domingo, 16 de noviembre de 2008

Las Medianias Altas de Arafo


Gran parte del sector de las Medianías Altas del municipio de Arafo se pueden encuadrar dentro del territorio de un Espacio Natural Protegido por el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales Protegidos, D.L. 1/2000, de 8 de mayo: el Paisaje Protegido de las Siete Lomas.
Dicho espacio es compartido con los otros municipios del Valle de Güímar. Candelaria y Güímar. Arafo representa el 45´5% de este espacio natural de 1013’9 Has, es decir, 4,61 Km. cuadrados, lo que supone un 13,6 % del territorio municipal.
Este espacio está constituido por una serie de lomas y barrancos (Amance, Añavingo, Gambuesas, Afoña, Tapia), bastante encajados y que forman parte de la cuenca hidrográfica de Arafo, encuadrada entre los malpaíses de Media Montaña y del Volcán de Las Arenas.
Ya cuenta con un Plan Especial de Ordenación con aprobación definitiva, por el Gobierno de Canarias (número 2004/194 de 6 de octubre de 2004) por lo que todas las acciones a emprender en este espacio deben estar en consonancia con las normas emitidas por las autoridades competenciales en materia de medio ambiente y espacios protegido de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Chivisaya: los matorrales dominan el paisaje, salpicado por pinos dispersos.
Posee una importancia histórica y paisajística vital dentro del conjunto de la armonía geosistémica del Valle de Güímar, y también importantes recursos hídricos, con 10 galerías en su interior que llegan a generar excedentes hídricos que son exportados al exterior del municipio y del Valle, aforando un total de 41 litros de agua por segundo de media.
El suelo de este espacio ha sido aprovechado por los campesinos para el cultivo, que han tenido que sorribar taludes y laderas, levantando paredes y removiendo los materiales, lo que ha mejorado la capacidad agrológica de estos suelos. La mayor parte del sustrato geológico está compuesto por pumitas de variado espesor y granulometría pero también hay una importante presencia de coladas basálticas recientes y poco alteradas en el sector de Los Loros y Chivisaya, o en Las Vigas, Lo de Ramos y Perdomo. Asimismo encontramos imprtantes depósitos de arcillas poco evolucionadas que forman los barreros de Lo De Carta o La Granja.
Los sustratos de capacidad moderada para el cultivo los localizamos en La Granja y El Pinalete, con bancales de pequeño tamaño.
Los de capacidad baja, debido a las fuertes pendientes y al diminuto tamaño de las parcelas, se encuentran en Gorgo, y Galván, donde todavía existen parcelas dedicadas al cultivo, pero también pendientes muy erosionadas sobre planchas pumíticas de diverso espesor. El abandono de las tierras trae consigo el inicio de procesos de degradación y pérdida de suelo.

Las zonas cumbreras del municipio.
Los sustratos de capacidad muy baja, suelos sobre depósitos de barrancos y derrubios de ladera, así como suelos pardos, sólo son aptos como pastizales y matorrales forrajeros, tales como escobones, codesos y tederas, y se encuentran principalmente en el lomo de La Granja, y Chivisaya.
Los suelos improductivos incluyen las zonas más abruptas de los barrancos antes mencionados y las coladas recientes del Volcán de Las Arenas y de la Media Montaña.
En cuanto a la vegetación, resaltar la presencia de sabinares, como formaciones abiertas, sobre cornisas y laderas del barranco de Añavingo, Gambuesas o Amanse. Junto a las sabinas (Juniperus turbinata ssp canariensis), encontramos acebuches (Olea europaea ssp cerasiformis) y almácigos (Pistacia atlántica). Estas zonas constituyen sectores arbustivos cerrados, donde los árboles antes mencionados destacan sobre arbustos de menor tamaño, como el granadillo (Hypericum canariense), el jazmín de monte (Jasminum odoratissimum), la leña negra ( Rhamnus crenulata) y poleo salvaje (Bystropogon canariensis). Abundantes en las laderas son las cerrajas (Sonchus gummifer, Sonchus acaulis), y la palomera (Pericallis lanata) así como la efímera primaveral Romulea columnae. En los bordes cercanos a los pinares o espacios en expansión de esta formación vegetal, hallamos tomillares (Micromeria varia) y jaguarzos (Cistus monspeliensis)
En las zonas más degradadas, encontramos los típicos matorrales de sustitución, que colonizan las antiguas huertas abandonadas, compuestos por incienso perro (Artemisia thuscula) y vinagreras (Rumex lunaria).
En los barrancos de Añavingo, Amanse, Las Gambuesas, Los Eres y La Laja, encontramos restos de las formaciones termófilas del Monteverde canario, como son los madroños (Arbutus canariensis), acebiños (Ilex canariensis), mocanes (Visnea mocanera), palo blanco (Picconia excelsa), faya (Myrica faya), follao (Viburnum tinus ssp rigidum).

Teneriffa: Los Hermosas
Zona de medianías altas.
Aquí, el estrato arbustivo y el herbáceo cuenta con especies destacadas, como la capitana (Phyllis nobla), o la cresta de gallo (Isoplexis canariensis).
El pinar que encontramos en Arafo dentro de las Siete Lomas, es fundamentalmente de repoblaciones realizadas en los años cincuenta, sesenta y setenta del S. XX, en Los Frailes, La Laja y Barranco San Pedro y sobre las coladas del Volcán de Las Arenas, donde se combina con especies más propias del estado de colonización vegetal.
Estas últimas lavas, además de ser las más recientes, cuentan con la particularidad de ser las menos evolucionadas, puesto que el sustrato rocoso de 300 años de antigüedad no es idóneo para el desarrollo de árboles como el pino. Sin embargo, en zonas de acumulación de finos de escorrentía, o sectores donde la capa de basalto se adelgaza, es posible encontrar ejemplares de pinos de buen tamaño, acompañados de Rumex lunaria y el helecho Pteridium aquilinum.
Otros sectores están compuestos de pinares naturales, asociados al avance del pinar sobre antiguos campos de cultivo abandonados o sectores escarpados que escaparon de las talas pasadas y que se han conservado. En estos sectores, el pino aparece acompañado de su cortejo florístico típico, compuesto por escobones (Chamaecytisus proliferus), jaras (Cistus symphitifolius), codesos (Adenocarpus foliolosus) y ocasionalmente, en zonas más umbrosas y húmedas, fayas, brezos, aceviños y palo blanco. Estos sectores naturales de pinos, con grandes pinos tea se encuentran en los barrancos de Añavingo, Amanse y sectores traseros de Los Frailes. s
El pinar avanza a buen paso sobre sectores agrícolas que ya no se trabajan, formando bosquetes que salpican el espacio, y en donde la sucesión vegetal avanza a buen ritmo debido a la alta calidad y fertilidad de esos suelos.

Caldera De Pedro Gil, Montaña de Las Arenas y Pico del Valle, rodeados de pinares.
Mención especial hay que hacer a ciertas plantaciones de árboles que como el castaño y los alcornoques (Castanea sativa y Quercus suber), han tenido hasta hace poco tiempo un interés económico evidente, pero que se han abandonado y la vegetación natural empieza a colonizar estos lugares.
En cuanto a la fauna, no existen hábitats exclusivos, pero la variedad de hábitats traen consigo una fauna relativamente rica y diversa.
Encontramos las tres especies de reptiles endémicos de mayor distribución, que son bastante abundantes: lagarto tizón (Gallotia galloti galloti), perenquén (Tarentola delalandii) y lisas (Chalcides viridanus). De las tres, la lisa es la más escasa, ya que se restringe a zonas de cultivos y pastizales con mayor humedad, así como a sectores rocosos que mantengan cierta humedad durante todo el año. En la Cueva de Arafo se halló un yacimiento paleontológico a 600 metros de altitud en el Barranco de Amance, que albergaba restos fósiles del extinguido Gallotia Goliat.
Importante es también la presencia de cinco rapaces: aguililla (Buteo buteo insularum), cernícalo (Falco tinnunculus canariensis), gavilán (Accipiter nisus), y las nocturnas búho chico (Asio otus) y coruja (Tyto alba).

Valle de Güímar con las zonas altas de Arafo cubiertas de pinares.
En cuanto a los murciélagos, destacar la presencia del orejudo canario en el Barranco de La Piedra Cumplida (Plecotus teneriffae), y del nóctulo pequeño (Nyctalus leisleri) y rabudo (Todarida teniotis) en casas de campo del municipio.
La fauna introducida se compone principalmente de erizo moruno, la musarañita, conejos, ratón doméstico, ratas y gatos asilvestrados, que ejercen fuertes presiones sobre la vegetación natural (conejo) y que ponen en peligro la nidificación de ciertas aves (gatos y ratas).
Destacaremos que en ciertos sectores del Pinalete y de los Frailes hay una importante presencia de la ornitofauna forestal, compuesta por banderitas (Regulus regulus), chirreros (Parus caeruleus), pinzón vulgar (Fringilla coelebs).
En los frailes se suele observar con frecuencia el pinzón azul (Fringilla teydea teydea).También en un sector de pinar entre el Volcán y el Pinalete se podría encontrar nidificando el gavilán, rapaz típicamente forestal pero que en su afán de cazar otros pájaros sale de sus ámbitos habituales. Parejas de aguilillas nidifican en el Barranco de la Piedra Cumplida, así como las corujas en el de Añavingo. Hemos observado en la zona por encima de Media Montaña algún que otro pico picapinos ( Dentrocopos major).

Media Montaña
La presión a la que ha sometido el hombre a este espacio es bastante evidente, en los campos de cultivo, o en la explotación de galerías que acabaron con los regatos e hilillos de agua que solían discurrir por los barrancos de Arafo o a las numerosas fuentes que recogen los documentos históricos.. La disminución de caudal de muchas de estas galerías y pozos avisa del descenso del nivel freático.
El patrimonio cultural está representado por elementos relacionados con las actividades agrarias, como alguna era, casas de labor tradicionales, entre las que destacan los conjuntos de La Granja y Lo de Carta, hornos para secar fruta, y sobre todo una densa red de caminos, la mayoría de los cuales se encuentra en estado de abandono y ruina, cubiertos por la vegetación, sin señalizar, cuando no ocupados por elementos de las fincas privadas lindantes
El abandono de tierras agrícolas, sin embargo, ha permitido el avance de ciertas formaciones vegetales, sobre todo el pinar, y la recuperación de los fondos arbustivos de barrancos y de algunas laderas.
En los últimos veinte años se ha producido una importante transformación del paisaje agrícola de este espacio, que se construyó en otras épocas en las que la escasez, el hambre y la búsqueda de todo tipo de recursos en el medio natural era un imperativo para la supervivencia.

Pinares repoblados.
De esos momentos pasados nos quedan huellas en el paisaje, como bancales, senderos, cuartos de labor, caminos empedrados, charcas, atarjeas: el espacio era un lugar donde hombre y naturaleza coevolucionaban juntos.
Sin embargo, la ocupación humana actual, plasmada en ciertos sectores, como el borde de la carretera Arafo- La Cumbre, se traduce en una serie de viviendas de carácter diseminado, así como de instalaciones de tendido eléctrico y telefónico aéreo, el abandono de los bancales que no pueden servir como solar edificable, y también el mal estado de algunos senderos y caminos tradicionales, frente al uso y abuso de los caminos asfaltados. Estas viviendas se ocupan muchas veces por foráneos del municipio que ante las mejoras de las vías de comunicación, se sienten cómodos viviendo en un entorno rural a poca distancia de su núcleo urbano de trabajo.

Las medianías de Arafo están sometidas a una fuerte presión de construcciones en el suelo rústico desde hace algunos años.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el mejor atlas del mundo.

Unknown dijo...

en que año entró en erupcion la media montaña???? alguien lo sabe

Fermín Gigante Carballo (Nueva Geografía Canaria) dijo...

Hola Angel.
Media Montaña, aunque no lo parezca es un cono que tiene unos veinte mil años, lustro más o menos.