lunes, 31 de mayo de 2010

Nuestro Futuro Común


Barrio de chabolas. España.
(Foto El País).
En España hay unos 2.150.000 hogares que viven en la pobreza.
Son más del 20% de la población.
La pobreza severa (menos del 25% de Renta Disponible Neta) afecta a más de 300.000 hogares. Los que padecen una pobreza extrema son más de 500.000 personas.




En Octubre de 1984 se reunió por primera vez la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (World Commission on Environment and Development) atendiendo un urgente llamado formulado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el sentido de establecer una agenda global para el cambio (A global agenda for change). La Comisión partió de la convicción de que es posible para la Humanidad construir un futuro más próspero, más justo y más seguro.
Con ese enfoque optimista publicó en abril de 1987 su informe denominado "Nuestro Futuro Común" (Our Common Future). El informe plantea la posibilidad de obtener un crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad de los recursos ambientales.
Su esperanza de un futuro mejor, es sin embargo, condicional. Depende de acciones políticas decididas que permitan desde ya el adecuado manejo de los recursos ambientales para garantizar el progreso humano sostenible y la supervivencia del hombre en el planeta.
En palabras de la misma Comisión, el informe no pretende ser una predicción futurista sino un llamado urgente en el sentido de que ha llegado el momento de adoptar las decisiones que permitan asegurar los recursos para sostener a ésta generación y a las siguientes.
Cuando se conformó la Comisión en 1983 como un cuerpo independiente de los Gobiernos y del sistema mismo de las Naciones Unidas, era ya unánime la convicción de que resultaba imposible separar los temas del desarrollo y el medio ambiente.
Tres fueron los mandatos u objetivos impuestos a la Comisión:

1. Examinar los temas críticos de desarrollo y medio ambiente y formular propuestas realistas al respecto.
2. Proponer nuevas formas de cooperación internacional capaces de influir en la formulación de las políticas sobre temas de desarrollo y medio ambiente con el fin de obtener los cambios requeridos.
3. Promover los niveles de comprensión y compromiso de individuos, organizaciones, empresas, institutos y gobiernos.

Por eso la Comisión planteó que la humanidad tiene la capacidad para lograr un "desarrollo sostenible", al que definió como aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. El concepto de desarrollo sostenible implica limitaciones.
Considera la Comisión que los niveles actuales de pobreza no son inevitables. Y que el desarrollo sostenible exige precisamente comenzar por distribuir los recursos de manera más equitativa en favor de quienes más los necesitan. Esa equidad requiere del apoyo de los sistemas políticos que garanticen una más efectiva participación ciudadana en los procesos de decisión, es decir, más democracia a niveles nacional e internacional. El desarrollo sostenible depende de la voluntad política de cambiar.
La Comisión centró su atención en los siguientes temas:
• Población y recursos humanos: La población mundial sigue creciendo a un ritmo muy acelerado, especialmente si ese incremento se compara con los recursos disponibles en materia de vivienda, alimentos, energía y salud. Dos propuestas se formulan al respecto: Reducir los niveles de pobreza y mejorar el nivel de la educación
•Alimentación: El mundo ha logrado volúmenes increíbles de producción de alimentos. Sin embargo esos alimentos no están bien repartidos.
• Especies y ecosistemas: Muchas especies del planeta se encuentran en peligro de extinción. Este problema debe pasar a convertirse en preocupación política prioritaria.
• Energía: la demanda de energía se encuentra en rápido aumento. Si la satisfacción de la misma se basa en el consumo de recursos no renovables el Geosistema no resistirá. El Calentamiento Global es la prueba. Hay que mejorar la eficiencia energética, y fundamentarla en fuentes renovables.
• Industria: El mundo producía ya en 1987 siete veces más productos de los que fabricaba en 1950. Los países ricos han comprobado que la lucha contra la contaminación ha mejorado la salud, y la prevención de impactos ambientales y que las industrias se han vuelto más rentables al realizar un mejor manejo de sus recursos.
• El reto urbano: Al comienzo del siglo XXI, casi la mitad de la humanidad habita en centros urbanos, pero en países en vías de desarrollo, sin recursos, ni personal para suministrar a sus cada vez más numerosos habitantes, los servicios y las infraestructuras necesarios para una vida digna: agua limpia, sanidad, colegios y transporte público. Las nuevas ciudades exigen mayor poder de los ciudadanos, más fondos, mejor poder político y personal formado.



lunes, 24 de mayo de 2010

Biodiversidad canaria.


Diapositiva 14
Se denomina biodiversidad al término que alude a la variedad de seres vivos diferentes que viven en un territorio determinado. Este término puede describirse desde el punto de vista de los genes, de las especies y de los ecosistemas.
A veces piensas que hay hechos antidemocráticos que forman parte del pasado. A veces piensas que el progreso ha superado muchas rémoras que impedían que las sociedades caminasen hacia un mundo mejor. A veces confías en la ciencia, en los descubrimientos científicos, en personas que dedican buena parte de su vida, de su inteligencia, a estudiar los procesos que hacen funcionar el Planeta Tierra. A veces crees que todo el mundo ha llegado a las mismas conclusiones que tú, que definiciones como la que he colocado al principio de esta entrada están muy claras para todo el mundo.
Y de pronto, la realidad te da una bofetada.
Los intereses económicos de unos cuantos priman sobre el bien común de todos. No solo ponen en peligro nuestro bienestar, sino el de nuestros hijos y nietos. Ponen en peligro la posibilidad de un progreso diferente, de un progreso solidario, de un futuro común ( y esto no lo digo yo, lo decía la ONU hace ya más de veinte años).
Y ves que, ante una decisión injusta, que se toma para favorecer las ansias de enriquecimiento ilimitado de unos cuantos, aplauden hasta con las orejas un montón de culichiches adulones, que habitan en las ciénagas de ciertos medios de comunicación, de ciertos despachos y empresas...seres albinos y ciegos que jamás han hecho nada por el bienestar común.
Y los epítetos peyorativos te vienen a la boca. Y sientes asco de vivir en una sociedad como esta.
La decisión tomada por el Parlamento Canario, sin prestar oídos a los expertos, creando figuras que van en contra de los catálogos nacionales, es comparable a que se permita la libre venta de tabaco en las escuelas de primaria.

¿Cómo vas a explicar lo que es la biodiversidad a los que no la conocen, pero les pides, que, como ciudadanos de a pie, deben protegerla? ¿Cómo les enseñas que la democracia es buena y justa, y que las leyes afectan a todos por igual?. Lo irónico del asunto es que ésta fue la manera de celebrar el Día Mundial de la Biodiversidad por parte de los políticos canarios.
Lo malo es, que, en medio de la actual crisis económica, con una Europa que camina como un burro viejo, renqueando y malherido, con un gobierno de España que recorta sueldos y plantea a los trabajadores reformas antisociales, con un gobierno canario que es un desastre y con un frenazo a la inversión pública en infraestructuras, el discurso de que toda la culpa es de los bichitos y de las plantitas que no sirven para nada, y de cuatro melenudos que los protegen, suena bien en los oidos de un sociedad acogotada por el desempleo, necesitada de trabajo y de ingresos, y creen en los políticos que les prometen contratos, ríos de monedas de oro, lluvia de millones. Y estos fulanos piensan que han ganado, porque ¡al fin! se va a construir todo lo construible, y se sienten confortados en su limbo autocomplaciente y en la impunidad de sus escaños.
Perdonálos, Señor, porque no saben lo que hacen.








miércoles, 12 de mayo de 2010

Cañadas y trashumancia.



La ganadería trashumante es una actividad practicada por la humanidad desde que abandonó el nomadismo y se asentó en un espacio concreto. Consiste en llevar a los ganados, dependiendo de la estación del año, hasta las zonas donde existen pastos, huyendo de la sequía y de las heladas.
En la Península Ibérica este tránsito depende de características geográficas de todo tipo: cordilleras, mesetas, llanuras, ríos…y del clima mediterráneo, el único del mundo donde hay una ausencia total de lluvias en verano, por lo que se agostan los pastos. En la mitad norte y las montañas, los inviernos nevados impiden el aprovechamiento de la hierba por el ganado.

Las vías pecuarias, desde las cañadas, hasta los cordeles y veredas, conforman una densa maraña que ocupa toda la península, excepto Galicia, las provincias cantábricas y las provincias costeras catalanas, afectando en especial a Castilla, León y La Mancha.
Estos caminos están cubiertos de un césped de hierbas bastante cerrado, que tiene una evidente importancia en la conservación del medio natural: ayuda a mantener el hábitat de avifauna y otras especies animales, como pequeños mamíferos; son reductos de diversidad biológica en un “mar” de campos cultivados y paisajes urbanizados; sirven de “corredores naturales” entre ecosistemas rodeados de zonas humanizadas; crean rugosidades y discontinuidad en la homogeneidad imperante.




Del mismo modo, contribuyen a conservar las dehesas (un importante patrimonio histórico del paisaje ibérico y mediterráneo que no debería perderse) y los pastizales de montaña, que son agroecosistemas que forman parte de la identidad paisajística y cultural española, y que se ven seriamente afectados por el abandono de las prácticas de la ganadería trashumante: la dehesa, sin los ganados de “ida y vuelta” y con los procesos de estabulación, se va degradando hacia un herbazal nitròfilo de escaso interés para el ganado y la permanencia de animales en el mismo sitio plantea la aparición de enfermedades parasitarias (por la mezcla excesiva de estiércol de los propios animales con las hierbas que son consumidas y por el hacinamiento de los mismos).

En los pastos de las montañas, la búsqueda de rendimientos propicia la ganadería vacuna semiestabulada, sin vaqueros, por lo que los rebaños pacen a su libre albedrío, y sólo aprovechan los pastos de las zonas bajas, las más cómodas, con el consiguiente deterioro y la infrautilización de los pastos de las laderas, que son más frescos y abundantes.

Las cualidades edáficas de las cañadas son óptimas, al poseer suelos no laboreados, que conservan todas las características de los suelos naturales, con abundancia de vida microscópica beneficiosa y en los abrevaderos que se encuentran de tramo en tramo para que beba el ganado, se concentra vida salvaje, como invertebrados, peces, anfibios o aves, fundamentales en el ecosistema.

 

jueves, 6 de mayo de 2010

Las cumbres de Agache


Delimitar la comarca de Agache a principios del siglo XVI no está exento de problemas. La palabra Agache tiene su raíz en la lengua aborigen, quienes la empleaban para definir un determinado espacio geográfico en el Sureste de la isla, cuyos límites servirán también a la nueva sociedad colonizadora para establecer inicialmente su nueva distribución territorial.
Creemos que el término “Agache” que aparece en los documentos, abarcaba una parte del actual municipio de Güimar, el oriente de Arico y la totalidad de Fasnia.
Sus cumbres estarían delimitadas en un espacio geográfico cuyos límites se establecerían en el Norte por la Ladera de Güímar y por el Sur desde la Degollada de Los Picachos, continuando por el Salto de Las Hiedras y el Barranco de Tamadaya.

PROFUNDOS BARRANCOS EN LAS ZONAS ALTAS DE AGACHE, CERCA DE EL ESCOBONAL.



Resulta muy difícil establecer cual era el paisaje vegetal de esta zona con anterioridad a la llegada europea, resultando indiscutible la influencia que debieron ejercer los modos de producción de la comunidad aborigen sobre los recursos de la zona. Si bien el desconocimiento de herramientas de metal limitó su actuación sobre las formaciones de pinar, el uso del fuego para favorecer la expansión de pastos pudo haber sido una práctica desarrollada por los guanches. Sin embargo, una vez finalizada la conquista, es de suponer que la formación vegetal de Pinar Canario de Agache se encontraba en un estado de conservación excelente (Rodríguez Delgado, 1991), razón por la cual será elegida por los conquistadores de forma prioritaria para los aprovechamientos forestales.
Numerosos son los autores que coinciden en que la posterior extracción desmedida de la pez mediante destilación en combustión incompleta de los pinos tea, influyó de modo importante en la deforestación (Rodríguez Delgado, Op. Cit.), (Viña Brito, 2001). El resultado fue que en poco menos de treinta años, la tala de pinos para producir pez había hecho desaparecer el arbolado de buena parte de los altos de esta comarca, lo que trajo nefastas consecuencias para el pinar y, por supuesto, para el equilibrio ecológico de estos sectores del Sureste insular que cuentan con la particularidad climática de que las lluvias son escasas, pero cuando aparecen, son copiosas y con gran intensidad horaria, por lo que la pérdida de cobertera arbórea y del sotobosque influyeron en una erosión paulatina de los suelos, debido a las aguas torrenciales.

ALTOS DE FASNIA, CERCA DE LA PASADA DEL HORNITO.

Esto fue un factor importante en el empobrecimiento del piso bioclimático, conduciendo a procesos que no permitieron al ecosistema recuperarse hacia su fase primigenia, una vez cesaron las talas y extracciones de árboles. Este fenómeno explicaría la interrupción de la banda forestal de pinos entre la Cumbre Occidental de Güímar y las zonas altas de Arico, al borde exterior de la pared de Las Cañadas.
Con posterioridad los campesinos de esta comarca aprovecharían las zonas libres dejadas por la tala de pinos, que comenzaría desde cotas próximas a los 800 m. de altitud., como campos de cultivo, fundamentalmente de cereales (cebada y trigo) y leguminosas (lentejas y chícharos), como demuestran la gran cantidad de eras que se encuentran por la zona (Marrero y Sabaté, 1994).
Otro factor que debe tenerse en cuenta es la presencia del ganado trashumante que ejercía una importante presión sobre hierbas y arbustos en estos sectores, contribuyendo a frenar la recuperación de la vegetación potencial.
Estos paisajes, todavía hoy, se caracterizan por estar absolutamente desprovistos de vegetación arbórea natural, y cubiertos de un matorral, bastante abierto, de escobones (Chamaecytisus prolíferus), codesos (Adenocarpus foliolosus) y tomillo de burro (Micromeria varia) con vestigios de cultivos tales como almendreros o viñas. Se localiza sobre un sustrato geológico pedregoso, originado por coladas basálticas bastante antiguas que generan unos campos de piedras y cantos.
El Cabildo Insular los ha convertido, en los últimos veinte años, como objetivo prioritario en las labores de repoblación forestal.

Extraído del artículo publicado en 2005 en Sureste, Revista de la Asociación Cultural Sureste de Tenerife : La producción de pez en la Comarca de Agache, de Fermín Gigante Carballo y Román González Rodríguez .

CUMBRES DE AGACHE DESDE ARCHIFIRA, ACTUAL MUNICIPIO DE FASNIA.
 

lunes, 3 de mayo de 2010

Plantas Invasoras


Los invasores peligrosos no vienen en lanchas, ni en platillos volantes, sino que llegan de manera inadvertida y se quedan entre nosotros. En los altos de Arafo es bastante común la Amapola de California (Eschscholzia californica) (mellorina, vellorina, he oído que la llama la gente del pueblo), tanto que en algunos sectores, en especial alrededor de la Media Montaña, sobre los piroclastos basálticos, forma un tapiz herbáceo bajo los tajinastes de monte, las magarzas, las jaras y los jaguarzos. Es una planta cada vez más común y que cada vez es más fácil encontrar en nuestros bordes de carretera y canteros abandonados, mientras que la amapola tradicional (Papaver rhoeas) se hace cada vez más escasa. En estos lomos de picón de la Media Montaña prolifera, sin duda ayudada en el pasado por los ganados semiestabulados, a costa de Aeonium spathulatum o Aeonium smithii, cada vez más escasos.

lunes, 26 de abril de 2010

Ruinas.

Foto: Guernica, 1937-2007. El País.


Tal día como hoy de 1937, durante la Guerra Civil Española, la aviación alemana, por orden del Generalísimo de los ejércitos y Caudillo de las Españas, bombardeó el pueblo vasco de Gernika. Era un día de mercado, y el bombardeo duró más de tres horas. Más de 1.000 personas fueron asesinadas, los heridos casi se elevaron al millar. En una ciudad de 7.000 habitantes. Dos días más tarde, el 28 de abril, por el puente que no destruyó el ataque, el ejército nacional entra en la capital vasca, absolutamente en ruinas, al mando del General Emilio Mola.
Gernika fue un preludio del uso del bombardeo masivo contra población civil para favorecer el terror y forzar la rendición, tal y como ocurrió, años más tarde en Coventry, Londres, Dresde, Berlín, Hiroshima, Bagdad o Belgrado.
Los 33 aviones de la Legión Cóndor, (Heinkel 111, Junkers 52 y Messerschmidt 109), vacían una carga de explosivos de alta potencia y 2.500 bombas incendiarias compuestas por aluminio y óxido de hierro que elevan la temperatura hasta los 2700°C.
Pocas semanas después Pablo Ruiz Picasso comenzó a pintar el enorme mural conocido como Guernica, uno de los cuadros más famosos, reproducidos y estudiados de la Historia del Arte.

Todos los regímenes dictatoriales buscan perpetuarse en el tiempo. Todos los dictadores tienen una tendencia a convertirse en un Dios inmortal, quizá una reminiscencia de las Apoteosis de los emperadores romanos, (“Divino César”, “Divino Augusto”) que, a su vez, las copiaron de Alejandro Magno, que las absorbió de las ceremonias periódicas de divinización de los faraones egipcios. Los nazis proclamaron “El Reich de los Mil años”, los romanos hundían sus raíces en el Eneas de Troya, que se salvó del saqueo de los griegos y fundó la Ciudad Eterna; los españoles tuvimos bajo los Austrias, un "Imperio donde no se ponía el sol".
Es curioso también, como el paso de todas estas dictaduras por la Tierra, ha dejado influencias que no son claramente perceptibles, pero que están ahí, presentes, latentes. Los ideales nazis hundían sus raíces en una suerte de ultraecologismo, donde miembros del partido nacionalsocialista alemán, proclamaban una vuelta al orden natural, al contacto con la Tierra, al regreso a una época donde el hombre había recibido directamente de los Dioses Arios la tierra en préstamo y debía respetarla como algo sagrado. Hitler era un destacado vegetariano, y al ser que más quería en este mundo era a su perro Blondie. Jamás mató una vaca o un cerdo para alimentarse, pero no dudó un segundo en plantear el exterminio de 11 millones de personas en los campos de concentración y en la eliminación sistemática de todos aquellos a los que consideró como sus enemigos.
Los que se ufanan de ser “constructores de imperios” son en realidad, aniquiladores de la vida , violadores de la justicia, asesinos de la libertad.
Nos queda un consuelo. Nos queda el consuelo de observar sus ruinas, los restos de ese intento de pasado glorioso que no pasó de grotesco. Pasaron los momentos grises, pasaron las amarguras. Las ciudades fueron reconstruidas, se levantaron otra vez las grandes alamedas, y las personas volvieron a ser libres.


lunes, 19 de abril de 2010

Desarrollo rural y montañas.



Los espacios de montaña españoles son regiones atrasadas, subdesarrolladas, que sufren la despoblación, marginales, desequilibradas y desfavorecidas, con respecto al contexto socioeconómico de la actual sociedad post-industrial y regida por el sector servicios y la tecnología informática.

Pensemos en el abismo que separa a Vilaflor, Tamargada, Garafía o La Zarza, de zonas costeras como Playa de Las Américas, Valle Gran Rey, Puerto Naos o El Médano.

Tradicionalmente los espacios de montaña han sido ordenados por comunidades que manejaban sistemas agrarios extensivos, orientados a pequeñas producciones de autoabastecimiento, pero esto ha cambiado en los últimos años.

La presión ejercida desde las áreas del “llano” (como se ha visto en la Comarca Sur de Tenerife en los años ochenta del siglo veinte, y el abandono de buena parte de caseríos de la medianía, frente al desarrollo de la Costa), y el cambio en nuestra sociedad, conduce al abandono de las actividades agrarias y a la emigración a las ciudades.

Surgen en este momento dos posturas opuestas que pretenden solucionar la “cuestión montañosa”: por un lado, la posición “conservacionista”, que pretende preservar el modo de vida montañés y auténtico. Plantea prohibir todos aquellos usos que no sean tradicionales y considera el paisaje como algo estático, como una pieza de museo (detrás de esta filosofía está la declaración y gestión de muchos Parques Naturales y Nacionales en amplios sectores de la montaña española).

Por otro lado, la postura “desarrollista”, considera este espacio como un mero soporte de operaciones urbanas (segunda residencia), y de actividades en la naturaleza (deportes de invierno). La combinación anterior da como resultado la proliferación de estaciones de esquí, no ya en aquellas montañas tradicionales, como Pirineos o Sierra Nevada, sino en el Sistema Ibérico, Central y Picos de Europa (hace unos años se planteó una estación invernal en la Montaña de Izaña). 
De este modo, el espacio virgen de la montaña se sube al tren del progreso y del desarrollo mediante nuevas acciones, muy propias de la economía de mercado que nos ha tocado vivir (sector inmobiliario, construcción y servicios).

Sin embargo, desde mi punto de vista, estas posturas anteriores no son válidas, ya que, sólo en contadas ocasiones se tienen en cuenta la opinión de los habitantes locales, que aunque siempre han gestionado su espacio con una visión más ecológica que económica, no han dejado de intervenir en el territorio para aprovechar sus recursos.

Desde temprano, la Unión Europea ha formulado medias para evitar el declive de las zonas de montaña, invirtiendo en explotaciones agrarias, manteniendo la presencia de agricultores. 
En España, desde la promulgación de la Constitución, se establece la necesidad de propiciar el desarrollo equilibrado de las montañas. 
Esto se concreta en una Ley de Agricultura de Montaña 25/1982, en la que se crean las Zonas de Agricultura de Montaña y en la que se marcan las directrices generales: ecodesarrollo (sobre todo política de montes y silvicultura, con repoblaciones, defensa frente a la erosión), y acciones integradas para el progreso social y económico, y contienen dos vías de actuación: la estructural y la asistencial. 

Se trabaja a nivel comarcal, se admite cierta participación local, pero la dirección política es permanente, con lo que los grandes males de la administración, como el centralismo (nacional o autonómico), burocracia, voluntarismo, desidia técnica, impide la participación social, pero se mantiene, al menos en los papeles, la filosofía del desarrollo endógeno (todavía recordamos aquellas subvenciones del IRYDA para asfaltado de pistas rurales o las actuaciones del ICONA en campos, montes, e incluso cascos de algunas aldeas canarias, sin hablar del empleo puntual, pero abundante que generaban).

La política comunitaria respecto a las zonas rurales, diseñó en los años noventa la iniciativa LEADER, (hoy transformada en el FEADER), que marcó el comienzo de una nueva forma de tratar los espacios rurales en Europa, valorando lo local y con un enfoque integrado. Se plantea el desarrollo sostenible de las áreas desfavorecidas, dentro del panorama económico de la Unión, dotando de nuevas funciones a estos espacios, que complementen las actividades económicas tradicionales. 

También se intenta rearticular las sociedades rurales que han quedado desvertebradas y con falta de iniciativas, fomentando la participación en los programas de la población local.
Los proyectos LEADER han tenido desigual eficacia, debido, a lo mejor, a la falta de flexibilidad que ha frenado el carácter innovador de muchos grupos locales que se pusieron en marcha.

Es necesario mantener enfoques integradores y dialogantes con todos los agentes sociales de las áreas de montaña que se pretenden dinamizar. Dice un viejo aforismo que “si le das un pescado a una persona, comerá un día, pero si le enseñas a pescar, comerá toda la vida”.
Es difícil poder enseñar a pescar a una persona que siente que la red y la barca no son suyas, que el río no forma parte de su vida y, que encima, no le gusta el pescado.

martes, 13 de abril de 2010

Utopia


Los encuentros entre la geografía y la literatura se remontan al comienzo de la una y de la otra. Cuando los hombres y las mujeres descubren nuevas tierras más allá de sus incipientes asentamientos, sienten la necesidad de contárselo a sus semejantes, primero de viva voz y luego mediante la palabra escrita

De los grandes temas literarios de todos los tiempos: la Divinidad y la Muerte, el Amor y el Odio, el Tiempo y el Espacio, son estos últimos los que han sido descritos con minuciosidad, inventados y readaptados.

Desde los textos homéricos, La Iliada y La Odisea, o la Epopeya de Gilgamés babilónica, hasta 2001, una odisea del espacio, de Arthur C. Clarke, la literatura no ha sido otra cosa que un viaje eterno de los hombres y mujeres, ya sea solos o acompañados, por el espacio real y el espacio inventado.

¿No es El Quijote un libro de viajes por paisajes muy reales, pero con personajes que quieren transformar el mundo en que habitan, por encontrarlo vacío y patético?

C.S. Lewis creó el mundo fantástico de Narnia y a personajes tan potentes como Aslan, el Principe Caspian, Reepicheep o la Bruja Blanca. 


Del espacio imaginado, del espacio visto por culturas diferentes, orientales, germánicos, indios, latinos y la anglosajones, han surgido Liliput, Narnia, La Atlántida, Camelot y su Tabla Redonda, la Ínsula Barataria, San Borondón, Vetusta, Comala, Macondo, Jefferson, Sangri-La...

Hemos releído multitud de obras de diferentes autores y también algo de los críticos que creen conocerlos. Hemos vuelto a pasear por Macondo y hemos observado el fusilamiento del Coronel Buendía otra vez. Hemos contemplado el mundo desde las tierras de La Comarca y hemos vuelto a morir con el rey Théoden en la Batalla de los Campos de Pelennor. Hemos surcado los siete mares a bordo del Holandés Errante, o nos hemos perdido en la Biblioteca prohibida de la Abadía de El Nombre de La Rosa. En definitiva eso es la literatura: El viaje que hace el lector a través de los vastos paisajes que un autor imagina delante de unas hojas de papel y que siente la necesidad de describir a sus semejantes.  
Así se inventó la geografía.
Syldavia, reino centroeuropeo creado por Hergé (Georges Rémi), para El Cetro de Ottokar y al que Tíntin volvió en varias ocasiones.



Rivendel, el País de Nunca Jamás, Utopía, El País de Oz, La Minas del Rey Salomón, Ruritania, Syldavia... Todos estos lugares y muchos más se han creado y descrito como lugares imaginarios donde se desarrollan historias verídicas, pero también soñadas. Son los lugares míticos que no han cambiado desde el principio de los tiempos, que evoluciona junto a sus habitantes y que finalmente son pervertidos por el progreso y la llegada de extranjeros y de sus nuevos métodos de vida.

En definitiva, son los pueblos o pequeñas ciudades en los que todos ansiamos vivir, lejos de la influencia de la ciudad y del mundo exterior, al que llegan las innovaciones por medio de extraños mensajeros que se juegan la vida entre montañas, entre ríos y selvas, o simplemente, que parten hacia lo anodino, lo previsible y rutinario.

Rivendel. Morada del Medio Elfo Elrrond. Lugar donde se conocieron Arwen y Aragorn, el que sería el Rey Elessar.



El espacio es descrito con multitud de símiles y metáforas, acercándonos a los hechos cotidianos como si fueran capítulos de una epopeya a la que deben enfrentarse todos los nacidos: vivir.

El planeta se describe como una máquina cuyo mantenimiento ha sido descuidado, o tan vieja que ya nadie se acuerda de cómo se mantiene.

Las Utopías, al fin y al cabo, son solamente, eso, "no lugares" que habitan en el mundo de las letras, en el mundo fantástico de la imaginación y de los deseos. Son esos lugares halagüeños a los que jamás llegaremos, pero a los que siempre aspiraremos, y por eso nos sentimos vivos y luchamos por todo aquello que nos hace sentir así. 



viernes, 9 de abril de 2010

Pascua.


Los cristianos de todo el mundo celebramos en esta semana la octava de la Pascua de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Para nosotros es la fiesta más importante en todo el año, ya que creemos que la Muerte y la Resurrección en la luz de Jesús de Nazaret es la culminación de la promesa hecha por el Señor al pueblo de Israel, y por tanto, a toda la Humanidad.
La salvación, la búsqueda de la verdad que nos hará libres, la solidaridad para con los pobres, debemos entenderla en clave de que, esa muerte y esa resurrección son las del defensor de aquellos que esperaron justicia y la recibieron de parte Dios.
Cristo fue sacrificado en muerte de Cruz, aquella reservada a los peores criminales. La actuación de los poderosos: Sanedrín, Herodes, Pilatos, la inacción de sus discípulos (que se dormían en Getsemaní y que lo negaron), nos debe enfrentar a que Cristo fue ejecutado en virtud a unas leyes injustas, una traición ruin, un juicio ilegal, un proceso nada claro... se entregó por nosotros, pero nosotros no impedimos su muerte.
Jesús dio voluntariamente su vida y el Padre entregó al Hijo por amor. Jesús es salvador porque se convirtió en víctima (como todos los desposeídos, los marginados, los apartados). Jesús rompe la cadena de la violencia porque soporta la tortura y el asesinato sin caer en la tentación del Demonio de la Violencia...¡cuánto debemos aprender de Él!.
En nuestra particular historia de salvación, si no queremos incurrir en un exceso de academicismo o de filosofía, debemos enfocar el hecho de que a Cristo lo mataron por anunciar el reino de Dios.
Recordemos que el pueblo de Jerusalén lo aclamó con cantos de Hosanna y lo escoltó con ramas de olivo (símbolo de paz y de esperanza), y con palmas (símbolo de realeza) Su entrada en Jerusalén fue el cumplimiento de la venida del Mesías anunciada por los profetas. Jesús acudió al llamado de la humanidad sufriente y proclamó que el reino de Dios estaba entre ellos. Era el Hijo del Padre que defendía a los desfavorecidos, aunque para ello se enfrentara al poder social, económico, político y religioso.
La resurrección es la confirmación de que la Justicia, que se nos prometió y se nos anunció, le ha sido concedida a Jesús de Nazareth y es el comienzo de la venida del reino.
Gracias a la Resurrección, la humanidad vive con la esperanza cierta de que cesarán las injusticias y seremos plenamente libres y saciados.
Mi pregunta y mi duda es si, nosotros en esta Pascua, no no estaremos comportando como aquellos otros de Jerusalén que decían que su rey era el César y que soltarán a Barrabás. Contemplamos miles de crucificados diariamente a través de nuestros televisores, en Gaza, en Irak, en Afganistán, en África, en Haití... y cambiamos de canal. ¿No estaremos negando al Maestro, como hizo Pedro en aquella fría madrugada de hace dos mil años?.












lunes, 5 de abril de 2010

La Mancha.


Mi apellido paterno procede del secano, de un pequeño pueblo de 1200 habitantes, situado en medio de la llanura manchega, entre olivos, viñas, ovejas y tierras rojas.

El municipio de Alhambra se sitúa al Este de la provincia de Ciudad Real, en el limite con Albacete, dentro del campo de Montiel y entre las cuencas de los ríos Azuer y Alto Guadiana. Su nombre proviene del árabe (significa "la roja").
Tanto el pueblo, como el castillo se sitúan en dos cerros que dominan la llanura circundante, lo que parece ser una de las causas principales para la existencia de asentamientos humanos antiguos en esta zona.
Hay numerosos restos arqueológicos de todas las épocas, bajo y en los alrededores de la localidad, (desde la Edad del Bronce se ubican asentamientos más o menos habituales, y en la Edad del Hierro ya se localizaba un poblado), entre los que destaca el Castillo de Alhambra, de la época de los Omeya, sobre una primera construcción árabe. La definitiva forma poligonal que ahora puede apreciarse se debe al conde D. Álvaro Núñez de Lara (éstas son tierras fronterizas, de la Orden de Santiago). En concreto, son 14 lados que dan forma a un óvalo que mide, según el perímetro de sus murallas, alrededor de 100 metros. En su interior pueden verse las saeteras, los apoyos empotrados de las desaparecidas vigas y el arco de la puerta principal en razonable estado de conservación. La Iglesia parroquial de San Bartolomé data del siglo XIII.
Hace poco, se han terminado los trabajos de consolidación y restauración de varios elementos arqueológicos de la antigua "Laminium" (nombre romano de Alhambra): su necrópolis visigoda rupestre y las aras y togados romanos.
La intervención ha contado con la autorización y control de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y ha sido efectuada por técnicos arqueólogos y restauradores de Anthropos. El apoyo permanente de la Asociación "Alhambra Tierra-Roja" ha sido fundamental para el buen desarrollo de los trabajos.

En cuanto a los festejos, son muchos y variados, y algunos de ellos se remontan a usos y costumbres del cristianismo castellano tradicional: San Antón: En cuya víspera se encienden hogueras en distintas calles y en la plaza. La Virgen de la Candelaria: Se celebra el 2 de Febrero. Las Cruces: los días 2 y 3 de mayo. Romería de Nuestra Señora de Fátima: 2º Sábado de mayo. Fiestas Patronales en honor de San Bartolomé: Desde el día 23 al 27 de agosto. Pozo de la Serna: Junio el Sagrado Corazón de Jesús y el 16 de julio la Virgen del Carmen.


Tiene un pago, llamado Pozo de la Serna, por el que pasa la Cañada Real Conquense, que por el Campo de Montiel toma el nombre de Los Serranos, (va desde la Sierra de Tragacete en Cuenca, hasta Jabalquinto, en Jaén). Hay que destacar la Casa Grande del Marques de Valdelagrana y su pequeña Iglesia
Entre los alhambreños, el apellido Gigante es muy común (basta decir que el alcalde actual y dos de sus concejales se apellidan Gigante) y la emigración de éstos por toda España y parte del extranjero, ha conducido a que existan Gigantes, hijos, nietos y bisnietos de Alhambra por todo el solar patrio y tierras circundantes.

viernes, 26 de marzo de 2010

esoterismo


Yo pensaba que el asunto de la pirámides en Canarias había quedado zanjado, pero todavía hay quien defiende su origen guanche, e incluso extraterrestre. Pensaba que el origen campesino de las mismas, llamados majanos o molleros, (curiosamente en las zonas de malpaises antiguos de la isla) estaba demostrado. No sé que hacemos formando historiadores y arqueólogos, mejor formamos hinbestigadores al estilo de los que salen en la tele cada dos por tres.
En fin, con estos bueyes tenemos que arar.

domingo, 21 de marzo de 2010

Cielos nuevos, nueva tierra.


La época tecnoinformatica ha experimentado la creciente capacidad de intervención transformadora de la sociedad en su medio natural. El aspecto de conquista y de explotación de los recursos ha llegado a predominar y a extenderse, y amenaza hoy la misma capacidad de acogida del medio ambiente: el ambiente como “recurso economico” pone en peligro el ambiente como “casa común de toda la humanidad”. A causa de los poderosos medios de transformación que brinda la civilización tecnológica, a veces parece que el equilibrio hombre—ambiente ha alcanzado un punto crítico.
A partir del presupuesto (claramente equivocado), de que existe una cantidad ilimitada de energía y de recursos utilizables, que su regeneración inmediata es posible y que los efectos negativos de las manipulaciones de la naturaleza pueden ser fácilmente absorbidos, se ha difundido y prevalece una concepción (fomentada por el neoliberalismo) que entiende el mundo natural en clave mecanicista y el desarrollo en clave consumista. Hasta ayer las claves del desarrollo humano eran hacer y tener más que ser. Como resultado, el progreso, así entendido, es la fuente de graves formas de alienación humana.

Los graves problemas ecológicos requieren un efectivo cambio de mentalidad que lleve a adoptar nuevos estilos de vida, a tenor de los cuales la búsqueda de la verdad, de la belleza y del bien, así como la comunión con el resto de las personas para un desarrollo común, sean los elementos que determinen las opciones del consumo, de los ahorros y de las inversiones.

Tales estilos de vida deben estar presididos por la sobriedad, la templanza, la autodisciplina, tanto a nivel personal como social. Es necesario abandonar la lógica del mero consumo y promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos.

Una actitud semejante, favorecida por la renovada conciencia de la interdependencia que une entre sí a todos los habitantes de la tierra, contribuye a eliminar diversas causas de desastres ecológicos y garantiza una capacidad de pronta respuesta cuando estos percances afectan a pueblos y territorios.

La cuestión ecológica no debe ser afrontada únicamente en razón de las terribles perspectivas que presagia la degradación ambiental: tal cuestión debe ser, principalmente, una vigorosa motivación para promover una auténtica solidaridad de dimensión mundial.


(Adaptado del Capítulo X, COMPENDIO DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, del Pontificio Consejo Justicia y Paz, un organismo universal de la Iglesia que tiene como función estimular a la comunidad católica para promover el desarrollo de los países pobres y la justicia social internacional , establecido en la Gaudium et Spes n. 90, del Concilio Vaticano II).