lunes, 12 de octubre de 2015

Castañeros de Arafo




El castañero es un frutal presente en las islas Canarias desde tiempos de la Conquista. Es un árbol caducifolio, con ciertos requerimientos en cuanto a humedad, pero bastante rústico.

En el Lomo Redondo, Lomo El Rayo, Gorgo y El Tablonito existen concentraciones de castañeros, hoy bastante asilvestradas. Otros núcleos importantes de castañeros los encontramos en el Lomo de Los Chochos, Cruz del Humilladero (llamados también castañeros de José María, su localidad más alta, sobre los 1.500 metros de altitud), Arenitas de la Media Montaña, Morra de las Chajoras, Finca de Articosia, Las Arenas, La Planta, Lo Santiago, La Haya, Las Vigas y el Pinalete.

Dibujo-esquema de las hojas, flores y frutos de la castaña (Castanea sativa)


Éste árbol recubre laderas de difícil colonización, lomos sin abancalar o zonas de paredones pequeños, donde se alternó su cultivo con almendreros, perales, leguminosas (arvejas, chochos) y cereales de secano (trigo y cebada). 

Los castañeros de Arafo se manejan de forma particular, pues el injerto es muy cercano al suelo, con una poda de formación que hace que los brazos estén muy próximos al suelo, para facilitar su recolección y la protección contra el viento.

Los cuidados que recibe el castaño son escasos. Se podan las ramas secas, se limpia de chupones (brotes) del tronco, y se desbroza la vegetación arbustiva que pueda crecer bajo su dosel.

Flores del castañero, también lamadas "candelón". Gorgo. Primavera de 2012.

Su gran sistema radicular le permite aprovechar reservas de agua y nutrientes que se encuentran a gran profundidad.

Los frutos de más tamaño se han destinado al consumo en fresco, tanto para comer en el entorno familiar, como para cambiar o para vender. Los frutos más pequeños se utilizaban para la alimentación del ganado. Los erizos, una vez limpias las castañas, o se dejaban en el castañero para abonar el terreno o se utilizaban como yesca para encender el fuego, así como las hojas y ramajes secos.

Erizos de las castañas, vacíos de su rico contendido.

La madera, muy apreciada, se usaba para hacer casas, muebles o lagares Su aprovechamiento en tonelería comprende la fabricación de barriles, cascos, pipas, foniles y barricas de vino. Los bodegueros se referían a la gran porosidad de la madera de castaño para los envases diciendo que la barrica de vino “bebía más que el amo”, por lo que había que hincharla muy bien y azufrarla con mechas de azufre para cerrar poros y desinfectar.

Abundante hojarasca bajo los castañeros.

Se fabricaban instrumentos de laboreo como los trillos, “belgos” para aventar el cereal y palitas para palear el grano. Como curiosidad, comentar que buena parte de la maquinaria del Molino de Gofio de la Cuesta del Tanque, en Arafo, estaba realizada con madera de castaño. Otro uso fue la fabricación de los antiguos cestos, desde grandes, para pan o papas, hasta pequeños, para frutas delicadas, como guindas o cerezas.

Castañas araferas recién recolectadas.



Los chupones servían para hacer cestas de mano, cestos grandes para el transporte de piedras y las conocidas raposas que servían para ser cargadas por las bestias.

Los mejores palos también servían para elaborar las horquetas, para levantar la viña en el parral tradicional.

En los años de gran necesidad, en el verano se solían cortar las “choqueras”, que son las ramas que brotan de la base del tronco para alimentar el ganado, principalmente cabras y caballerías.

Erizos en el Lomo El Rayo, Arafo. Las constantes lluvias de finales de primavera y verano, han influido en el tamaño de las castañas de este año.

La castaña era parte esencial de la comidas de algunas fiestas, que se caracterizaban por una gran participación de la comunidad campesina, en torno a su recolección, en especial la fiesta de la Noche de Finados y los Ranchos de Ánimas (Todos los Santos), en la que se tostaban las castañas, aunque se empezaban a recolectar en San Miguel, los años muy tempraneros. A veces llegaban hasta San Andrés, y acompañaban la apertura de las bodegas.

Fritango de castañas (Foto Original: Dácil)

También se consumían asadas con una copita de anís o mistela. Cruda, como postre o pasapalo (aperitivo). En fritango (con tocino, panceta y papas guisadas). Con pescado salado. Guisadas (con agua, laurel y sal, aunque hay quien le añade matalauva).

Castañas asadas (Foto Original: Rafael Cedrés)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Creo que el artículo está genial, me ha recordado cosas y me ha enseñado algunas que no sabía. Felicito al autor.
Pero Es necesario recordar al respetable público que TODOS los castañeros de Arafo tienen dueño; no se debe deducir que se pueden coger los frutos donde a cualquiera se le antoje por el simple hecho de encontrarse cerca del monte; los propietarios solemos llamar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado que acuden siempre con diligencia, pues ya están más que hartos de tener que intervenir en estos casos.

Fermín Gigante Carballo (Nueva Geografía Canaria) dijo...

En efecto todos los castañeros tienen dueño. Y todos los propietarios hemos sufrido latrocinio, en especial en los últimos años.