miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sahara libre y democrático.


Yo acuso al gobierno de Marruecos de represor, antidemocrático y colonialista, hasta el punto de plantear una verdadera limpieza étnica en el territorio del Sahara occidental, como el Reich alemán en el oeste polaco, o los turcos en Armenia.
Yo acuso al gobierno español de complaciente con una dictadura sanguinaria, de rehuir su responsabilidad internacional, de abandonar a sus antiguos súbditos por oscuros intereses económicos y geopolíticos.

Yo acuso a la Unión Europea de mirar para otro lado mientras en la herida piel de África se permiten operaciones de limpieza étnica que van en contra de la declaración de derechos humanos, en contra de todo mandamiento humano o divino.
Yo acuso a Naciones Unidas de plegarse a los intereses geo estrategicos de las grandes potencias y de tolerar la ocupación "de facto" de territorios que deberían ser libres, en contra de la voluntad de sus moradores, en contra de todos los tratados de descolonización.

Las imágenes que hemos visto del campamento de refugiados en las afueras de El Aaaiún, y de los posteriores disturbios en las calles, me hacen recordar imágenes similares de diciembre de 1975, cuando se produce el éxodo a Tindouf de miles de saharahuis, continuamente bombardeados por fósforo y napalm .
Han pasado 35 años y nadie ha sido capaz, en todo este tiempo de buscar una solución que evite el sufrimiento del pueblo saharaui.


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