sábado, 16 de enero de 2010

Lugares



Según el DRAE, un lugar es un espacio ocupado o que puede ser ocupado por un cuerpo cualquiera. Según algunos geógrafos, es una porción determinada y singular del territorio, que está definida por un topónimo.

La geografía ha mantenido una relación ambivalente con los lugares, desde los que los niegan, hasta los que lo han aceptado y defendido, como elementos claves del discurso y estudio geográfico.

El análisis geográfico regional define los lugares como una unidad espacial elemental, capaz de ser georreferenciado mediante un sistema de coordenadas y que depende de las relaciones con otros lugares.
Los lugares son el sitio donde se localizan los fenómenos geográficos, ya se trate de poblaciones, objetos materiales o funciones, y tienen atributos que nos permiten una clasificación de los mismos. Los geógrafos intentan hallar lógicas de organización, de tipo puntual, lineal o poligonal. Aparecen conceptos como nodos, redes, mallas, líneas, conjuntos, parcelas, subparcelas, bordes, etc.
Los indicadores nos permiten analizar la concentración de elementos, los grados de espacialidad y la accesibilidad e intercomunicación. Otros conceptos a manejar son las distancias entre los lugares y las diferentes escalas de los mismos


De la geografía radical (en este caso, el punto de vista humanista), nace otra definición de lugar, rica en matices y facetas, pero girando en torno a las relaciones entre las personas con el espacio o entre los diferentes lugares.

Este enfoque se acerca al concepto de territorio, del paisaje habitado, creado por las interrelaciones entre las sociedades y el medio natural. La sociedad es modelada por las características del espacio, y la sociedad imprime su peculiar sello al espacio que habita. Nacen aquí los conceptos de identidad, arraigo, y está marcado por la presencia humana en un lugar determinado durante un tiempo determinado, apareciendo la componente espacio-temporal.

Los lugares poseen un significado vivo, pero también retienen remanentes del pasado, resistencias espaciales de otros tiempos, registro fósil de actividades no activas, cuyo única pista es la toponimia: (Stat rosa pristina nomine, nomina nude tenemus: "De la primitiva rosa sólo nos queda el nombre, conservamos nombres desnudos").

Aparecen también los lugares simbólicos, los lugares de la memoria, los lugares vividos, odiados o queridos.
Como oposición a todo esto, aparece también el "no lugar", los lugares creados por el hombre, con una sola función, definidos, repetidos, con personas que salen y entran sin cesar, y donde no hay escasa relaciones sociales, excepto las que se tienen fuera del mismo, como por ejemplo, los aeropuertos, los centros comerciales, los edificios administrativos, las salas de espera...
Los lugares no existen si no existen las personas y las relaciones humanas en el marco de una sociedad definida y dentro de un territorio determinado.

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