Playa de Samarines. Foto de Mataparda.
El Barranco de Samarines y La Hondura, está situado en el sector Sureste del municipio de Candelaria, y se extiende entre el Risco de San Blas, y la Playa de La Viuda. Está orientado hacia el Este, y destaca por ser una desembocadura de barranco que se resuelve en forma de playa de arenas groseras y callaos de diferente granulometría, encajado entre dos acantilados basálticos cubiertos de coladas fuertemente erosionadas, que se resuelven en rasas intermareales de desigual entidad y tamaño.
Las formaciones superficiales y los suelos oscilan entre los piroclastos de tipo ácido que conforman los Toscales de La Viuda, hasta los basaltos cubiertos de suelos finos, delgados y muy atacados por la erosión pluvial en el Risco de San Blas, sin olvidar los fondos de arenas y gravas que conforman la desembocadura del barranco, permitiendo la existencia de vegetación arbustiva y abierta ( tabaibal dulce, acompañado de balos, aulagas, leña santa...), que en el sector más cercano al mar se transforma en la vegetación típica del cinturón halófilo costero (siempreviva, tomillo marino, romero marino, lechuga de mar...)
Posee un clima subdesértico, con precipitaciones escasas e irregulares y una alta insolación, superior a dos mil horas anuales.
Esta playa ha sido utilizada tradicionalmente como lugar de baño y recreo por los vecinos de Malpaís de Candelaria y algunos de la cercana Villa de Arafo. En la actualidad, el paisaje está informado por las importantes obras de infraestructura que se han realizado en el Polígono Industrial Valle de Güímar , y por la vía de conexión entre dicho Polígono y la Villa de Candelaria. Quedan huellas de la actividad agraria del pasado, que atravesó diferentes etapas, desde canteros muy sencillos y rudimentarios, que posiblemente sirvieron para el cultivo de cereales de secano, hasta huertas con paredes y socos de ladrillo y piedra donde seguramente se cultivó tomate en los primeros momentos de este ciclo económico en el Valle, que incluso cuentan con múltiples construcciones de irrigación.
Aunque el peso territorial del Polígono Industrial Valle de Güímar, Autopista, Acueducto de Aguas Depuradas al Sur, y otras actuaciones, es evidente e incuestionable, también lo es la cercanía a importantes centros patrimoniales, históricos y religiosos, como la Basílica de Candelaria, la Cueva de San Blas, o el Bien de Interés Cultural del Conjunto Histórico de Santa Ana, que relacionan íntimamente este lugar con una de las zonas más representativas de los procesos históricos y geográficos en la isla de Tenerife.
Supone un enclave "natural" en el litoral del municipio de Candelaria, que cuenta con un sendero guiado desde la Placita de La Viuda hasta el Cuartel de la Guardia Civil de Candelaria, y que pasa por todos esos lugares que los que ya somos talluditos recorrimos una y mil veces buscando el tesoro de Cabeza de Perro: Filo del Cuchillo, Hondura, Bufadero, Ojo del Capitán, Samarines, Cueva Paraiso, San Blas...también fue la primera playa en la que muchos de nosotros abrazamos el nudismo por primera vez como forma de disfrutar de nuestro litoral.
Las formaciones superficiales y los suelos oscilan entre los piroclastos de tipo ácido que conforman los Toscales de La Viuda, hasta los basaltos cubiertos de suelos finos, delgados y muy atacados por la erosión pluvial en el Risco de San Blas, sin olvidar los fondos de arenas y gravas que conforman la desembocadura del barranco, permitiendo la existencia de vegetación arbustiva y abierta ( tabaibal dulce, acompañado de balos, aulagas, leña santa...), que en el sector más cercano al mar se transforma en la vegetación típica del cinturón halófilo costero (siempreviva, tomillo marino, romero marino, lechuga de mar...)
Posee un clima subdesértico, con precipitaciones escasas e irregulares y una alta insolación, superior a dos mil horas anuales.
Esta playa ha sido utilizada tradicionalmente como lugar de baño y recreo por los vecinos de Malpaís de Candelaria y algunos de la cercana Villa de Arafo. En la actualidad, el paisaje está informado por las importantes obras de infraestructura que se han realizado en el Polígono Industrial Valle de Güímar , y por la vía de conexión entre dicho Polígono y la Villa de Candelaria. Quedan huellas de la actividad agraria del pasado, que atravesó diferentes etapas, desde canteros muy sencillos y rudimentarios, que posiblemente sirvieron para el cultivo de cereales de secano, hasta huertas con paredes y socos de ladrillo y piedra donde seguramente se cultivó tomate en los primeros momentos de este ciclo económico en el Valle, que incluso cuentan con múltiples construcciones de irrigación.
Aunque el peso territorial del Polígono Industrial Valle de Güímar, Autopista, Acueducto de Aguas Depuradas al Sur, y otras actuaciones, es evidente e incuestionable, también lo es la cercanía a importantes centros patrimoniales, históricos y religiosos, como la Basílica de Candelaria, la Cueva de San Blas, o el Bien de Interés Cultural del Conjunto Histórico de Santa Ana, que relacionan íntimamente este lugar con una de las zonas más representativas de los procesos históricos y geográficos en la isla de Tenerife.
Supone un enclave "natural" en el litoral del municipio de Candelaria, que cuenta con un sendero guiado desde la Placita de La Viuda hasta el Cuartel de la Guardia Civil de Candelaria, y que pasa por todos esos lugares que los que ya somos talluditos recorrimos una y mil veces buscando el tesoro de Cabeza de Perro: Filo del Cuchillo, Hondura, Bufadero, Ojo del Capitán, Samarines, Cueva Paraiso, San Blas...también fue la primera playa en la que muchos de nosotros abrazamos el nudismo por primera vez como forma de disfrutar de nuestro litoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario