domingo, 4 de septiembre de 2011

Alfa y Omega de la sostenibilidad urbana: ¿Podemos hacer algo?.




Las ciudades siguen creciendo gracias a la dinámica de los barrios periféricos, porque los centros urbanos se encuentran colapsados, el precio del suelo es muy alto y existe una tendencia social a preferir la vida “en el campo”. Nuestros políticos necesitan registrar altas tasas de crecimiento de la población para asegurar subvenciones e inversión, aunque a veces parece que estas inversiones no llegan a estos sectores de rápido crecimiento que tanto lo necesitan.
Calle peatonal en Almería.

Lugares para vivir.
No podemos seguir sacrificando los espacios verdes a la vivienda: las periferias también tienen que respirar. Si queremos elevar la densidad de lugares con un marcado carácter rural, como El Tablero, Barranco Hondo o Araya tenemos que saber lo que piensan los residentes ya existentes y desarrollar racionalmente zonas no urbanizadas, sin destruir los valores patrimoniales, sin sobrecargar las instalaciones existentes, los servicios públicos y las infraestructuras, creando atractivos espacios públicos y privados, y mejorando, más que destrozando, la biodiversidad, el agua y la calidad del aire.

Adosados en Tacoronte

Lugares donde trabajar.
La promoción de centros ciudadanos de barrio puede garantizar su adaptación a diversas actividades y servicios, con fácil acceso, bien equipado, dinámico y donde la gente participe. Incluso puede llegar a ser el foco de un modesto parque con aparcamientos de disuasión, y desde donde el transporte público flexible mejore la conectividad dentro y fuera del barrio. Un ejemplo claro sería La Cuesta, pero también se podría hacer en los territorios degradados de La Montaña de Taco, entre San Matías y Las Moraditas.
También es el momento de empezar a descentralizar el empleo, para reducir la intensidad de los desplazamientos pendulares diarios a los lugares de trabajo (casi todos situados en los centros urbanos), fomentando oficinas, comercios en esos mismos barrios.

Lugares donde jugar.

Lugares para jugar
Mientras que los centros de las ciudades se están convirtiendo en el foco de la vida de la comunidad y se potencia el comercio y las actividades culturales (en algunas ciudades con más éxito que en otras), los barrios de  las periferias también necesitan parques, jardines, y espacios y equipamientos cercanos a los hogares, para el deporte, el ocio, las actividades recreativas que sean seguros para las familias, los niños y los  jóvenes.
Se puede proteger de modo más activo, alguno de los espacios informales en las periferias, como plazas, avenidas y ramblas, para sumarlos al capital urbano de todos los ciudadanos, así como el paisaje y los elementos patrimoniales emblemáticos en el ámbito local, sin necesidad de que puedan tener importancia histórica o valor arquitectónico. Existen innumerables alpendes, molinos, eras, ermitas, cruces,  caminos…. Este patrimonio común, incluso el más moderno y reciente, refuerzan la identidad y la cultura locales.

El refuerzo de la vida en los barrios, sin convertirlos en simples “almacenes de casas” fruto de un desarrollo residencial frenético, rodeados de vías que cortan y compartimentan el espacio ciudadano, si tratamos a los barrios sin considerarlos vertederos de cosas y personas, tenemos una oportunidad para avanzar en la planificación urbana y mejorar la sostenibilidad de los nuestras ciudades. La calidad de vida diaria en una ciudad y su capacidad para atraer y retener ciudadanos cualificados y motivados, determinarán su salud y prosperidad.

Huertos urbanos: el campo invade la ciudad.

No hay comentarios: