martes, 2 de junio de 2009

Los Energéticos

Foto de Mataparda( flickr.com/photos/52537477@N00/3247616984)



En el último número de la revista National Geographic España se publica un artículo dedicado al ahorro de energía como forma de paliar el cambio climático y de disminuir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. En una de las fotos, aparece el director de una compañía eléctrica tejana, que han implementado un sistema de potenciar la venta de los electrodomésticos de bajo consumo, a fin de evitar la construcción de una nueva central de producción.
Atención al dato: hablamos de Texas, no de la concienciada California o la muy agrícola Iowa, sino del estado americano que siempre se ha distinguido por el derroche en materia de energía y su defensa del uso del petróleo.
Ya nos gustaría a nosotros que nuestras compañías eléctricas pensaran de esa manera. Está claro que al que fabrica bollos industriales de manteca no le interesa que la gente haga dieta o al traficante de alcohol que la gente se vuelva abstemia.
En Canarias, tras el reciente apagón sufrido por la isla en la pasada tormenta de primavera, los responsables de Unelco-Endesa y de REE plantean que el problema se debía a que la red era insuficiente y que habría que hacer nuevas conexiones entre ellas. Recordemos que Red Eléctrica entró en el cotarro energético canario tras el desastre ocurrido con la deficiente conservación de las torretas de Unelco que fueron dobladas como barritas de plastelina por la STS DELTA, en noviembre de 2005.
Es curioso que nadie plantee la diversificación de la generación de electricidad en la isla de Tenerife. Hasta el momento, toda la producción eléctrica sale de un pasillo situado entre Granadilla y la Refinería de Santa Cruz, (generación eólica, fotovoltaica, térmica y de cogeneración). Al contrario, reclaman el ciclo combinado de gas y fuel para Granadilla (vinculado, claro está, al Puerto Industrial).
Nadie apuesta en estas islas por medidas de ahorro. Empieza el calor y ya empezamos a notarlo porque los edificios públicos se convierten en neveras ("¡Noo, al Polo, no, que hace más frío que en verano en Haciendaaaa!").
Me da la impresión de que esta gente no ha percibido el olor a miseria que empieza a impregnar todo. Piensan que es un catarro de verano, como el de 1987, o el de 1992 (que por otra, parte, para ser catarros, nos dejaron bastante dañados a unos pocos millones de españoles). Pero esto no pinta nada bien, sobre todo porque ahora no hay por donde tirar, ya que están agotados todas nuestras vías de escape...y la crisis golpea todo el mundo por igual. Unelco sabe bien esto, puesto que el consumo de energía ha caído bruscamente en los últimos meses, debido a la mala situación de la industria y la disminución de la demanda domestica, aunque los organismos públicos han echado una manita a la empresa, no sea que quiebre. La isla parece de noche el árbol de navidad de un hortera.
El título de la entrada viene a recordar una película de Fernando Esteso y Andrés Pajares en la que se cuenta la historia de dos catetos que se unen, tras una disputa de décadas por un pozo de agua, para luchar contra una central nuclear y que se ven implicados en un asunto de alta política internacional.
Curiosamente, los españoles todavía por aquellas fechas guardábamos en nuestro interior la esperanza de encontrar petróleo en nuestro suelo patrio, como ocurrió en Páramo de la Lora y Ayoluengo, en Burgos o en el Delta del Ebro. Todavía recuerdo aquellos libros de ciencias (sociales y naturales) de 7º y 8º de E.G.B. donde aparecían las torres de perforación a lo largo del Valle del Ebro.
No sabíamos que nuestra mayor riqueza energética estaba sobre nuestras cabezas y era la misma que atraía a millones turistas europeos: el Sol.

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