas
de desarrollo lento. Su forma vital le facilita resistencia a la insolación y
la escasez de precipitaciones, en lugares que reciben la influencia del alisio.
Esta característica explicaría la
localización de los madroñales más importantes de Tenerife en el Valle de
Güimar.
En el Barranco de Añavingo, tanto palo
blanco como madroño ocupan las laderas orientadas al norte, al noreste y al
este, siendo especialmente abundantes junto al Canal de la Galería de Amanse. Los
mocanes, escasos y dispersos, se disponen en el fondo, junto a los follaos. En
los Pilones de La Granja, los madroños forman bosquetes colgados de los riscos,
aún en el dominio del pinar.
Follao. Barranco de Añavingo. |
Los acebiños y algunos peralillos se
establecen en las laderas de Las Gambuesas y de la Piedra Cumplida, mezclándose
en ocasiones con pinos, hayas y brezos, estando también presentes en Amance.
El hábitat especial de las vaguadas
más guarecidas y fondos de barrancos más húmedos, umbríos y protegidos, se enriquece
con especies propias de la laurisilva.
El aderno (Heberdenia excelsa), es uno de los árboles que se encuentran en
los lugares abrigados, que casi siempre se establece aprovechando las grietas
húmedas de los riscos situados entre los 600 a 700 m.s.n.m. Eran mucho más
abundantes en el pasado y reducido a pocos ejemplares en la actualidad.
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