viernes, 18 de junio de 2010

Bienvenido Míster Marshall


Vaya por delante que considero que los Estados Unidos de América son un ejemplo de democracia y buen gobierno que muchas naciones del mundo deberíamos seguir, y elegir a nuestros jueces, fiscales, y jefes locales de policía o participar en las juntas de gobierno de nuestros colegios. No quiero que me confundan con un medianía progre antiyanqui porque sí.

Hecha la aclaración, lo que ha pasado en Sevilla estos días pasados, me parece algo similar a lo que retrata el genial Berlanga en su obra maestra Bienvenido Mister Marshall: Tom Cruise y Cameron Díaz han estrenado un peliculón llamado "Noche y día" y media España se ha tirado a sus pies.
Se ha cerrado parte del casco histórico de la capital andaluza (que me encanta, y es probablemente una de las ciudades españolas donde más cómodo me he sentido), para que estos elementos hagan una exhibición absurda con una moto y un coche. Ni que decir tiene que la peli, donde se ve a los mozos de Pamplona corriendo unos sanfermines en Hispalis (manda coxones), no va a pasar a la historia del cine como Ciudadano Kane, o El Séptimo Sello.
Pero, claro, es que Cruise no da para más (su cine de calidad fluctúa entre lo mediocre y soso, porque, por mucho respeto que yo le tenga a Kubrick, Eyes Wide Shut es un tubo de mucho cuidado), cuyos éxitos más destacables son Top Gun o Missión Impossible, aunque he de decir que El Color del Dinero, Rain Man o Algunos Hombres Buenos son buenos filmes (¿será por Newman, Hoffman y Nicholson?.
De Cameron Díaz, lo siento pero no es un pasaporte para los Oscar haber interpretado Algo Pasa con Mary (insufrible), o Los Angeles de Charlie (añoras a Farrah Fawcett).
En fin, que lo que me parece un absurdo es que toda una ciudad se postre de esa manera a la estrategia publicitaria de una productora, para un filme de tres al cuarto, y que encima no refleja la realidad de la ciudad y mezcla churras con merinas (porque de la Calle Sierpes a la Calle Estafeta hay que patear muchos olivos, campos de trigo, viñas y huerta).
Y, ahora que ya estoy embalado, hablando de Bienvenido Míster Marshall, como sigamos así, vamos a hacer bueno a Franco y a Ike paseando por Madrid en coche descapotable.
En aquel momento era entendible: España estaba fatal en medio de una postguerra inacabable, y se concedieron ayudas a toda Europa (ayudas que permitieron el despegue económico de nuestros vecinos, en especial los alemanes), y a nosotros nos dejaban sin dolares, ni queso ni leche... así que, por dinero baila el perro.
Tanto que la progresía izquierdosa de este nuestro solar patrio criticó al franquismo, tardofranquismo, postfranquismo y aznarismo por hacerle la pelota a los yanquis, y desde que llega uno del jollivúd, (que no es nuevo, que aquí ya estuvo Orson Welles, Ava Gardner, Mel Ferrer, Peter O´Toole, Omar Shariff, Frank Sinatra, Charlton Heston, Sofía Loren y muchos más), nos ponemos a cantar sevillanas y nos vestimos de traje campero, sombrero cordobés y faralaes.
¡Niña!, ¡Digo!






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