viernes, 14 de octubre de 2011

Esperar la Primavera (II)






En Yemen, los pozos extraen de los acuíferos fósiles recursos más allá de la tasa de recarga y se están agotando rápidamente, disminuyendo a una velocidad de cerca de dos metros por año. En la capital, Saná, de 2’29 millones de habitantes, el agua del grifo está disponible sólo una vez cada cuatro días. En Taizz, en el sur, una vez cada 20 días. Yemen es una de las naciones con menor disponibilidad de agua potable a nivel mundial 

Sin embargo, tradicionalmente, el país yemení poseía estrategias para conservar y retener la lluvia que cae en las altas montañas en la estación estival debido al monzón. Se embalsaba y se canalizaba, como atestiguan los antiguos y grandes aljibes de Adén, o el gran dique de Ma’rib, que recogía las aguas del Wadi de Dhana (donde algunos sitúan el Reino de Saba). 

Antiguo Dique de Ma´rib, datado en varios cientos de años antes de Cristo.


La tasa de crecimiento demográfico de Yemen es del 3,46% (2006), con una población de casi 25 millones de habitantes, de los cuales, cerca del 24% viven en zonas urbanas. Sin embargo, la cosecha de cereales se ha reducido en un tercio en los últimos 40 años, mientras que la demanda ha continuado su incremento constante. 


Nuevo Dique de Ma´rib, y su presa llena de agua tras las lluvias.

Los yemeníes importan más del 80% de su grano. Sus exportaciones de petróleo se han reducido levemente, y la industria es testimonial. Casi el 60% de los niños tienen deficiencias alimenticias que los conducen al raquitismo y a la desnutrición crónica, las mujeres alcanzan tasas de analfabetismo del 70%, y es el más pobre de los países árabes. 

El resultado probable del agotamiento de los acuíferos de Yemen conducirá a una mayor reducción de su cosecha y el aumento del hambre y la sed, lo que generará un colapso social. 

Yemen vive una revuelta popular con masivas protestas para pedir la marcha de su presidente Alí Abdalá Saleh, (en el poder desde la reunificación del país en 1990), que no ha parado desde el pasado enero. Los muertos ya se cuentan por centenas y se han reproducido combates tribales como los acaecidos en la pequeña guerra civil de 1994. Un estado tan inestable puede derivarse en un conjunto de feudos tribales, que combatirán por los escasos recursos, entre ellos el agua. 

Aljibe de Hababa, de origen medieval, pero todavía es usado por la población.

Recientemente se ha otorgado el Premio Nobel de la Paz a una activista yemení, Tawakul Karman, acampada en la plaza Al Taguir de Saná, donde lucha por la democracia en su país utilizando medios no violentos. 

Siria e Irak también tienen problemas de agua. Curiosamente, estas dos naciones se encuentran en el llamado Creciente Fértil, donde se supone que nacieron las primeras civilizaciones agrarias de la Historia de la Humanidad. Los flujos de los ríos Éufrates y Tigris, de los que dependen para obtener agua de riego, se han reducido, debido a que Turquía, que controla las cabeceras de estos ríos, construye presas para aumentar la producción hidroeléctrica y las regiones de regadío. 


Dada la incertidumbre sobre el futuro de los suministros de agua de los ríos, los agricultores de Siria e Irak están perforando más pozos para el riego, lo que ha terminado por agotar numerosos acuíferos someros. La cosecha de cereales de Siria se ha reducido en una quinta parte desde 2001. En Iraq, la cosecha del grano se ha reducido en una cuarta parte desde 2002. 

Israel necesita también regar sus campos de cultivo en esta región tan escasa en agua. Los hebreos controlan los Altos del Golán (territorio perteneciente a Siria y a Líbano, ocupado desde la Guerra de Los Seis Días, en junio de 1967), el lugar donde nacen las fuentes del río Jordán, cauce que sirve de frontera entre Israel y Jordania, país árabe que tiene 6 millones de habitantes y que en 1970 producía más de 300.000 toneladas de grano por año. Actualmente sólo produce 60.000 toneladas y tiene que importar más del 90% de sus cereales. En esta región, sólo el Líbano ha evitado un descenso en la producción de granos. 


Mapa Hidrológico de la cuenca del Río Jordán.


En Oriente Medio, el crecimiento demográfico es elevado, pero es una región muy con pocos recursos acuíferos, lo que ha conducido a una crisis en la producción de cereales, base de la alimentación. No existen respuestas sólidas y sostenibles por parte de los gobiernos actuales a esta situación de precariedad alimenticia. Quizá esta ha sido otra causa, y no menor, de las revueltas acaecidas durante la Primavera Árabe.

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