miércoles, 20 de agosto de 2025

LA PLANIFICACIÓN TERRITORIAL ESTRATÉGICA (FINAL).

 


Crítica a los enfoques tradicionales de planificación urbana y la necesidad de un nuevo paradigma

La planificación urbana o territorial, en la mayoría de los países europeos se ha entendido como la estructura física del desarrollo o la planificación del uso del suelo. Históricamente, los planes generales han sido el eje central de este proceso. Aunque este enfoque se ha modificado en algunos países, sigue siendo el punto de partida para la planificación urbana en muchos lugares. Este tipo de planificación es una herramienta fundamental para la gestión y el desarrollo urbano, pero en los últimos años ha demostrado ser mucho menos eficaz de lo que podría ser.

Críticas a los Planes Generales de Ordenación tradicionales:


  • Se han criticado por ser excesivamente complejos, burocráticos, lentos, estáticos y elitistas.
  • Las políticas que contienen pueden quedar obsoletas, lo que hace que el proceso sea irrelevante.
  • No promueven la participación pública, debido a su complejidad y alta prolijidad técnica; los grupos comunitarios, los vecinos y el tejido asociativo suelen quedar excluidos del proceso.
  • La planificación urbana tiende a estar desconectada de los responsables de financiar el desarrollo urbano y de proveer infraestructura y servicios. 

Reorientación hacia un nuevo paradigma.

Hoy en día, se enfatiza la descentralización, la transparencia y la rendición de cuentas. Es necesaria una planificación más flexible, indicativa y proactiva. Las ciudades del futuro deben planificarse de manera más consciente si se busca la sostenibilidad, ya que esta no puede depender de mecanismos espontáneos o de las fuerzas del mercado. Las prácticas de planificación urbana deben ajustarse para integrar las preocupaciones ambientales, sanitarias, económicas y sociales. Por ejemplo, los nuevos planes generales, los planes de desarrollo (Planes Parciales, Planes Especiales y los Estudios de Detalle) y  los Instrumentos de Gestión Urbanística (Programas de Actuación Urbanística y Proyectos de Urbanización) pueden guiarse por una nueva visión y un conjunto de valores comunitarios.

Los urbanistas reconocen que los factores ambientales, sociales y económicos que promueven el bienestar son complejos. El enfoque holístico, propuesto por los pioneros de la planificación, examina la interrelación entre las personas y su entorno. Este enfoque y el trabajo detallado son complementarios y mutuamente indispensables.

La planificación debe desempeñar un papel activo en la creación de entornos que fomenten la participación ciudadana y ofrezcan una amplia gama de instalaciones comunitarias y de ocio.

El estrés en las ciudades, causado por la violencia, los comportamientos incívicos y el tráfico no regulado, puede afectar directamente la salud de los ciudadanos. Los planificadores urbanos, en colaboración con los diferentes agentes, pueden ayudar a aliviar estas condiciones.

 

Componentes de un enfoque de planificación más eficaz

 El nuevo enfoque para una planificación más eficaz incluye varios componentes:

  • Participación comunitaria: para establecer objetivos claros, fomentar un sentido de pertenencia, promover la conciencia pública, fortalecer los instrumentos de gestión y fomentar la participación de la comunidad.
  • Participación de todos los actores de la ciudad: desde las etapas iníciales hasta la implementación y el mantenimiento de los procesos de planificación.
  • Coordinación entre planes nacionales y políticas: para asegurar una alineación entre la información, los intereses particulares y la orientación política.
  • Interacción de la planificación urbana y económica: para asegurar vínculos claros entre los diversos procesos de planificación de las ciudades, especialmente en lo que respecta al empleo y las necesidades de las pequeñas empresas.
  • Sostenibilidad: los enfoques de planificación urbana deben considerar abordar las preocupaciones ambientales a largo plazo así como la eficiencia energética en las construcciones urbanas.
  • Viabilidad financiera: los planes urbanos deben prepararse con plena conciencia de las implicaciones financieras de las propuestas, incluyendo los gastos de capital y los mecanismos de recuperación de costos.
  • Subsidiariedad: la toma de decisiones al nivel más bajo posible compatible con los objetivos deseados puede maximizar la participación y la eficacia de los procesos de planificación.

La planificación urbana abarca una amplia variedad de temas y busca equilibrar e integrar múltiples intereses. Aunque un enfoque intersectorial no garantiza la sostenibilidad, una mayor integración de los planes urbanos tiende a aumentarla. Los sistemas de planificación urbana son esenciales para desarrollar e implementar políticas de desarrollo sostenible que vinculen cada vez más los objetivos ambientales, sociales y económicos.

 

Requisitos para la planificación urbana sostenible.

A pesar de las diferencias entre ciudades, se han identificado algunos requisitos generales para que la planificación urbana avance hacia la sostenibilidad:

  • Incluir objetivos a corto y largo plazo en el plan o visión estratégica.
  • Asegurar una buena comprensión del contexto local antes de preparar los planes.
  • Evaluar el impacto social, económico y ambiental de los proyectos.
  • Utilizar indicadores para facilitar la toma de decisiones.
  • Promover una fuerte participación y compromiso de la comunidad.
  • Garantizar la sostenibilidad ambiental.

A pesar de que muchos sistemas de planificación existentes ya operan en varias escalas geográficas, incluyen la participación de la comunidad de diversas maneras, y buscan considerar los efectos sociales, económicos y ambientales, la planificación tradicional del uso del suelo parece ser inadecuada para conectar la planificación y la toma de decisiones.

Esto ha llevado a un cambio en muchos países hacia un enfoque más dirigido al desarrollo, con el objetivo de intervenir de manera más directa, coherente y selectiva en la realidad social.

En la década de 1960 y 1970, la planificación urbana estratégica evolucionó hacia un sistema de planificación integral a diferentes niveles administrativos. Sin embargo, en la década de 1980 hubo un retroceso en la planificación estratégica, influenciado por el desdén neoconservador y el escepticismo posmodernista. Hoy en día, se han revivido los enfoques, marcos y perspectivas estratégicas para ciudades, regiones urbanas y regiones. La planificación territorial estratégica no es un concepto o herramienta única, sino un conjunto de procedimientos y herramientas que deben adaptarse cuidadosamente a cada situación.

 

Conclusión

Un plan general  de ordenación urbana que se centre en el bienestar de la población no puede limitarse al control del uso del suelo. Requiere encontrar políticas y medios de implementación que logren simultáneamente objetivos socioculturales, ambientales y económicos. La planificación territorial estratégica, que es un enfoque coordinado, implica la creación de asociaciones, la participación deliberativa, la comprensión de problemas críticos, el desarrollo de diferentes opciones y alternativas, la planificación de acciones, la implementación de medidas correctoras, el monitoreo y la evaluación. Este proceso es cíclico y de aprendizaje continuo.

Recomendaciones clave:

  • Se necesita una regulación en cada sistema de planificación para responder a las preocupaciones de los ciudadanos y las ciudades, al tiempo que se evita el desarrollo desordenado e incontrolado.
  • Los planificadores deben buscar nuevas soluciones que alcancen objetivos territoriales, sociales, culturales, administrativos y económicos.
  • Los enfoques de planificación deben estar orientados por esos objetivos, con la administración local y regional  definiendo estrategias territoriales amplias y de sostenibilidad.
  • Los planes urbanos deben describir los estados previstos en todas las dimensiones de la sociedad y la ciudad, incluyendo indicadores para medir el éxito de las medidas que se apliquen.
  • Los sistemas de planificación con planes de zonificación rígidos necesitan encontrar formas de ser más flexibles, como la promoción de sistemas de uso mixto.
  • Los sistemas de planificación deben trabajar en estrecha colaboración con los ministerios, consejerías y agencias implicadas y los regímenes de subvenciones para fomentar el desarrollo sostenible.
  • Las propuestas locales deben ajustarse a las estrategias o regulaciones regionales y nacionales, y cada plan debe formularse después de un análisis exhaustivo de la situación local.
  • Se necesitan planes de acción inmediata y a corto plazo, ya que la influencia de la planificación en el urbanismo es un mecanismo a largo plazo.
  • Es necesario desarrollar un plan de planificación coherente para las áreas urbanas y rurales para garantizar enfoques más sostenibles y habitables frente a la globalización.
  • Cada ciudad debe encontrar el enfoque más apropiado para su situación local, pero todas deben considerar cómo integrarse en el proceso de globalización de manera "glocal".
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