martes, 21 de octubre de 2008

El Peligro Amarillo






Nayland-Smith, el sagaz inspector, capaz de enfrentarse al malvado Doctor Fu- Manchu lo describió así: 

"...Imagínese una persona alta, delgada y felina, de hombros anchos, cejas a lo Shakespeare y cara de demonio, el cráneo afeitado y unos ojos alargados, magnéticos, verdes como los de un gato. Dótele usted de toda la astucia cruel de la raza oriental pero concentrada en una única inteligencia gigantesca, con todos los recursos de la ciencia antigua y actual, con todos los recursos, también, de un gobierno poderoso y que, no obstante, ha negado siempre tener siquiera conocimiento de su existencia. Imagínese ese ser monstruoso y tendrá usted el retrato mental del doctor Fu-Manchú, el peligro amarillo encarnado en una sola persona".


De esta descripción nace el concepto "pulp", o coloquial, del peligro amarillo, el miedo que los occidentales tienen a que Oriente los sojuzgue, los trate con crueldad, los convierta en sus esclavos.

Fu Manchú nace en las novelas de Sax Rohmer en 1913, pero en la actualidad, gracias a las múltiples adaptaciones al cómic y al cine, pertenece al mundo de la cultura pop, como Drácula, Sherlock Holmes o James Bond.

El concepto atávico de la fobia oriental (más tarde vendría lo del color amarillo), está inserto en el mundo occidental europeo desde la Grecia Clásica. Herodoto describe a los escitas, un pueblo nómada de las estepas centro asiáticas, entre el Caucaso y el Pamir, como el prototipo de bárbaros que lo arrasan todo a su paso. 


Los romanos tuvieron que sufrir de verdad ese peligro amarillo, que en su caso fue cierto y tangible: los hunos primero y los godos después, pueblos de las estepas acabaron por conquistar Europa y establecerse en ella.

Para los japonses, la victoria en guerra con los rusos en 1905, supuso el espaldarazo definitivo a su proceso de modernización, empezado durante la Era Meiji, en 1868-1913.
Los árabes islámicos son otro tipo de terror oriental, no tanto identificado con los bárbaros, como con una civilización tan pujante como la europea, y por eso compiten y luchan en lugares comunes: el Mediterráneo, la Península de Anatolia, los Balcanes y Palestina. 

Sin embargo, en la Baja Edad Media, llegan otros bárbaros: los mongoles, tártaros y demás pueblos agrupados bajo la Horda de Oro de Genghis Kan, Kubilai y Tamerlán.

La Guerra de los Boxers fue un conflicto que supuso el asentamiento definitivo de las potencias coloniales europeas en china. En la actualidad, la Rebelión Yihetúan es alabada por las autoridades de la República Popular.
Curiosamente, fueron otros pueblos, también orientales, los que más sufrieron el dominio mongol, puesto que estos señores de afiladas espadas, fuertes y pequeños caballos y flechas veloces sometieron buena parte de la India y de China durante siglos.

Llegamos así al siglo XIX, el siglo de la pujanza europea y la expansión imperialista por el mundo. Los pueblos occidentales chocan con un decadente Imperio Chino con el que llevaban siglos de relaciones comerciales ventajosas.

En el Loto Azul, Tintin vive en China los años duros de la invasión japonesa tras el incidente del ferrocarril de Mukden. Hergé plasma en unas cuantas viñetas todo el proceso de intervención nipona.

Los británicos, que no tienen los escrúpulos de usura de españoles y portugueses, entran a saco en China, comprando manufacturas de seda y porcelanas que se venden como rosquillas en la incipiente sociedad burguesa victoriana. 

Sin embargo el comercio, hasta el momento beneficiosos para China sufre un revés cuando los ingleses empiezan a introducir opio de contrabando en el Imperio del dragón con el objetivo de obtener divisas en plata que, a su vez, utilizan para pagar las mercancías chinas.

El Emperador Ming gobierna de modo despótico, tiránico y cruel el Planeta Mongo. Alex Raymond, en su cómic creado en 1934, crea este supervillano que se enfrentará durante décadas a Flash Gordon, Hans Zarkov y Dale Arden. Entre los planes de Ming el Despiadado, está la conquista de la Tierra y casarse con Dale Arden.

Se producen así las dos guerras del opio, entre 1840 y 1860, en las que Inglaterra y Francia usurpan territorio de China (los ingleses ocupan Hong Kong y Kwaloon, hasta 1999 y los franceses establecen bases al otro lado del Golfo de Tonkín comenzando la presencia gala en Vietnam y resto de Indochina). 

El estado de crisis y sometimiento de China, que se agrava tras la Guerra Civil de la Paz Celestial, que según algunas fuentes produjo hasta 50 millones de muertos, sería el germen para un sentimiento antioccidental chino, y de manera paradójica un aumento de la emigración china a Estados Unidos y Gran Bretaña.

El Ataque a la Flota americana anclada en Pearl Harbour (Hawaii), por parte de la Marina Imperial japonesa, mete a USA en la 2ª Guerra Mundial.

Al mismo tiempo, Japón despierta de su sueño de siglos, aletargado y encerrado en sus cuatro islas. El Meiji, a partir de 1868, del emperador Mutsu Hito, lleva a Japón a la industrialización, las costumbres se hacen occidentales, y lo que es más importante; la tradición militar japonesa, abandona la katana y el kendo y acoge el acorazado y el fusil de repetición.

Su primera prueba de fuego fue precisamente contra China, a quien humilla en la guerra de 1895, tras la que China acepta la cesión de Taiwán , Islas Pescadores y Liaodong.

En China el sentimiento xenófobo estalla en la Guerra de los Boxers. Hasta el mismo nombre nos indica el desconocimiento del imperialista frente a la realidad de China: no eran clubes de boxeo, sino escuelas de artes marciales.

Soldados americanos en Corea. 

En China a esta guerra se le da muchos nombres, entre los que se encuentran "Levantamiento Yihétuan" o los " puños rectos y armoniosos", también traducido como "puños de justicia". 

Durante los años treinta, el sentimiento del peligro amarillo se consolida en la literatura, el cine o el cómic (recordad a Roberto Alcázar dando piñas a unos chinos con coleta y pies reducidos, al Fantasma contra los Sing, La Sombra frente a Shiwan Khan). Razones no faltaban: 
  • Japón vence a Rusia en la guerra de 1905. 
  • Japón se hace con las posesiones alemanas en el Pacifico tras la I Guerra Mundial. 1918
  • Estalla la guerra civil en China tras la proclamación de la República, entre el Kuomintang y un incipiente Partido Comunista apoyado por los soviets. 1927
  • Japón invade China tras el incidente del ferrocarril de Mukden y Estados Unidos interviene a favor de China. 1931
  • Japón bombardea Pearl Harbour, ocupa Singapur, Filipinas, Indochina, Java, Birmania y expulsa o encarcela a todos los occidentales desde Australia a la India(curiosamente nadie habla de las masacres, violaciones masivas y daños hacia la población oriental nativa de todos estos países y muchos más). 1941
Tras la derrota de Japón, (y su conversión en un lindo corderito que se dedica a construir calculadoras, comer pescado crudo, viajar por el mundo fotografiándolo todo, y poco más,) China se convierte en comunista (1949), Corea del Norte invade la del Sur (1950), estalla la rebelión en Vietnam (1955)... el peligro amarillo continúa ahí. 

Durante finales del Siglo XIX y buena parte del XX, muchos son los villanos orientales: Fu- Manchú, Doctor No, Shiwan Khan, el tirano Ming del Planeta Mongo, Mitsuhirato, Dragón Lady, la Secta Tong, los piratas de la Hermandad Singh...

China posee un ejército regular de más de cuatro millones de efectivos, sin contar con la milicia. en los últimos años se ha dotado de armamento nuclear y soporte espacial.

He leído que se le está echando la culpa de la crisis al gran consumo de carburantes por parte de China o la inestabilidad inherente y endémica del sistema financiero japonés. 

He leído que las triadas de la mafia china dominan el tráfico de drogas y el contrabando de armas en las ciudades españolas.

He llegado a escuchar que la adopción masiva de niñas chinas en los países occidentales, ha sido alentada por las autoridades chinas como una manera de extender sus rasgos étnicos por el mundo.... 

Ya lo ven: el peligro amarillo acecha en la cocina de cualquier restaurante chino.

El conflicto por la soberanía de las islas del mar de la China Oriental provoca continuos incidentes entre China, Japón y Taiwán.

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