El modelado de la ciudad posmoderna.
Los centros de la ciudad albergan grupos sociales cada vez más vulnerables y marginados, hasta que la degradación social y espacial, la inseguridad ciudadana, los fenómenos de okupación, el desplome de los precios del suelo y de la vivienda generan procesos de «gentrificación» o elitización social, que expulsa a esos habitantes y “regenera” los cascos históricos, bajo una nueva apariencia de modernidad.
Es cierto que los procesos de degradación de los barrios históricos del centro de algunas ciudades españolas, como Lavapiés o El Raval, favorece una huida de los moradores tradicionales, una crisis del comercio tradicional y la pérdida de valor de las propiedades.
Barrio de Lavapiés. Madrid. |
Muchas ciudades están adaptando sus patrones de desarrollo a una economía líquida, basada en el turismo de masas, la uniformización comercial, la pérdida de la identidad de los barrios, los servicios y el ocio.
Los trastornos políticos de principios de los noventa, con la caída del bloque soviético y de su economía dirigida, también ha generado cambios espaciales impulsados por el mercado en muchas ciudades de la Europa Oriental.
En estas transformaciones, la búsqueda de la rentabilidad económica a corto plazo ha sacrificado la calidad ambiental, la equidad social o la salud de los residentes.
El comercio tradicional urbano se muere poco a poco |
Ciudades y calidad del aire
Según el Informe sobre Calidad de Aire en Europa de 2019, publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), las concentraciones de partículas finas, generadas por la combustión en motores de vehículos y de la industria, fueron responsables de unas 422.000 muertes prematuras en 41 países europeos en 2015, de las que cerca de 391.000 se produjeron en los 28 estados miembros de la UE.
En una evaluación cronológicamente más amplia, que se remonta a 1990, se observa que las muertes prematuras causadas por las partículas finas se han reducido en cerca de medio millón de casos al año.
El motivo es la aplicación de las políticas europeas de calidad del aire y a la introducción de medidas, a escala nacional y local, que han permitido, por ejemplo, que los vehículos, la industria y la producción de energía sean más «limpios».
Las ciudades canarias se ven afectadas con frecuencia de intrusiones de polvo sahariano que empeoran la calidad del aire |
Estos datos de calidad de aire y de la cuantificación de su impacto en la salud, analizados los resultados de concentraciones para contaminantes específicos, muestran una alta variabilidad en las diferentes zonas urbanas funcionales entre los diferentes países, pero también dentro de los estados.
La predicción de patrones futuros de calidad del aire y los resultados parciales muestran que, en términos generales, las concentraciones crecerán ligeramente entre 2010 y 2050, aunque se pueden generar aumentos más importantes si no se corrige el alza del transporte urbano individual o no se siguen aplicando medidas de control de calidad de aire para las industrias.
La población urbana: urbanización y territorio
Se han tomado los siguientes datos de European cities: territorial analysis of characteristics and trends, un informe técnico del Centro Común de Investigación, del Servicio Científico Interior de la Comisión Europea, cuyo objetivo es proporcionar apoyo científico basado en evidencias al proceso de formulación de políticas europeas. (JRC ScienceHub. https://ec.europa.eu/jrc)
En la UE no hay cambios considerables en el grado de la urbanización, aunque la población está aumentando principalmente en zonas ya densamente pobladas. No existe un patrón espacial claro de urbanización. Dentro de cada país, es posible encontrar regiones que se están volviendo más densamente pobladas y regiones donde ocurre el fenómeno opuesto.
La desaparición física de las instalaciones de la Refinería de Petróleos de Santa Cruz de Tenerife, permitirá el crecimiento de la ciudad sobre los otrora suelos industriales. |
Desde 2010, la proporción de la población que vive en ciudades, pueblos grandes y periferias dentro de la Unión Europea fue la más alta del mundo. Las previsiones indican que en los próximos veinte años, esta proporción continuará aumentando como en las últimas décadas; luego disminuirá su velocidad de crecimiento y alcanzará su límite para 2050.
En la mayoría de las áreas urbanas funcionales ya se han alcanzado estos umbrales, por lo que las ciudades medianas, las poblaciones más pequeñas y también las áreas rurales serán los territorios principales de la urbanización en el futuro.
Sobre el crecimiento de la población, en 2010, el 65% de la población de la UE vivía en zonas urbanas funcionales. Se espera que el número alcance el 70% para 2050. La población general de la UE crecerá un 4’6%, la mayor parte en zonas urbanas. El resto del territorio europeo (incluidas muchas ciudades de Europa Central) perderá población.
El crecimiento del Área Metropolitana de Tenerife hacia el sur se hizo ocupando campos de cultivo |
La densidad poblacional ponderada, en 2010, de la población en zonas urbanas en los países de la UE fue aproximadamente 95 personas por hectárea (diez mil metros cuadrados). Para 2050, la mayoría de los países verán una disminución de la densidad ponderada en ciudades y áreas rurales y aumentará en las periferias y pueblos de tamaño medio.
Movilidad urbana
La accesibilidad potencial es más alta en las áreas urbanas del noroeste europeo, a pesar de la considerable inversión en infraestructuras de los nuevos estados miembros de Europa, como ocurrió con España y Portugal en los años 80 y 90 del Siglo XX, o está ocurriendo en la actualidad en Polonia, Hungría o República Checa.
Es indiscutible que el diseño urbano tiene un impacto considerable en las distancias promedio recorridas y, por lo tanto, en la dependencia energética del transporte dentro de las ciudades. Las ciudades con grandes y dispersos extrarradios tienen una mayor dependencia del transporte que las densas y compactas.
Resolver los problemas de movilidad urbana es uno de los grandes retos de la planificación en los próximos años. |
El caso más claro son los archipiélagos españoles de Canarias y Baleares, donde cada isla se comporta como una región urbana: territorios muy urbanizados con las capitales insulares actuando como elementos vertebradores de la isla, a las que se dirigen la mayoría de los movimientos pendulares. Se caracteriza también por las redes de comunicación muy densas, aunque los sistemas de transportes manifiestan serios problemas de eficiencia.
El nuevo ensanche de Santa Cruz de Tenerife hacía el suroeste, sobre los terrenos de la extinta refinería de petróleos. |