viernes, 18 de enero de 2013

Comandante Chávez




Estoy hasta las narices de tanta contaminación informativa, de tantas mentiras, y de tanto memo en nuestras tierras canarias, donde hemos olvidado la historia y parece que hemos sido siempre millonarios con tres coches en la puerta. 
La Revolución bolivariana se convirtió, en 1999, en la punta de lanza de una oleada de gobiernos de progreso que están cambiado América Latina y que están mostrando un continente nuevo. Miedo me da, cuando los emigrantes bolivianos te cuentan que están regresando a sus ciudades de origen porque en Bolivia ya es posible encontrar trabajo, y en España ya llevan muchos meses en el paro. Lo mismo ha pasado con argentinos, ecuatorianos o uruguayos, todos bajo gobiernos de progreso. 


Europa se está reconvirtiendo, bajo el gobierno del euro y de una Alemania ultraliberal, bajo el patrocinio de la peor burguesía existente en muchas décadas, en una Europa empobrecida y retrógrada, donde los trabajadores no tienen derechos y los gobiernos solamente piensan en pagar deuda: exactamente igual a la América de los años ochenta y noventa. 

En 2013, Europa continuará en recesión, Estados Unidos tendrá un débil crecimiento, alto déficit y descomunal endeudamiento, y los países emergentes crecerán por debajo de sus expectativas. La principal consecuencia de la crisis económica continuará siendo el alto nivel de desempleo, que a su vez refuerza el circulo vicioso de la pobreza y desaparición de las clases medias. 


Si nuestras economías no logran un nivel de actividad que les permita resolver la alta tasa de desempleo que sufrimos, no es aventurado presagiar que el actual panorama de crisis se muestre estacionario o se agrave.





Nos urge comenzar a construir una nueva arquitectura económica y financiera que permita dotarnos de instituciones propias que propicien el reparto de los excedentes a favor del desarrollo sostenible, aspirando a la igualdad social y la simetría económica.


El problema que tenemos los europeos con América Latina, es que no pensamos como ellos. No vivimos como ellos, y no sentimos como ellos. América Latina y el Caribe ya no es más el patio trasero de los USA. La doctrina Monroe ha muerto. América Latina ya ha tomado su propio camino en lo económico, en lo político y, sobre todo en lo social. 



Y eso que han existido maniobras, no tan sangrientas como los golpes de estado de República Dominicana o de Chile y Argentina en los sesenta y setenta pero que han depuesto a presidentes elegidos democraticamente, como los de Paraguay o de Honduras. 
Maniobras que están intentando minar el Poder Popular del PSUV, renovado en las urnas y ejemplificado en su Comandante en Jefe, Hugo Chávez. 



Venezuela es ejemplo de que es posible una política económica al margen de los postulados del FMI, que apueste por la creación de riqueza con estabilidad macroeconómica y al mismo tiempo una radical política de inclusión social, no asistencialista, sí preparatoria de la fuerza humana de la nación para que desde la ciencia, la técnica y la cultura se pueda dar el salto al desarrollo, a la igualdad sustantiva, al socialismo.

Dejemos que sean los pueblos los que ejerzan su propia soberanía y que elijan el camino que han de seguir. Basta ya de tanto eurocentrismo y tanta tontería.






1 comentario:

Dácil dijo...

Totalmente de acuerdo. :)